Chapter 1:

Capitulo 1 El primer paso

E.C.O.S.: Proyecto Athenas


Es fácil jugar al detective cuando no hay consecuencias.

Pero eso solo ocurre en la imaginación y el mundo que cada uno crea en su mente, pero si hablamos de la vida diaria, esto pasa únicamente cuando uno ve alguna serie de detectives y saca sus propias conclusiones antes de que se revele al culpable, o para aquellas personas fanáticas de resolver casos como pasatiempo, decidiendo elaborar sus propias teorías y conclusiones.

Sin embargo, todo cambia en el momento en que decides jugar al detective y en un “delirio” <<no no>>, mejor dicho, al momento de tener una deducción tan aceptable y coherente decides señalar a alguien como el culpable de algún crimen.

Una vez se toma la iniciativa de señalar a alguien como el culpable no hay marcha atrás.

— ¡Eres tú el culpable! —

Una cosa es sospechar de alguien y hacérselo saber, pero culpar a alguien sin previo aviso, ni certeza absoluta, basándose en pruebas es de los peores errores que uno puede cometer.

Nunca se sabe como reaccionara la persona que señales.

— Yo no tengo nada que ver con eso. —

— ¿De qué hablas? ¿Te refieres a mí? —

— ¡Yo no tengo nada que ver con eso!, ¡Ahora lárgate o tendrás problemas de verdad! —

— Oye ¿Qué crees que haces? cálmate, creo que estas exagerando. —

Negar, hacerse los desentendidos, ofenderse, ponerse nerviosos, son algunas de las posibles respuestas que podrías esperar, aun así, aunque pueda prever alguna de estas reacciones siempre estará la posibilidad de que reaccionen de forma inesperada.

Y se vuelve aún más complicado si decides hacerlo de forma pública, a la vista de varios desconocidos o cuando se encuentra rodeado de amigos, conocidos o compañeros.

Su reacción puede jugar a favor o completamente en contra y dependiendo de la situación podrías estar abriendo la puerta a la creación de rumores que pueden afectar negativamente a una persona, o ganarte una golpiza por parte de un grupo.

Cualquiera que sea el caso, si decides jugar al detective debes pensar mejor tus acciones, contemplar mejor tus opciones y decidir la mejor manera de actuar.

Lo ultimo que quieres es metete en problemas, o peor aún, generarle problemas a alguien mas por un descuido tuyo.

Aunque, llegados a este punto, creo que seguir llamándolo “jugar al detective” no es lo mas adecuado. Este trabajo trae consigo varias responsabilidades, con la sociedad, con los sospechosos, con los culpables, pero sobre todo con las víctimas.

Desde el momento en que decides resolver un caso, ya sea por iniciativa propia o a petición de alguien debes ser consciente de que deberás hablar con personas, involucrarte con otras, vigilar y hasta interferir en la vida de algunas, no es un trabajo para cualquiera. Y la responsabilidad de tus acciones, así como las consecuencias con cada una de estas personas te personas resonaran en tu memoria, como ecos que susurran y te recuerdan el peso de ser detective.

Pero existe algo todavía más difícil con lo que lidiar, la verdad, es fácil asociar de manera inconsciente la verdad con lo correcto, con lo que esta bien y con lo bueno.

A fin de cuantas veces no hemos escuchado que “decir la verdad es lo correcto”, desde pequeños es común escuchar palabras como estas, sumado al hecho de que muchas veces encontramos en la escuela y la vida que lo correcto es un sinónimo de bien. Una vez que lo vemos desde este punto podemos comprender porque el pensamiento rápido nos dice “la verdad” es “lo correcto” por lo tanto “es bueno”.

Claro, eso solo si nos ponemos en la posición de un observador que no sabe nada, y ponemos a “la verdad” con el análisis simple que mencione anteriormente.

A medida que crecemos, maduramos y tenemos una visión mas amplia del mundo, sumado a la experiencia que vamos acumulando comprendemos fácilmente que la verdad no significa necesariamente algo bueno.

Alguna vez escuche que “la verdad hizo de la mentira su confidente”, y no es de extrañar, ya que muchas mas veces de los que nos gustaría admitir, la verdad es cruel, retorcida, impactante y puede llegar a parecer irreal, y una vez te das cuenta de esto, ves normal que exista el término “suavizar la verdad” y aun con todo esto, hay verdades que no pueden ser suavizadas.

Una vez que decides volverte detective tienes que enfrentar estas situaciones y verdades de frente, nunca será algo fácil o tendrá un final agradable.

Pero hay algo en los humanos que nos incita a querer descubrir la verdad que nos atrae de ella, aun cuando en el interior sabemos que descubrir lo que oculta nos podría lastimar, y para un detective la sensación es aún mayor, más que por la emoción de ir tras un misterio, es porque, entendemos que, en medida de lo posible, el revelar la verdad puede ayudar a algunas personas a encontrar un poco de paz.

Aun así, no siempre se puede decir que toda verdad nos lleva a una luz, algunas de estas son todo lo contrario, ligadas a otras cosas ocultas, formando parte de algo más grande, más oscuro y profundo.

Son esos misterios, esos casos, esas verdades son las que más asustan, pudiendo ponernos a nosotros y a los que nos rodean bajo la sombra de algo todavía mayor, arrastrarnos a una oscuridad tan densa que salir parece imposible.

Poniéndonos frente a frente, con algo que se niega a ver la luz, donde un paso en falso puede ponernos contra las cuerdas, en una posición tan desfavorable, que puede llevarnos a formar parte de algo de lo que no podremos escapar.

Pero, para un detective, esto es algo que nunca se olvida, por lo que no es un trabajo para cualquiera, mas que por un sentido de justicia, o la adrenalina que puedes sentir en ocasiones, ni siquiera es porque sea lo correcto, es porque la verdad debe ser descubierta.

Alguien tiene que traerla a la luz y exponerla. Si permitimos que las cosas se oculten y quienes las ocultan sigan moviéndose sin cuidado ni preocupación, el mundo seria todavía mas oscuro de lo que conocemos.

Y no podemos darnos el lujo, de volver a vivir en la oscuridad.

Al menos eso es lo que he aprendido el tiempo que he estado trabajando como detective privado, y lo que los casos a los que me he enfrentado me han mostrado y con todo esto, estoy seguro de que aun tengo mucho por ver y aprender.

Afortunadamente para mi, no me encuentro solo, si algo bueno puede dejar este trabajo, son los contactos, los conocidos, pero sobre todo los compañeros que ayudan a que la carga sea menor y el trabajo un poco más fácil.

Puede que mi contribución no sea muy grande, pero espero ayude a marcar una diferencia, al menos para aquellos a los que ayudo, y, aunque me gustaría decir que con cada caso un nuevo rayo de luz atraviesa la densa oscuridad, siento que cada paso me lleva a algo más profundo y frio

A veces siento que las situaciones me superan, pero creo que aun puedo con ello. Estoy seguro de que llegare al fondo, lo que me tiene con incertidumbre es si voy a poder volver.

A veces es gracioso como las cosas comienzan, un encuentro con alguien, una casualidad, el impulso momentáneo de hacer algo que normalmente no harías, o perder tu teléfono, como en mi caso.

Sí, aun lo puedo recordar.

1

Inicio del ciclo escolar, un nuevo año, un comienzo nuevo, siempre se siente bien poder tener la oportunidad de volver a iniciar como las que brinda la escuela y debo admitir que de lo que más disfruto de ir a la escuela es el trayecto, justo como ahora, es interesante poder ver la ciudad, las personas y lo que ocurre alrededor.

Y mientras más cerca estoy de mi destino me encuentro con más estudiantes que se dirigen al mismo lugar. Instituto Valle del Norte, escuela preparatoria, con un amplio campus de unos 160,000 m2 aproximadamente, con múltiples áreas verdes y edificios pequeños para las aulas.

— Kazuki. —

Las clases se imparten en diferentes salones, en los diferentes edificios, por lo que debemos cambiar de salón al menos 3 veces al día para tomar nuestras diferentes clases.

— Oye Kazuki. —

Quiero pensar que es una medida, no solo para aprovechar la gran extensión de terreno de la escuela, también funciona como una medida para incentivar el movimiento de los estudiantes dentro del campus, el encuentro entre alumnos de diferentes años y diferentes grupos, una forma de relacionarse con otros.

Eso sin mencionar que existen diferentes instalaciones y lugares dentro del campus al aire libre, donde diferentes grupos se pueden reunir: canchas de uso múltiple para basquetbol. Futbol y voleibol, una zona de skatepark e inclusive un espacio dedicado al frontón, entre algunas instalaciones más.

Y aunque me gustaría seguir con mi dialogo de introducción, debo detenerme, ya que, en este momento, la persona que he intentado de ignorar para poder tener un momento reflexivo y de análisis se encuentra frente a mí, me tiene detenido con una mano y creo que esta a punto de darme alguna clase de sermón.

— Te estoy hablando, no se en que pienses, pero no este por ahí caminando sin prestar atención, así eres blanco fácil para que alguien pueda robarte o que un auto acabe atropellándote. —

Afortunadamente para mí, esta persona es alguien serena y no se enoja con facilidad, su nombre es Alex. Alex L. Aranda, si tuviera que describir su persona, tengo muchas cosas buenas que decir, es alguien amable y comprensivo, alguien que le cae bien a la gente sin mucho esfuerzo y en quien se puede confiar, además de ser mi mejor amigo.

— Algún día acabaras en un accidente si continúas teniendo la mala costumbre de perderte por momentos en las nubes. —

— Lo siento, no me di cuenta de que habías llegado. —

— Solo presta más atención la próxima vez ¿y en que pensabas? —

— No en mucho realmente, pensaba en cómo será este nuevo año. —

— El nuevo año escolar, dudo mucho que sea diferente al año anterior, pero esperemos tenga algo diferente o que nos pueda sorprender, aunque, si quieres algo diferente para este año deberías tratar de hacer algo diferente o algo nuevo. —

Lo bueno de tener un amigo como Alex es que siempre puedo esperar una respuesta sincera pero esperanzadora, no suele ser alguien optimista, ni pesimista, es la clase de persona que siempre sabe que decir y puedes encontrar razón en sus palabras.

Continuamos lo que restaba de camino a la escuela platicando sobre lo que habíamos estado haciendo los últimos días, que series habíamos visto, que avances habíamos conseguido en los videojuegos y un poco sobre las ultimas historias que habíamos leído.

Este es nuestro segundo año, por lo que ya conocemos mejor el instituto, los alrededores y como suelen manejar las clases los profesores.

Todavía recuerdo el año pasado, el inicio de mi vida de preparatoria, Olvide revisar el mapa de la escuela, creyendo que no sería difícil encontrar mi salón, cuando uno se acostumbra a tomar todas sus clases en el mismo salón te quedas con esa idea, y mi primer día de clases llegue tarde a mi primera clase por no conocer la organización de la escuela y los salones, sin mencionar que el cambio de salones para tomar diferentes clases fue algo nuevo para mí.

Tras llegar al instituto revisamos nuestros horarios para saber dónde seria nuestra primera clase, desafortunadamente este año tampoco estábamos en el mismo grupo, pero, compartíamos una clase en conjunto.

Algo interesante que tiene la escuela es esta modalidad de “clases compartidas”, son clases en las que 2 grupos del mismo grado se unen para tomar una misma materia, de esa forma podemos tener clases con otros compañeros del mismo grado e interactuar con ellos.

Aunque son clases que se pueden prestar a ser más sociales y al debate: ética, análisis de lectura y redacción, filosofía, por mencionar algunas. En nuestro caso compartimos ética juntos este año, Alex con el grupo 201-B y yo con el 204-B. La clase no se toma todos los días, pero será agradable tomar una clase con un rostro conocido.

— Bueno, parece que este año tampoco nos toco en el mismo grupo, pero tenemos la clase de ética juntos los martes y jueves. —

— Ya es algo. —

— Así es. Tengo que irme a mi salón, hablamos después. No olvides, si esperas algo diferente o interesante, en lugar de esperar una invitación podrías tomar el primer paso Kazuki. —

Tras despedirme de Alex decidí dirigirme al salón en el que sería mi primera clase, me tocaba en el salón A-04.

La escuela se divide en diferentes edificios, los cuales están identificados con letras: Edificio A, B, C, D… los cuales, a su vez, suelen tener 2 niveles con 4 salones por nivel enumerados del 1 al 8. Existen algunas excepciones, con edificios de mas niveles o de un solo nivel o que de los 8 salones, solo 4 están destinados a ser salones y el resto cumplen la función de bodegas, oficinas, laboratorios, sanitarios o salones especiales.

Llegue a mi salón, la puerta se encontraba abierta, lo que significaba que el profesor todavía no llegaba, al entrar el ambiente estaba calmado, apenas se encontraban alrededor de 12 personas, los grupos suelen ser de alrededor de 35 a 40 personas, eso significa que ya la mitad de mi grupo se encontraba aquí.

A primera vista pude ver que la mayoría eran desconocidos, ya que solo había 2 pequeños grupos, uno de 3 personas y otro de 2, tal vez se conozcan de su grupo anterior o formas parte de algún grupo fuera de clases, el resto de los estudiantes se encontraban sentados en silencio.

Ya que no llegue temprano, varios de los asientos están ocupados, pero para mi buena suerte aun había varios asientos al lado de las ventanas, así que tras estar de pie un momento decidí donde me sentaría.

Siempre me ha gustado sentarme a lado de las ventanas, a una altura media, de esa forma evito las miradas fijas que los profesores suelen dar a quienes se sientan hasta adelante y también me ayuda a evitar las rondas de preguntas que generalmente son dirigidas a quienes se sientan hasta el fondo.

Sera interesante ver cómo se desenvuelve este nuevo año escolar.

2

Termine mis clases en el salón J-05, mi horario de clases no es el mismo todos los días, pero el turno que tengo es el de la mañana, empieza a las 07:00 am y terminan a las 14:00 pm.

La mayoría de los días suelo tener 3 clases, con 2 horas por clase, aunque hay días como los martes y jueves donde tengo 2 horas de una clase primero, luego tengo 1 hora libre sin clase y posteriormente 3 horas de clase compartida. Otro aspecto de esta escuela tiene 2 turnos, el de la mañana y el de la tarde, por lo que la escuela esta abierta casi todo el día, por lo que puedes pasar todo el día en la escuela, hasta las 21:00 pm que cierra la escuela.

Regresando a mi día escolar, puedo calificar el día de hoy como uno tranquilo, principalmente dedicado a que los profesores se presentaran ante el grupo y presentaran su materia y la forma como evaluarían el curso.

Si algo tengo que lamentar de mi día de hoy, seria el hecho de que varios compañeros comenzaron a formar pequeños grupos o hablar con otros, No me considero una persona introvertida o reservada, pero me cuesta trabajo comenzar una conversación con nuevas personas, quería terminar el día de hoy sabiendo que hable con 1 o 2 personas y podre empezar a juntarme con ellos conforme los días pasen.

Haber tenido alguna de las personas que conocí en mi primer año pudo haber sido de ayuda también, pero es muy pronto para dar por perdido este nuevo comienzo, aun quedan muchos días por delante, tal vez sea bueno probar mañana la iniciativa y dar un paso, como lo comentaba Alex.

Pero ya pensare en mi casa alguna buena manera de iniciar la conversación mañana con algún compañero, de momento he terminado por hoy, pasare a comprar algo de tomar en la tienda de la escuela y después de eso regresare a casa.

Al llegar a la tienda había una pequeña fila para comprar y tras decidir que tomar, opte por comprar un jugo y un sándwich para acompañar, saque mi billetera para pagar y después salí a buscar un lugar para comer, tras caminar un momento por la escuela opte por sentarme en una banca, al lado de una jardinera, bajo la sombra de un árbol.

No llevaba ni cinco minutos sentado y comiendo cuando a lo lejos vi a Alex, parecía estar hablando con alguien por teléfono, al notar que lo estaba viendo levanto la mano para saludarme y guardo su teléfono, lo salude de regreso mientras se acercaba hasta donde me encontraba sentado.

Mientras se acercaba su expresión cambio, como si se encontrara feliz de haberse cruzado conmigo, ya que parecía tener ganas de decirme algo, finalmente llego hasta donde estaba.

— Creo que tarde en darte el consejo de la mañana —

— ¿De que hablas? —

— Hablo de que no solo no te pierdes en tus pensamientos cuando llevas tiempo caminando, ahora lo haces en todo momento —

No acababa de comprender lo que Alex decía, es verdad que a veces me quedo vagando en mis pensamientos mientras camino o voy en el transporte, pero solo ocurre en ocasiones, o podría ser que ya lo hacía de forma mas frecuente sin darme cuenta.

Al darse cuenta de que parecía no comprender a lo que se refería saco su teléfono y me mostro su pantalla. Lo que me mostro fue los últimos mensajes de nuestro chat, eran mensajes que me había enviado no hace más de 2 minutos.

<< 14:14 Oye Kazuki, ya terminé mis clases vamos a comer algo>>

<<14:15 te hablo ¿dónde estás?>>

— Además de eso, te marque dos veces y tampoco respondiste. —

— ¿De verdad? Mi teléfono no sonó en ningún momento. —

— ¿No tendrás tu teléfono en silencio? —

Comencé a buscar mi teléfono, pero no lo tenía en ninguno de mis bolsillos, al no sentir mi teléfono, comencé a preocuparme, tomé mi mochila y lo buque rápidamente, por si en algún momento lo puse dentro de mi mochila sin darme cuenta, pero rápidamente me di cuenta de que no lo tenía, la preocupación que ya sentía fue mayor.

— Creo… que perdí mi teléfono. —

— Debes estar bromeando ¿Cómo no te vas a dar cuenta de que no tienes tu teléfono? —

— Es en serio Alex… no lo tengo encima, ni en la mochila. —

En el momento que Alex se dio cuenta que no era un juego se puso serio y cambio su expresión a una un poco más preocupada.

— Vamos a buscar en tu ultimo salón ¿No lo habrás dejado ahí? O ¿Cuál fue el último momento en el que recuerdas tener tu teléfono? —

Trate de recordar cuando fue la ultima vez que lo tuve en mi mano o lo vi y eso fue antes de empezar mi última clase, seguramente lo deje ahí o se me callo sin que me diera cuenta.

— Acompáñame a buscarlo Alex, mi última clase fue en el salón J-05. —

— Vamos. —

Nos dirigimos rápidamente a mi ultimo salón, afortunadamente al salir no había visto que a otro grupo le fuera a tocar clase en el mismo salón, seguramente aún se encontraba vacío, por lo que, si deje mi teléfono ahí, era seguro que seguiría ahí.

Al llegar al edificio jota y subir por las escaleras pudimos ver al señor Riku, uno de los trabajadores de limpieza y mantenimiento del instituto, acababa de salir del aula con una cubeta con ruedas y un trapeador, seguramente acababa de limpiar.

De todos los trabajadores de mantenimiento, profesores y compañeros, de todas las personas, él era de las ultimas que desearía ver salir del salón al que venía a buscar algo.

El señor Riku o mejor dicho Old dog, como se le conocía entre los alumnos, debido a su apariencia, es u señor grande, en todo aspecto, tanto en tamaño, como en edad, con la cara arrugada y un semblante de pocos amigos, como un Bulldog enojado, le dieron pie a ese apodo.

No seria un problema si solo se tratara de eso, pero lo que era realmente el problema era intentar tratar con él, siempre se encontraba molesto y tratar de hablarle era una batalla total, una de la cual con lo único que obtendrías de el serian, quejas, que te ignorara, inclusive, hay quien cuenta que en algunas ocasiones había usado su trapeador o su escoba para alejar a la gente de un golpe.

Ni siquiera a los maestros les gustaba tratar con él, son la clase de trabajadores que uno no alcanza a comprender por que la escuela no ha tomado medidas o le han llamado la atención

Por si fuera poco, había algunos rumores sobre él, que todos los objetos que encontraba, los clasificaba y aquellos que consideraba basura los tiraba: suéteres, cuadernos, libros, lapiceras, por su parte, aquellos que tenían cierto valor los conservaba o los revendía: teléfonos, tabletas que algunos alumnos llevaban, relojes, collares y joyería de las chicas, claramente, no quería tener que ver ni tratar con él.

Pero no me quedo opción, debía recuperar mi teléfono, como ya había terminado de limpiar, se dirigía hacia las escaleras, donde estábamos parado Alex y yo, Me prepare para hablarle, intentando ser breve y lo más amable posible.

— Disculpe, señor Riku ¿no vio mi tel…—

— ¡No se! ¡déjame en paz! —

No pude ni terminar mi pregunta, cuando me interrumpió, no me miro ni por un segundo y continúo caminando, lo adelanté antes de que bajara por las escaleras y decidí volver a preguntar.

— Lo siento, solo quería saber si…—

— ¡Ya te dije que no me molestes¡ — en ese mismo momento uso su trapeador para alejarme de él.

Una vez que tome distancia bajo de forma apresurada por las escaleras y se fue sin decir o hacer nada más. Después de esa escena Alex me tomo por el hombro.

— Ya déjalo ir, dudo que consigas algo de él, mejor veamos i tu teléfono si se encuentra aun en el salón. —

Nos dirigimos al salón y tras entrar en e y buscar cerca del lugar en el que estaba sentado no encontramos nada, nuestra búsqueda resulto en vano.

— No parece que este aquí Kazuki. —

— Todo esto debe ser una mala broma. —

— Aún es pronto para darlo por perdido, tal vez algún otro alumno lo recogió y lo tiene en este momento, déjame marcar y veamos si alguien contesta. —

Tras decir eso Alex saco su teléfono y marco a mi número. Tenia la esperanza de que alguien contestara, pero rápidamente la esperanza se perdió, en el momento en que Alex marco, la llamada entro directamente al buzón de voz, eso solo podía significar que la persona que lo tenía había apagado mi teléfono para evitar que sonara.

La expresión de mi rostro paso de reflejar una pisca de esperanza a reflejar total decepción, Al ver mi cara Alex intento mostrar una sonrisa, aunque también reflejaba un poco de preocupación por mi situación.

— Relájate, aun no vamos a dirección, tal vez alguien ya lo llevo ahí. —

— ¿De que hablas Alex? ¿No es evidente? Este no es mi año. —

— Vamos, revisemos en la dirección antes de rendirnos. —

Una vez más, la pequeña bandera de la esperanza se levantaba un poco, una vez más existía una posibilidad nula de que mi teléfono apareciera, una última oportunidad de no tener que enfrentar el escenario de tener que recuperar mis datos y tener que volver a recuperar mis contactos.

Al llegar a la dirección nos dirigimos a la sala de profesores para consultar a los profesores de los objetos perdidos, cuando estábamos frente a la puerta de la sala de profesores, antes de tomar el pomo de la puerta, esta se abrió repentinamente.

Una chica salió repentinamente, con la cabeza agachada, al no estar viendo al frente choco inesperadamente conmigo, afortunadamente no iba tan rápido y pude tomarla de las manos para evitar que callera al suelo.

Tenía el cabello de color negro, ligeramente largo, con unos ojos brillantes en un tono café muy claro, con algunos toques verdes, sus manos eran suaves, dando la sensación d delicadeza por la forma como tomaba mis manos.

— ¿Te encuentras bien? —

— Sí… lo siento, no me di cuenta de que estabas frente a mí. —

— No pasa nada, solo procura tener mas cuidado y no agachar tanto la cabeza, podría volver a chocar con alguien. —

La chica solo asintió con la cabeza, parecía, estar perdida en sus pensamientos, así que la solté y dejé que continuara su camino.

Cuando la chica se fue entramos a la sala para contar a los profesores presentes sobre mi situación y que estaba en busca de mi teléfono, esperaba que supieran algo, pero debido a la hora recién había sido el cambio de turno, donde profesores del turno de la mañana cambian con los profesores de la tarde, por lo que no sabían si algún alumno trajo mi teléfono.

Una de las profesoras fue a revisar la caja de objetos perdidos de valor, una pequeña caja de metal donde solían guardar objetos importantes como teléfonos, relojes, audífonos, la abrían y revisaban todo frente al alumno, además de anotar los datos de que tomaban los alumnos por si resultaba que alguien tomaba algún objeto que no era suyo.

En el momento que se abrió la caja la bandera de mi última esperanza empezó a ondear esperando una buena noticia. Pero rápidamente fue derribada de un golpe.

— No, no hay ningún teléfono. —

Fue como dar un paso adelante y tropezar de inmediato. No supe que pensar y me olvidé de responder de inmediato, pero nuevamente Alex puso su mano en mi hombro para regresarme a la realidad.

— Bueno, muchas gracias, vámonos Kazuki. —

— Sí, claro… gracias. —

Salimos de la dirección y lo único que pude hacer fue suspirar con decepción, el hecho de perder mi teléfono el primer día no es algo que uno quiere, pero ya nada se podía hacer, ni buscando bajo todas las piedras mi teléfono iba a aparecer.

— Piensa que ahora tienes un buen pretexto para cambiar de teléfono Kazuki, aunque no tenías mucho de haberlo comprado. Debo decir que me sorprendió que todo esto no te emocionara, aunque sea un poco. —

No comprendía la ultima parte a la que se refería Alex, pero tampoco me sentía con ganas de preguntar.

— Tienes razón, lo único malo será tener que escuchar a mi padre volviéndome a dar su discurso de ser cuidadoso con mis cosas, además de oír nuevamente la historia de como el perdió su cartera con el pago de su primer trabajo. —

— Pero al final terminara comprándote uno nuevo. —

En ese momento el teléfono de Alex sonó, había recibido un mensaje, parecía algo importante, un mensaje extenso que leyó con mucha atención.

— Bueno Kazuki, debo irme, debo atender un asunto de ultimo momento, nos vemos mañana. Lamento lo de tu teléfono. —

— Descuida, esta bien, nos vemos mañana. —

Tras despedirnos, Alex se fue con algo de prisa, parecía que realmente se trataba de algo importante, pero ya le preguntaría la próxima vez que lo viera sobre lo ocurrido.

Por mi parte, regrese a mi casa, para descansar de toda la búsqueda y decepción del primer día, solo pensaba que el resto del año fuera mejor.

3

Al llegar a mi casa decidí tomar mi computadora para ver opciones de teléfonos y decidir cual comprar, tras checar algunos modelos y pensar en algunas opciones decidí prender la tele para continuar viendo mi serie, apenas pasaban de las 04:30 pm.

La serie que veía era una de detectives, encargados de perfilar criminales para resolver los diferentes casos que se le presentan. He sido fan de las series de detectives y policías desde pequeño, siempre me han gustado los misterios, casos y la forma como resuelven los detectives cada caso.

Una sola pista, el más mínimo detalle es el que los guía al culpable, a desarmar sus planes y parar el caos que causan para que paguen por sus crímenes. Los mejores son los privados, operando en silencio, y con métodos mas libres pero peligrosos, casi como espías.

Hay algo en ser detective que es emocionante, claro que tiene sus riesgos el enfrentar y buscar a quienes claramente desean ocultarse, pero debe ser un trabajo interesante.

Mi afición por el trabajo de los detectives es tan grande que cuento con varias cosas relacionadas a ese mundo, novelas, historias, series, videojuegos, a veces pienso como seria trabajar de detective, que clase de escenarios podría encontrar y como resolvería los casos que se me presenten.

Y esta serie en particular, sin duda alguna es de las mejores que he visto, siempre presentan casos interesantes y la trama es entretenida y a medida que veía la serie, algo llamo mi atención, en el episodio que estaba viendo.

Para el caso que se estaba resolviendo el uso de un localizador GPS fue clave para poder llegar al culpable. Uno de los investigadores había sido capturado por el criminal en turno, debido a que el plan previo salió mal y termino con su captura, pero, gracias a que recientemente él había colocado un dispositivo de búsqueda en sus llaves para no perderlas, al parecer debido a que suele ser distraído y muy apurado en su vida diaria, solía perder sus llaves u olvidarlas en los lugares a los que iba, debido a ese dispositivo es que lo encontraron, interfirieron con el sistema de la empresa que vendía los dispositivos para localizar la ubicación de su compañero, de esta forma dieron con el culpable antes de que pudiera llevar a cabo su plan.

Pero ya estoy desvariando de más, el punto importante es el GPS, tal vez no coloque un dispositivo GPS en mi teléfono, pero hay ventajas de la época moderna en la que vivimos

Los teléfonos actuales cuentan con un sistema de búsqueda, si decides activar esta opción, siempre que tu teléfono se encuentre encendido, podrás saber su posición al buscarlo mediante internet, lo único que necesitas saber son los datos de tu dispositivo.

Así que puse manos a la obra, busqué mi teléfono en la computadora, esperando que, para este punto, la persona que decidió tomar mi teléfono ya lo hubiera vuelto a encender, parecía que mi pensamiento no estaba errado, ya que el sistema de búsqueda me mostro la posición de mi teléfono.

Mi sorpresa fue grande al ver el lugar en el mapa donde se encontraba mi teléfono, en un principio pensé que estaría en la casa del ladrón, en algún lado de la ciudad, pero no era así, el lugar que marcaba el mapa y donde se encontraba mi teléfono era el instituto Valle del Norte.

Para tener una idea más precisa decidí acercar el mapa hasta tener el área del instituto lo mas grande posible, tome una captura de pantalla y después busque una el mapa de la escuela para sobreponer las imágenes y poder tener una idea mas precisa de donde estaba mi teléfono.

La idea fue buena y me mostraba el teléfono sobre el edificio N, por lo que el culpable se encontraba ahí también. Ya que sabia en donde se encontraba mi teléfono revise que salones había en ese edificio.

El edificio N es uno de los pocos edificios de 1 nivel, en el solo se encuentra 1 bodega, uno de los salones de uso libre, son salones que los alumnos pueden solicitar para llevar a cabo actividades independientes a las escolares, hay quienes hacen grupos de diferentes tipos, lectura, juegos, quienes deciden hacer salas de descanso, dar talleres o inclusive vender diferentes productos que elaboran a otros alumnos y también se encontraba la oficina general d mantenimiento.

Por fin comenzaba a ver un pequeño hilo conector que me guiaría a mi teléfono, podía ver al responsable de tener mi teléfono en mi mente, todo comenzaba a encajar casi de forma automática.

Si mi teléfono se encontraba en el Edificio N muy seguramente estaba en la oficina general de mantenimiento de la escuela, lo que significa que algún trabajador de ahí lo tenía y ya que la única persona de mantenimiento que estuvo en el salón J-05 fue Old dog, muy seguramente lo tenía guardado ahí.

Eso explicaría por qué no quería contestar mis preguntas, además de que le daría un propósito para atacar con su trapeador a un estudiante que preguntaba por un teléfono, sin mencionar que parecía tener prisa de irse de ese lugar.

No solo eso, conociendo las múltiples historias que giran en torno a Old dog y su afición por tomar las pertenencias perdidas que se encuentra, es normal llegar a la conclusión de que el tomo mi teléfono.

Pero esto no será suficiente para entrar como si nada a la oficina general de mantenimiento, primero necesito mas evidencia que me ayuden a tener un caso solido contra él, pero necesitaba hacerlo antes de que se decidiera de mi teléfono y acabará vendiéndoselo a alguien.

Si soy sincero, al terminar el primer día me sentía algo decaído, pero ahora me sentía emocionado, en este momento, me sentía como aquellos personajes que admiraba, incluso mi rostro mostro una pequeña sonrisa.

Antes de que pudiera pensar en mi siguiente movimiento algo resonó en mi cabeza <<Debo decir que me sorprendió que todo esto no te emocionara, aunque sea un poco.>> Recordar eso me hizo sonreír un poco más.

— De eso hablabas ¿no es así Alex? —

Dije en voz baja para mi mismo, me preocupé tanto por mi teléfono que no me di cuenta de algo, esto parecía ligeramente a un caso, puede que solo un pequeño caso escolar insignificante, pero era mi caso… mi primer caso, no lo había notado hasta este momento << No olvides, si esperas algo diferente o interesante, en lugar de esperar una invitación podrías tomar el primer paso Kazuki.>>

— Ja, ja, ja, tienes razón, eso hare… será mi primer paso Alex. Ya te lo agradeceré como se debe cuando te vea amigo mío. —

De momento debía pensar mi siguiente movimiento.

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