Chapter 3:
E.C.O.S.: Proyecto Athenas
3
Al día siguiente ya me sentía un poco mejor, me costo un poco de trabajo dormir pensando en lo ocurrido, pero al menos pude descansar un poco,
También parece que debido a que todo se pudo solucionar de forma rápida y no hubo ningún herido ni problema mayor la escuela no informo a mi padre. El día de ayer estuve pensando en que le diría a mi padre cuando llegara del trabajo, inclusive estuve pensando en todo un elaborado discurso para explicar todo lo que paso en la escuela.
Para mi sorpresa al llegar a casa se comporto como si nada, no suele estar mucho tiempo en casa por el horario de su trabajo, pero no es un padre irresponsable o indiferente, siempre que se presenta algún problema o necesito algo está ahí para mí.
Ya que no menciono ni por encima lo ocurrido, ni tampoco mostraba señales de que estuviera esperando a que se lo contara yo de primera mano supuse que la escuela no le habría informado.
Con el problema prácticamente resuelto no considere que fuera necesario decirle a mi padre nada y ya que llega tarde a casa ni siquiera notaria que llegare tarde hasta las vacaciones de invierno.
Hoy es viernes, el ultimo día de la primera semana, espero sea un día más tranquilo, mientras caminaba cerca de la escuela la cantidad de alumnos con los que me cruzaba aumentaban, a su vez sentía un par de miradas de algunos de ellos.
Esto era algo que ya venía venir y en parte era resultado de mi decisión de exponer al señor Riku en un lugar con varios testigos.
Muchas veces basta con que una sola persona comience un rumor para que este se esparza y dependiendo de que tan bueno sea su alcance y la velocidad con la que mas gente se enterara será mayor.
No sabia que clase de rumores corrían sobre mí, pero tampoco me preocupaba mucho, esto me perseguiría durante un tiempo, pero no sería eterno, es parte de mi castigo por como resulto todo el día de ayer.
De repente sentí un pequeño golpe en mi espalda, no necesitaba ni voltear para saber de quién se trataba.
— Veo que llevaste lejos esto de tener un año diferente Kazuki. —
Se trataba de Alex, ya esperaba que viniera a burlarse un poco de mi situación, aunque no esperaba que fuera desde el inicio del día.
— Veo que te divierte saber que tuve problemas y que ahora corren rumores sobre mí. —
— Vamos, no tienes que llorar tan pronto Kazuki, ja, ja, ja, solo son u par de rumores temporales, si se empiezan a salir de control entonces me preocupare, pero dudo que pase. —
— ¿Sabes que dicen de mí? —
— Realmente no, hasta donde sé, dicen que te metiste en problemas por saltar frente al carro de Old dog, pero que solo hiciste el ridículo. Debo decir que tienes suerte, ya que el drama que hiciste llamo la atención de todos los presentes y parece que olvidaron grabar algo.
— ¿De verdad? Eso ya hace que me sienta aliviado, no tengo que preocuparme de que un video mío este circulando entre las personas. —
Suspiré un poco, saber que no había evidencias en video de mi vergonzoso incidente era un alivio, pero rápidamente sentí un escalofrío, decidí voltear a ver a Alex y su rostro ya lo decía todo.
Parecía que, de todo, justamente esperaba este momento, su rostro se veía ligeramente arrugado por tratar de contener la risa, inmediatamente me hizo sudar frio y temer lo peor.
— ¿Qué?... ¿Qué ocurre?... Alex… —
Alex no dijo nada, mejor dicho, no podía, claramente tenía demasiadas ganas de reír. En ese momento saco su teléfono y lo puso frente a mí.
Acto seguido mis ojos se abrieron de forma exagerada y arrebate el teléfono de las manos de Alex de forma automática, tenia que ver la imagen que estaba mostrando con más detalle.
No podía creer lo que estaba viendo, si esto estaba circulando era peor que un pequeño rumor.
Voltee a ver a Alex desconcertado e impresionado por lo que estaba viendo, pero claramente su reacción era la única que se podía esperar en esta situación.
— ¡JA, JA, JA, JA, JA, JA, JA, JA! —
— ¡Esto no es gracioso!, ¡no puedo creer que este circulando esto con los rumores! —
— ¡JA, JA, JA, JA¡! ¿de que hablas? Es muy divertido, ja, ja, ja, además, no hay mucho que puedas hacer al respecto, ja, ja, déjalo ser, se olvidara junto a los rumores. —
Lo peor no es que tuviera razón, era tener que escuchar la razón mientras se reía de mi situación.
Tal parece que no hubo tiempo para que los testigos grabaran, pero uno de ellos no se olvido de tomar alguna prueba y había decidido tomar una foto del momento final en el que el profesor Nagase me llevaba a la sala de profesores.
La foto en cuestión me mostraba a mi mientras caminaba, seria algo normal, lo que no era normal era el rostro que tenia en mi foto, era una mezcla entre un rostro desconcertado, uno de decepción y al mismo tiempo parecía que podía romper en llanto en cualquier momento.
Una mezcla de emociones que como resultado me hacían ver fatal en la fotografía, misma que seguramente ya se había compartido junto a los rumores sobre el problema que cause.
Saber de la existencia de esto solo hizo que mi humor del día de hoy decayera en un instante, son de las noticias que preferirías no saber y que pasaran a la historia sin mayor importancia.
Tras esta noticia Alex y yo nos dirigimos a la escuela, el día se desarrollo sin mayor novedad ni problema, a lo largo del día no me libre de sentir algunas miradas repentinas sobre mi o ver que la gente decía algo entre ellos al verme pasar.
Supongo que será así por un par de días, pero también se que no pasará mucho para que todo se calme.
Así termine el resto del día de hoy, la sensación de sentir miradas repentinas y saber que lo que la gente dice es respecto a ti es agotador, sin mencionar que al esperar este tipo de cosas te vuelves mas observador, una especie de modo de defensa y estar con esta sensación por mucho tiempo se vuelve agotador.
Pero tendría el fin de semana para descansar, ahora solo me quedaba una tarea pendiente por hacer antes de regresar a mi casa, tome mis cosas y me dirigí a realizar mi ultima actividad del día.
Tras caminar un poco llegue a mi destino, el edificio N, tenia que disculparme con el señor Riku sobre lo que había pasado.
Ya tenia medianamente pensado lo que iba a decir, lo único que espero de todo esto es que se desarrolle de forma normal y sin mayor problema, no quiero tener que participar en otra gran escena.
Me acerque a la puerta y toque, tras un par de segundos de espera alguien abrió la puerta y para mi suerte era el señor Riku.
— ¿Qué es lo que quieres? ¿no te basto con lo de ayer? —
Claramente estaba molesto, pero imagino que debido al tema del hospital y que tenia otros asuntos que atender ya estaba más clamado.
— Buenas tardes, señor Riku, se que en estos momentos soy la ultima persona a la que quiere ver, pero he venido a disculparme. Le pido disculpas por los problemas que le cause y las acusaciones que hice contra usted, espero pueda disculparme por mis acciones, no volverá a pasa. —
Realmente me sentía terrible por el mal momento que le hice pasar y no pretendía robarle mas de su tiempo, por lo que fui directo, breve y lo mas sincero posible en mi disculpa.
— Realmente me molesta ver tu rostro niño, pero ya me contaron un poco sobre que fue lo que paso y porque brincaste frente al auto y todo el drama que hiciste. —
— Lamento que mis sospechas tuvieran que afectarle de esta forma. —
— Ya, ya, cálmate un poco, estoy molesto y realmente tengo ganas de darte un golpe. —
Por un momento sentí un poco de miedo y me puse alerta, listo para salir corriendo en cualquier momento.
— Aun así, se lo que es ser joven y también cometí grandes errores en la escuela, por lo que acepto tus disculpas. —
— Muchas gracias, señor Riku. —
— Pero… espero no tener que volver a pasar por algo así por culpa tuya ¡¿entendido?!, lo ultimo que quiero es tener que estar metido en otro problema y tener que ver tu rostro, porque entonces no dudare en darte un buen golpe ¿quedo claro niño? —
En ese momento trague un poco de saliva, entro a mi cuerpo una sensación de nervios y miedo, además de sudar frio tan solo de imaginar la escena de la que hablaba el señor Riku.
— No se preocupe, le aseguro que no volverá a pasar. —
— Eso espero niño, ahora, fuera de aquí, no quiero verte más. —
Tras decir eso lo siguiente que vi fue la puerta de la sala de mantenimiento ser cerrada rápidamente y con fuerza frente a mi cara, claramente debía macharme lo mas pronto posible del lugar.
Di media vuelta y me disponía a regresar, pero tras dar un par de pasos sentí una mirada con un gran peso sobre mí, por lo que volteé para ver de quien se trataba, pero no pude notar nada a mi alrededor.
Al no ver a nadie continúe mi camino, pero tan pronto como me di la vuelta la sensación regreso.
Volví a dar la vuelta inmediatamente y aunque no pude ver a nadie de forma inmediata note algo que llamo mi atención, la cortina de una de las ventanas del salón a un lado de la sala de mantenimiento se movió, como si alguien tratara de esconderse.
Decidí darme la vuelta una vez mas para volver a comprobar que no solo era imaginación mía.
Una vez me di la vuelta y tras dar un par de pasos volví a sentir la mirada sobre mí, no había duda alguna, alguien estaba mirándome, lo único que quedaba era volver a voltear rápidamente para verificar que la sensación venia del mismo lugar.
Volví a voltear de forma repentina, intentando atrapar a mi observador.
Sentía un poco de emoción por saber quién me estaba vigilando desde las sombras, pero en el momento en el que voltee me quede completamente inmovilizado, pues esperaba ver a alguien ocultarse tras la ventana, pero no fue así, pues tan pronto como voltee mis ojos se cruzaron con lo de otra persona.
Parada frente a mi se encontraba una joven de mi edad, con un cabello carmesí de tono oscuro, con algunas trenzas adornándolo, de silueta bella y elegante, con un rostro de rasgos finos y piel que asemejaban a la porcelana.
Pero si me preguntaban, lo que era más llamativo de ella era su mirada, serena pero afilada a la vez, adornada con ojos grises tan profundos que parecían ver a través de uno.
Puede que solo este exagerando debido a lo inesperado que fue verla en ese lugar, pero casi podría asegurar que por un momento desprendía una clase de aura que resaltaban su presencia, como si incluso la misma naturaleza conspirara a su favor, pues en el instante que la vi una ligera brisa le dio movimiento a su cabello dándole mas fuerza a su persona.
A pesar de dar la sensación de que podría ser un momento duradero la realidad es que el impacto solo duro un par de segundos.
Pero mientras mi mente regresaba a la realidad, las acciones de mi cuerpo se adelantaron, dando un par de pasos para acercarme y un par de palabras salieron de mi persona sin previo aviso.
— No esperaba que mi observadora fuera una estudiante de renombre Sae Mori, ya decía yo que había algo familiar en la sensación de la mirada que sentía sobre mí. —
No fueron las mejores palabras para comenzar una conversación con una persona con la que no había hablado antes, pero los dados habían sido lanzados y esperaba no tener mala suerte con mi elección, no quisiera un problema que involucre a una alumna ejemplar.
— No te parece que no es la forma correcta para dirigirse a alguien por primera vez. —
Su voz era como uno pensaría, transmitía confianza, serenidad y un poco de calma en su manera de hablar. Para este momento ya me sentía presente en mi cuerpo, por lo que ya podía pensar antes de hablar.
Aun así, me sentía un poco avergonzado por mis primeras palabras, pero bastaba con calmarse un poco y guiar la situación a lo que me interesaba.
— Sí, tienes razón, pero no pude pensar bien en mis palabras, no esperaba ver a alguien cuando me di la vuelta, si le sumas la sorpresa de que la persona que vi era alguien que tiene cierto reconocimiento en la escuela y entre los alumnos, se vuelve razonable no saber como iniciar una conversación en una situación así. —
— Puede que tengas un poco de razón, pero pudiste haber dicho algo un poco mas adecuado o natural. —
— No lo negare, pero ya que aclaramos eso, lo que realmente me interesa saber es ¿Por qué razón me estabas observando mientras te escondías? —
Era mejor olvidar el mal inicio y guiar la conversación directo a lo que quería saber, si había salido del salón donde se encontraba seguramente tenía algo que decir.
— No te estaba vigilando. —
— Entonces dime ¿Por qué te escondiste cuando voltee? —
— No lo sé, podrías llamarlo instinto, la gente suele voltear para otro lado, moverse o esconderse cuando alguien los voltea a ver sin previo aviso, es una respuesta natural. —
— Tienes un punto, pero ahora que recuerdo, el otro día que estuve por aquí también sentí una mirada, imagino que eras tu. —
Tras sugerir esto se dibujó una pequeña sonrisa en el rostro de Mori, debía estar en lo correcto, pensándolo un momento, eso explicaría el sonido que escuche en aquella ocasión y la sensación de ser observado cuando hacía en mi investigación.
— Jm, jm, sí, se trataba de mí, y debo decir que en aquella ocasión quería hablar contigo. —
No entendía el motivo de su pequeña risa contenida, aunque sonaba un poco maliciosa y burlesca, pero me causo curiosidad lo que dijo.
— Entonces también me viste en aquella ocasión, ¿Qué fue lo que te detuvo en ese momento? —
Tras preguntar su risa se volvió un poco mayor, pero inmediatamente volteo a un lado y respiro intentando calmarse, tras verse mas tranquila volteo a verme y tras colocar una de sus manos frente a su boca, que estoy segura que tenia una ligera sonrisa burlona dijo con una voz baja.
— Bueno… no esperaba que la persona con la que quería hablar en ese momento tuviera un sistema digestivo potente. —
No paso ni un segundo después de que Mori termino de hablar cuando mi cuerpo fue invadido por un sentimiento de vergüenza enorme.
Mis ojos se abrieron lentamente, por mi frente comenzó a correr la sensación de pequeñas gotas de sudor frio, y mi rostro paso de su tono natural a uno rojizo intenso, decir que parecía un tomate sería poco.
No sabia bajo que árbol o piedra esconderme, tras oír esas palabras de una chica era algo que ninguna persona quisiera oír, menos de un desconocido en su primera charla.
Di un paso hacia atrás sin darme cuenta, comencé a pasar una de mis manos por mi frente intentando que las gotas de sudor no corrieran por mi cara, al mismo tiempo mis ojos buscaban refugio lejos de la vista de Mori.
— Yo… bueno… noes eso… es que… —
— jm, jm, jm, descuida, tu secreto está a salvo conmigo, Kazuki, el terror de los inodoros. —
Saber que fue testigo de esa escena era vergonzoso, intentar explicarlo ya era difícil y sus comentarios lo hacían todavía más complicado, ya no quería tener que formar parte de esta conversación.
— No es lo que piensas, es un malentendido… eso fue algo que tuve que decir para mi investigación… todo fue inventado… nunca he tenido problemas en los sanitarios de la escuela. —
— Entonces, ¿en otros sanitarios sí?, no hace falta que respondas, no querrás embarrarte más, jm, jm. —
Jamás imagine que alguien con una reputación tan buena podría ser alguien burlona y con ese tipo de sentido del humor, ya me sentía algo molesto, realmente quería irme de este lugar lo más pronto posible.
— En lugar de hacer bromas dime, ¿Qué querías hablar conmigo? —
En ese momento paro sus burlas y su expresión volvió a ser una más serena, metió la mano en una de sus bolsas para buscar algún objeto.
— Cierto, se trata de esto. — dijo mientras que ponía mi teléfono frente a mi rostro.
La vergüenza y molestia que sentía se fueron rápidamente y de forma inmediata la sorpresa invadió mi mente.
— ¿De donde lo sacaste?, ¿Por qué lo tienes tu? —
Tenía un montón de preguntas que hacer, en este punto ya había dado por perdido mi teléfono, pero ahora se encontraba frente a mí. Estire mi mano y lo tome.
— Quise devolvértelo desde el martes, después de la clase conjunta, pero en ese momento unas compañeras me tomaron por sorpresa y tu te fuiste rápidamente.
Después de eso escuche ruido al lado y al ver por la ventana vi que eras tú, pero después de escuchar la conversación que tuviste con los de mantenimiento me gano la risa y olvide por completo devolver tu teléfono.
Finalmente, el día de ayer no apareciste en la clase conjunta, por lo que tampoco pude devolverte tu teléfono, después me enteré de los rumores, que tuviste problemas con alguien de mantenimiento y fue hasta apenas hoy que pude devolverte tu teléfono tras verte por la ventana. —
En ese momento una pieza nueva de mi fallida investigación apareció, aunque nuevas interrogantes se formaron, hubo algo que me impidió preguntar y la mezcla de todas mis emociones previas: la frustración y malestar de haber fallado en mi investigación, saber que pude recuperar mi teléfono en el segundo día y evitar todo el problema, las burlas y vergüenza que pasé en este momento se juntaron y salieron de mi sin previo aviso.
— Entonces todo este tiempo ¿lo tenías tu?, pudiste haberme detenido desde el martes y nada de lo que pase habría pasado, ¡estaría como si nada si me hubieras dicho esto desde un principio!, ¡de haberlo sabido no hubiera hecho una investigación ni habría señalado al señor Riku como el culpable! —
Todos los acontecimientos que habían ocurrido pasaron rápidamente por mi cabeza y en lo único que podía pensar era en el tiempo que hubiera ahorrado y los problemas que hubiera evitado.
No solo eso, algo en mi mente hizo clic y finalmente hubo respuesta a el por qué el rastreo de mi teléfono lo había marcado en el edificio N, seguramente lo tuvo todo este tiempo en ese salón, ya me había resignado tanto que ni pensé en lo que dio inicio a todo esto y por fin todo tenía una explicación.
Pero el sentimiento duro poco, pues la expresión de Mori cambio rápidamente a una cara mas seria y una mirada más afilada.
— ¡¿Qué dices?!, ¡¿ahora es mi responsabilidad el que tu hayas cometido el error que cometiste y causado los problemas que causaste?!, creo que estas muy equivocado.
Según se, fuiste tu quien actuó de forma descuidada, no solo te lanzaste a acusar a alguien de una forma tan absurda que prácticamente pusiste tu vida en riesgo, además, no contabas con las pruebas suficientes ni fundamentos que te respaldaran. —
— ¡Te equivocas, tenia pruebas validas!, ¡de hab… —
— ¡Mentira!, de tener pruebas validas las cosas no hubieran terminado de esta forma, podría apostar que lo que tenías como “pruebas” no serian mas que observaciones y conjeturas a medias, a partir de lo que creías que era la verdad. Me pregunto si realmente intentaste hacer una investigación seria o solo estabas jugando al niño policía. —
— Yo… — En ese momento mi mente quedo en blanco.
— Eso imaginaba, es lo que pasa cuando la gente actúa basándose en observaciones que parecen ser actividades culpables, con verdades a medias e hilando las cosas a manera de que creen tener la verdad. Es verdad que esto suele pasar en las series o películas una o dos veces antes de que la verdad se descubra.
Inclusive en los casos de la vida diaria llevados a cabo por las autoridades, pero mínimo son conscientes de que por mucho que alguien parezca culpable, seguirá siendo un sospechoso hasta que tengan completamente la certeza, procurando actuar de forma cuidadosa porque saben que el mínimo error podría dejar al culpable libre.
No solo se avientan frente a un auto y señalan a alguien como si nada, hay procedimientos que uno debe seguir, las cosas no son como lo que ves en la ficción. —
No solo se trataba de las palabras que estaba escuchando en este momento, también pasaba por mi mente la conversación que había tenido con el profesor Nagase, por fin comprendía aquello que intentaba decirme en aquel momento.
Ya no quedaba duda, realmente lo único que quedo expuesto en ese momento fue la mentira de detective que era.
— Puede que pienses que muchas de tus sospechas y tus razones para sospechar del señor Riku pueden ser justificadas, pero no pasaran de ser excusas “El parecía sospechoso”, “como podría saber que no era lo que pensaba”, “pero todas mis pistas lo señalaban a él”, solo son excusas.
Ya sea que realmente sea el culpable o que estés equivocado, acabaras causando un daño al señalar a alguien, mas si lo haces de la forma que elegiste, no solo quedaras en ridículo, también le darás oportunidad a tu sospechoso para lavarse las manos si realmente se trataba de el o de ponerse alerta y ser mas cuidadoso si señalaste a alguien equivocado, sin mencionar que te colocaras en una mala posición y te harás de mala fama. —
Con cada palabra era mas consciente de mis errores, comprendía mejor que había hecho mal, me sentía estúpido de haber tratado esto en parte como un juego, y no poner mas seriedad y atención a mis actos y errores.
— Si planeas continuar con esto piensa en todo lo que te dije, se mas consciente del papel que tomas y que quieres representa, peo ya es suficiente, creo que tienes mucho que pensar, deja de excusarte por tus fallos, si quieres jugar al detective hazte responsable de lo que conlleva… Ya me voy, deberías hacer lo mismo. —
Tras decir eso Mori dio la vuelta y regreso al salón en el que estaba
— Sí… —
No tenia palabras para responder sus argumentos, simplemente había sido aplastado por el peso de mis propias acciones y debía pensar en ello, todavía costaba trabajo asimilar la información que tenía en este momento.
Lo mejor era marcharme a mi casa y usar mi fin de semana para pensar y reflexionar, Mori tenía razón, no podía culparla por los errores que cometí, al final esas decisiones las tomé yo.
Son estas las ocasiones donde desearías detenerte, donde haber esperado un momento más o detenerte a cuestionar una sola vez tus acciones lo hubiera cambiado todo, puede que en esencia mi criterio de actuar no estuviera mal, pero no cuestionar todo lo demás me salió caro.
Pero toda experiencia es buena para el crecimiento personal, no puedo decir que sea una lección que cargare con orgullo, pero si una que me servirá de mucho.
Por ahora la primera semana acabo y es momento de ir a casa y descansar, creo que puedo decir que de cierta forma me merezco este descanso.
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