Chapter 74:

CAPITULO 6 PARTE 16: "Sal, Mana"

Cronicas de Rigel


No había nadie que no observara a Velmira desde el otro lado del cristal.

Yuzuki y Kira le observaban directamente, listas para liderar una defensiva por si Mimic pasaba la línea.

Selina estaba cruzada de brazos, observando un poco. El cambio de las circunstancias fue repentino para ella, pero no se quejaba. Calius, a su lado, estaba demasiado atento a la pelea, como si fuera una oportunidad de estudio a la vista.

Kaede estaba al lado de Shiro, algo pensativa sobre Velmira, pero estaría atenta a la pelea, pues podría descontrolarse y tendrían que improvisar.

Shiro estaba completamente sumido en sus pensamientos mientras observaba:

“Velmira y Mimic... ¿por qué todo encaja tan bien? Alma, Touka y Velka... ¿la crearon a ella? ¿No tiene sentido? Se supone que todo terminó después de que Alma peleara contra su doble, no...?”

Shiro tragó saliva, parpadeó un par de veces, tratando de recordar. Se sintió estúpido al reconocer la respuesta.

“Claro... Alma Rigel dejó a mi disposición una especie de sueños sobre lo que pasa después. ¿Cómo pude ignorarlo hasta el día de hoy? Ignoré el peso de ello... tal vez haya alguna pista sobre Tenzou Hinokami...”

Una mano tocó el hombro de Shiro, tratando de llamar su atención.

—“Shiro... ¿estás bien? ¿Te pasó algo al separarnos?” —dijo Kaede, con algo de curiosidad.

Shiro le observó de reojo y sonrió ligeramente.

—“No... no te preocupes, hablemos más tarde.”

Kaede bajó la mirada.

—“Entiendo...”

[...]

Velmira estaba estática frente a la viscosidad que era Mimic, retorciéndose bajo su propio cuerpo.

Las paredes se movían como si se controlaran solas. Una piedra se dirigió rápidamente a Velmira; estaba adherida a la pared, formando una especie de estalactita sin filo.

Velmira movió ligeramente la mano derecha, bloqueando el avance de tal ataque. Mantuvo la fuerza y observó de reojo el ataque.

—“Fue capaz de retorcer la estructura... Mimic es capaz de modificar el entorno y copiar a los aliados de Shiro Mimosa. Debería acabar con esto rápidamente, sin problemas.”

Mimic trató de tomar forma en su cuerpo, aparentando forma humana, solo que de dos metros y tratando de formar un cuerpo corpulento.

Alzó la mano viscosa derecha, apretándola y haciéndola desaparecer.

Velmira se puso en guardia, elevando ligeramente ambas manos.

Del otro lado de la sala, nuevamente una especie de estalactita salió dirigida hacia ella. Velmira nuevamente detuvo el avance del ataque, esta vez con su mano zurda. Con algo de sobreesfuerzo, desvió el ataque a un lado.

Mimic, tratando de adaptarse al cuerpo humano, movía algunas articulaciones, movía los dedos, saltaba ligeramente, movía la cadera un poco para forzar el cuerpo.

Finalmente adaptado, Mimic se preparó para deshacerse de sus invitados. Se impulsó hacia Velmira, destruyendo parte del piso donde estaba parado antes ante un impulso tan fuerte.

El robot dio un salto fuerte hacia arriba. Mimic observó ello y apretó ambos puños. De los lados, más estalactitas salieron hacia ella, moviéndose lado a lado como serpientes hechas de piedra.

Velmira movió ligeramente su cuerpo para caer encima de una de las extensiones, corriendo en ella mientras esquivaba el avance de la segunda.

—“Se adapta rápido... ¿será una de sus habilidades...?” —murmuró Mizuki, observando desde el dron.

Velmira bajó de la extensión de piedras.

Mimic reaccionó, elevó la mano derecha ligeramente.

El techo se rompió, dejando pasar un potente relámpago morado que descendía hacia Velmira.

—“Me está copiando...” —murmuró Yuzuki.

Velmira empezó a correr hacia un lado, esquivando el relámpago por poco. Mimic atacó.

Su brazo se estiró como una extensión, dejando salir en su palma una guadaña sin aparente forma.

Velmira dio un paso atrás para esquivar tal extensión. Mimic se impulsó hacia ella, tratando de atacar nuevamente con la extensión de una guadaña en su palma.

Velmira se agachó, tratando de patear a Mimic al mismo tiempo.

Mimic se impulsó hacia atrás mientras, en el aire, invocaba algo que aparentaban ser rifles y pistolas que parecían gotear hacia el suelo, pero funcionaban. Cada uno de ellos empezó a disparar hacia Velmira.

La robot empezó a moverse lado a lado con un entusiasmo que su cara vacía no demostraba, alzando los brazos, piernas y moviendo la cintura con delicadeza. Una robot diseñada para pelear adaptándose al enemigo poco a poco.

El Mimic empezó a mover ambas manos como si dirigiera una orquesta.

De las paredes y techo, empezaron a salir múltiples extensiones que se movían como serpientes hacia Velmira. Ella esperó que se acercaran lo suficiente, saltando y dejando que chocaran con el suelo, empezó a correr encima de una de ellas, acercándose a Mimic.

En su camino, diversos poderes trataron de detenerla.

Un tornado se atravesó. Velmira cambió de extensión de piedra, siguió corriendo mientras buscaba una abertura hacia Mimic.

Velmira se detuvo y se impulsó hacia atrás. Una extensión pasó frente a ella rápidamente. Velmira saltó al lado; la misma extensión dio una vuelta para tratar de atacar.

Mimic la observaba directamente a los ojos, esperando. Velmira también le observaba.

Velmira dio nuevamente un salto, acercándose a Mimic. Alzó el puño hacia él, lista.

Mimic la observó con el único ojo que tenía en medio de su cara. Invocó una carta que trataba de imitar el azul, pero parecía demasiado defectuosa.

—“Mimic no copia las almas, copia movimientos.” —dijo Velmira, poco a poco entendiendo más al enemigo.

Velmira desvió su golpe a un lado, dejando pasar la carta. Dejó caer su cuerpo al suelo para elevar las piernas y patear fuertemente a Mimic hacia la pared, el impacto resonando en toda la inmensa habitación.

Velmira se quedó estática, observando cómo Mimic impactaba contra la pared.

—“Posibilidades de que Mimic se levante... altas.” —Se puso en guardia nuevamente, siempre conservando la misma expresión vacía en el rostro.

Mimic se impulsó en un instante, de la oscuridad de los escombros hacia Velmira. Alzó la mano derecha, tratando de tomar su rostro. Velmira se alzó al cielo.

De las paredes, múltiples extensiones salieron nuevamente.

—“En el cielo hay más vulnerabilidad a ataques.” —Trató de girar en sí misma en el aire, logrando esquivar la primera extensión moldeada de piedra. La segunda la golpeó de lleno, golpeándola contra la pared.

—“Fallé en esquivar, error.” Velmira pateó la extensión, destruyendo la parte que le amenazaba como si nada.

Velmira descendió al suelo, observando a Mimic.

[...]

Mizuki bebía un sorbo de su café mientras observaba la pantalla, algo incrédula de tal espectáculo visual.

—“Tengo suerte... todo está grabado y tengo la oportunidad de conseguir una nueva aliada...”

Velmira empezó a dar pasos hacia Mimic.

Mimic estaba desesperado, alzó la mano con fuerza. El techo se empezó a romper, dejando pasar grandes y rápidos rayos fuertes todo el tiempo.

De las paredes empezaron a salir más extensiones hechas con la misma mazmorra. Ráfagas de fuego y de viento viajaban hacia ella. Más rifles y pistolas hechos de gotas en el aire le apuntaban.

Finalmente, copió 4 cartas más, lanzándolas hacia Velmira.

Las 4 cartas viajaron rápidamente. Velmira las observó.

Elevó ligeramente la mano derecha, desviando las 3 primeras cartas a los lados como si fueran molestia. La cuarta carta, chasqueó los dedos para hacerla explotar ligeramente ahí mismo.

Velmira empezó a correr nuevamente. Saltando ligeramente, empezó a correr en una de las extensiones, era como un camino moldeado hecho para moverse como una serpiente. Velmira saltó hacia un lado, subiendo a una nueva extensión.

Un rayo viajó del cielo hacia ella, impactando a su lado. Otro rayo viajó, disfrutando el mismo destino.

Velmira elevó la mano derecha, desviando la ráfaga del fuego imponiendo fuerza. Se detuvo para bloquear y disolver la ráfaga de viento con sus propias manos.

Empezó a moverse ligeramente a los lados cuando las armas viscosas empezaron a disparar. Cada bala pasaba cerca de ella, ninguna acertaba, como si Velmira hubiera aprendido el patrón. Cuando las balas terminaron, se volvió a impulsar.

Cartas aparecían a sus lados, empezando a explotar. Velmira empezó a correr más rápido, evitando las explosiones.

Dos extensiones se dirigían hacia ella en lados opuestos, buscando aplastarla. Velmira se percató tarde, elevó ambas manos a los lados, tomando fuerza para parar ambas y mantenerlas así.

—“Mis brazos no aguantan tanta masa al mismo tiempo, no... mi prioridad es ganar la batalla que se me cedió.”

Velmira impuso más fuerza, logrando hacer que las extensiones se alejaran un poco, tiempo suficiente para saltar. Ambas piedras chocaron una con la otra justamente cuando Velmira se alejó el centímetro suficiente. Finalmente, se dejó caer.

Al caer, lo observó. Tenía en la mira a Mimic. Velmira suspiró, y alzó su mano derecha, parecía cortar el mismo espacio-tiempo, creando una fisura morada y rosa.

—“Extensión, Mana...”

Mizuki abrió los ojos un poco más, sorprendiéndose.

Yuzuki se quejó en silencio. Velmira estaba haciendo algo prácticamente imposible.

Shiro tenía una mirada incrédula mientras observaba:

“Primero Alma Rigel, después Rhydros, Ryouji... y ahora...”

Velmira dejó que la ráfaga de mana se fuera directamente hacia Mimic, cortándolo a la mitad al instante, su cuerpo cayendo al suelo mientras Velmira también descendía.

El robot simplemente observó cómo Mimic se deterioraba como si nada, desvió la mirada hacia el muro de magia que se deterioraba, alzó la voz.

—“He cumplido mi misión, Shiro Mimosa. Mi prioridad es protegerte y estar a tu lado.”

[...]

—“Estar a tu lado...” —murmuró Kira.
—“Protegerte...” —dijo Yuzuki, algo pensativa.
—“Cumplimos el objetivo... Velmira.”

La robot desvió su atención al dron.

—“¿Sí?”
—“Nos acompañarías a otro lugar, ¿no?”
—“Si a ese lugar va Shiro Mimosa, iré a cualquier lugar.”
—“Qué apasionada su labor...” —murmuró Mizuki.

Mizuki, desde su sala de control, estiró los brazos y dio unas últimas órdenes:

—“Bien... Yuzuki, trae el dron sano y salvo en una pieza. El equipo de transporte debería llegar en máximo 30 minutos.”

Selina se quejó en silencio:

—“30 minutos en este desierto...”

Con un botón, Mizuki cortó la transmisión y apagó el dron, guardando la grabación. Se levantó de su cómoda silla negra y se acomodó la bata blanca de laboratorio.

—“Bien...”

Empezó a caminar hacia la puerta entre la oscuridad.

—“Dentro de poco se actualiza el ranking y tendré que postularme en ese otro tema... se vienen días interesantes, más con esta grabación tan preciada...” —murmuró mientras abría la puerta.

Chaos
Author: