La parafernalia! el nuevo circo mágico!

Una espesa bruma negra cubre todo a su alrededor, se escuchan unas risas lejanas, gente que se conoce, charlando, otros, apresurados por coger sitio de los primeros corren hacia la entrada. 
A su lado, solo tiene su vieja lámpara de vela que puede iluminar poco más de varios pasos sobre él, aferrándose a ella avanza hasta una gran puerta, la cuál pone bien en grande:
"¡Sed bienvenidos a LA PARAFERNALIA!" 

Una gran ráfaga de viento lo obliga a entrar, lo que a su vez, cierra las enormes puertas con fuerza, causando un estruendo importante, y con ello, apagando la pequeña vela que lo acompañaba...
Alrededor suya comienzan a encenderse viejas farolas, algunas, tardando más que otras y parpadeando un par de veces en el proceso, todo indicándole en cierto sentido el camino que debía seguir.
Atemorizado, comienza a andar con brío siguiendo el camino iluminado, hasta llegar a una carpa, igualita que todas en el exterior, pero esta, denota que es la suya.

- Bueno bueno chicos, es un placer teneros hoy a todos presentes, como bien sabéis, aquí es donde pasaréis unos cuantos años trabajando si dios quiere, y si dais la talla por supuesto, pero no os preocupéis, antes que vosotros ha habido muchos, y todos tarde o temprano aprendían como funcionaba esto. ¡Estoy seguro de que le acabaréis cogiendo cariño y todo jaja!

Tras esto, la rechoncha figura que los había recibido de un principio abandona la carpa dejando a los presentes algo perdidos.

- ¿Vaya presentación no? menuda la que nos espera
- Fua, más les vale que paguen bien o yo me piro pronto

La multitud empieza a esparcirse por la carpa, aún siendo cerca de 20 personas la carpa era lo suficientemente grande como para sentirse alejados los unos de los otros, dejando a Rob, confundido y asustado, agarrando con fuerza su lámpara...