Chapter 1:
The beginning of the Ice Hero Vol 3| Black Parade #workverso
Domingo 8 de febrero. Ciudad granizo, distrito iceberg. Área de almacenes iceberg. 02:25 A.M.
La madrugada en el Distrito Iceberg era fría como siempre, pero esta vez... también era volátil.
Un montacargas bajaba una caja más grande que un coche blindado, marcada con símbolos que decían sin decir: “No te acerques si te gusta vivir.”
—¡Oye! No golpees la caja, ¿quieres volar por los aires antes del desayuno?
El conductor se encogió de hombros. Los soldados no reían.
En Ciudad Granizo, todo lo que vale la pena fabricar... puede acabar explotando.
En la lejanía, cinco figuras observaban la escena con binoculares de visión nocturna.
La más pequeña los sostenía primero, pero en cuestión de segundos se los cedió a una de las sombras más altas.
Se escuchó el clic de unas gafas siendo retiradas. La figura sonrió.
Extendiendo su brazo derecho hacia el frente, dijo con tono ceremonial:
—¡Bronze!
En ese instante, sucedió lo inesperado:
Prólogo — Black Parade
La cabeza de la figura más pequeña se desprendió de su cuerpo.
Otra cayó al suelo, pero sus piernas se elevaron como cohetes propulsados. Al mismo tiempo, los brazos del que sostenía los binoculares salieron disparados en línea recta, como misiles inteligentes.
Las otras dos figuras corrieron tras sus piezas. Cada uno listo para el asedio.
El ruido de los propulsores alertó a los soldados, pero ya era demasiado tarde.
Abrieron fuego contra el par de manos de bronce, pero sus disparos fueron repelidos con suma facilidad.
—¡¡Protejan el A-50!! —gritó uno de los soldados.
Desde el cielo, apareció un objeto volador con forma de cabeza infantil. Su boca se abrió de par en par y liberó un estruendo sónico que paralizó a los presentes.
Los soldados soltaron sus armas, cubriéndose los oídos, aturdidos por el ruido insoportable.
Y entonces, las piernas voladoras arremetieron contra ellos.
Con una patada propulsada, destruyeron los cuerpos de los hombres desarmados. Las manos no se quedaron atrás: aplastaron cráneos, ahogando los gritos entre sus frías palmas de metal.
Uno de los soldados logró levantar un lanzacohetes, pero no llegó a disparar.
Desde la oscuridad, una nueva figura emergió. El brillo de la luz se reflejó en sus gafas justo antes de extender los brazos. Las puntas de sus dedos salieron disparadas como proyectiles... y explotaron al impactar.
El cuerpo del soldado estalló en pedazos.
La última sombra era la más grande. Se movía entre los disparos como una locomotora blindada, noqueando soldados con un solo golpe de sus puños de bronce.
En cuestión de minutos, el silencio regresó. Solo el sonido de helicópteros cortando el viento rompía la calma.
Los intrusos se reagruparon... y en un parpadeo, un titán de bronce emergió.
Veinte metros de altura.
Disparó la punta de sus dedos como misiles y derribó uno de los helicópteros con facilidad. El otro respondió al ataque, pero las balas apenas le hicieron cosquillas.
Entonces, el titán abrió la boca y liberó un grito sónico que desintegró el helicóptero restante.
El mecha se desarmó, y las sombras tomaron forma humana, revelando sus rostros por primera vez:
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Headloop
Pequeño y de piel oscura, no es un niño aunque lo parezca. Lleva el cabello en rastas con argollas doradas, aretes, piercings, y un colgante de oro.
Viste playera blanca holgada, pantalones cortos caqui, calcetas blancas y tenis naranjas.
Siempre sonriente, como si dijera: “Jajaja, no puedes conmigo.”
—Fueron pan comido, ¿verdad, Brassdoby? —dijo con su voz chillona y juvenil.
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Brassdoby
El más alto y musculoso. Calvo, con la piel oscura cubierta de tatuajes.
Sin camisa. Solo lleva pantalón negro, botas cafés, cinturón con hebilla dorada y un colgante de cadenas de oro.
Su rostro dice todo: "Soy el músculo."
—Ni siquiera sudé —gruñó con voz áspera y profunda.
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Jack Nee
Atlético, tercer más alto del grupo. Lleva corte tipo “micrófono”, mirada seria.
Viste playera blanca sin mangas, pantalón blanco con líneas negras, calcetas blancas y tenis bicolor.
En el cuello, colgante de cadenas plateadas. Piercing en la oreja derecha.
—Tch… mancharon mis zapatillas —dijo con voz rítmica, pero firme.
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Fingertrick
De estatura media, cabello y ojos castaños. Lleva anteojos cuadrados, gorra azul y camiseta del Cruz Azul.
Viste pantalón de mezclilla, converse azules y una riñonera negra. Brazaletes negros y tatuajes decoran sus brazos.
—Jefe… ¿este es el objetivo? —preguntó con voz temblorosa.
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Big Bronze
Piel oscura. Cabeza calva y gafas oscuras.
Sin camisa, mostrando un torso tatuado. En la muñeca derecha lleva un reloj plateado.
Viste pantalón de mezclilla azul y zapatillas deportivas azules.
Solo con estar de pie deja claro: "Yo soy el jefe."
Tronándose el cuello, habló:
—El Bronze A-50. El misil de racimo más destructivo de Ciudad Granizo… ¡y finalmente es nuestro!
La pandilla se acercó a la caja bajada por el montacargas. Brassdoby la bajó con facilidad y Big Bronze usó una palanca de metal para abrirla.
Pero...
—¡¿Qué carajos?! Este modelo necesita ser programado —gritó, pateando la caja con furia.
—¿Y quién puede programarlo, jefe? —preguntó Fingertrick, quitándose la gorra.
—¡Sí! No conocemos a ningún nerd de las computadoras —agregó Headloop, dando pequeños saltitos.
Big Bronze se llevó la mano al mentón. Luego se frotó los párpados con fastidio… y sonrió.
—¡Lo tengo! Sí conocemos a alguien: nuestro viejo amigo Emilio.
—¡Brillante, jefe!
En ese instante, las sirenas policiales comenzaron a sonar a lo lejos.
—¡Muchachos! No se diga más. Es hora de buscar a nuestro viejo amigo… Emilio.
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Así, Big Bronze y su pandilla cargaron el misil y huyeron de la escena.
Después de esta masacre, surge una pregunta: ¿Qué será de Emilio hoy en día?
La respuesta es más sencilla de lo que parece.
Porque su nombre completo es Maximiliano Fuentes, mejor conocido como Emiliano, padre de Kiparé…
…nuestro héroe de hielo.
Y ahora, el padre de nuestro héroe está en la mira de peligrosos pandilleros.
¿Qué hará Ice para proteger a su padre?
Eso… lo veremos muy pronto.
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