Chapter 6:

Capítulo 5: Break Away

The beginning of the Ice Hero vol 1| Break Away #workverso


Jueves 30 de enero de 2014. Ciudad Granizo, Distrito Polar. Colonia Tesla, calle Bobinas. Cafetería Tesla número 35. 5:00 p.m.


30 minutos para la ignición.


Entre sus pies estaban las cenizas carbonizadas de Don Galván, aquel terrible hombre que abusó de él en lugar de protegerlo.


Break miró por última vez las cenizas en su zapato y, sin dudar, pateó los restos.


—Mírate, indistinguible del resto de cenizas a mi alrededor. Pero solo yo puedo reconocer quién realmente eres: un verdadero monstruo.


—Y no quieres convertirte en uno, ¿verdad, Víctor?


Dijo una inocente voz infantil. Una voz familiar para Break: era Ice.


Break se giró con una sonrisa maliciosa en el rostro. Reflejaba el éxtasis de la catarsis sintetizada en un solo objetivo.


La gran pelea final.


—¡Finalmente sé quién soy, niño de hielo! ¡Jajaja!


Con el viento ondeando la bufanda de Ice de un lado a otro, su cansada mirada se clavó en el suelo, evitando mirar a un irreconocible Víctor/Break.


—Eres más que este dolor, Break. Podrías ser más como yo, pero más como tú.


—¿¡Un hipócrita!?


—Un héroe.


Break se paralizó al escuchar la palabra héroe. Su simple mención le hizo revolver el estómago. Como paloma envenenada, Víctor tocó el piso, pero Break permanecía de pie.


—Sé que más allá del dolor eres alguien, y entiendo que el poder o las acciones te pueden hacer sentir como un monstruo.


—¡¿Qué sabes tú de ser un monstruo?! —señaló.


Ice suspiró, y con una sonrisa cansada preguntó, extendiendo la mano:


—¿Alguna vez te has sentido como un Frankenstein irreconocible?


—¡¿Acaso tú?!


—Por miedo me restringí, del pánico presa fui. Mi inacción una tragedia ha provocado.

—Sin embargo, culpable no me siento: me ahogo en resentimiento.

—Estando yo dispuesto a tomar el camino correcto, dudé en el momento más importante, costando vidas inocentes.

—Causa del efecto, defecto de la causa. ¿Existencia sin propósito o voluntad? ¿Mi alma realmente es mía?

—Soy más que el diablo en mi interior, mas nadie puede verlo, pero yo puedo sentirlo.

—No es su maldad la que me cala, sino la indiferencia ante el sufrimiento lo que me causa repulsión.

—Pues fue la corrosión de mi inacción la motivación para mi transformación; es quien ahora soy.

—Más allá de un diablo o un héroe, quisiera ser un humano. Pero la presión me exige ser corrosivo, ser frío como el hielo.


Break no podía creerlo. La respuesta finalmente estaba delante de sus ojos: alguien que se sentía atrapado en su propio ser, quien quería ser más allá de sí mismo, igual que él.


—¡¿Cómo sabes?! ¡¿Quién realmente eres?! —dijo con la voz partida, al borde del llanto.


Las lágrimas que había aprisionado se catapultaban más allá de sus ojos, cayendo al triste suelo sin propósito ni razón.


Ice movió la cabeza, entendiendo a qué se refería Break, y sin embargo no titubeó en responder con otro poema:


—Idealizando a un ídolo, en ti vi poder, y en ti vi lo que yo podría llegar a ser. Admiré tu esencia sin saber si lo merecía.

—Ahora descubro mi propia existencia, más allá del desespero y la admiración.

—Quisiera despedirme con un adiós, pero en realidad quiero terminar con un abrazo.

—A ti, a quien tanto admiré: gracias por no dudar de mí y mirarme a los ojos. Me hiciste sentir como un igual, sin necesidad de comparar nuestro potencial.

—Así que vamos, una vez más, a fingir que quiero ser grande y fuerte, cuando en el fondo solo deseo ser quien ya soy: un cobarde sin culpa, una corrosión, un mal vagabundo, un pecado, un monstruo, una tragedia.

—¿Qué tiene de malo mi ser como para desear cambiarlo por otro? Yo creo que nada.

—Pero ese camino no es mi destino, así que lo abandono por aquello que me evoca admiración.

—No desprecio tu fuerza, pero no admiro el sendero de piedras que recorriste descalzo.

—Yo quisiera el mío propio, pavimentado con miedos y lágrimas, calzado con los zapatos de la evasión.

—Pero si lo hiciera, alguien más recibiría el golpe en mi lugar. Y eso no debería pasar.

—Quiero actuar, quiero crecer... pero no por mí, sino por quienes no pueden hacerlo.


Break lloró desesperadamente. Finalmente, entendió algo sobre sí mismo que no podía admitir.


—¡Soy un monstruo porque elegí serlo! Si no lo fuera...


—¿Quién sería yo? Te entiendo.


—Mi verdadera culpa no fue el salvarte, sino ser ignorante; y por ello, el precio pagó.

—Pensando en fracasos, mi cabeza descansó en piedras de lamentos.

—Las lágrimas permean mi rostro, soñando sentir aquel calor que en vida anhelé.

—Mas imposible ahora es: mi piel es hielo y mis lágrimas no cambiarán eso.

—Pude hacer más —siempre puedes hacerlo—, pero no lo hice. Porque, ¿qué sería de un héroe sin su tragedia griega?

—Soy un personaje en la obra de mi propio martirio, un escenario de lo ya vivido.

—Encarno el papel de un niño que no sabe lo que quiere de la vida... o quizá el de un diablo.

—La verdad es que no importa el papel: mi pecado original fue nacer del sufrimiento.


Entre sollozos, Break finalmente cayó al suelo, inconsolable por las lecciones de Ice que habían calado en lo profundo de su filosofía.


—Give me a… second.


Acercándose, Ice empezó a hablar:


—Escapa de mí, que quiero dormir. El susurro de tu maldad vagabunda perturba mi sueño.

—Apaga la luz y déjame ir a un mejor lugar que este, pues mi alma encadenada está.

—Con sus fauces me susurra ceder, congelarlo todo. Pero yo me opongo.

—Maldad vagabunda, ¿qué buscas realmente al congelar el mundo? ¿Ver tu reflejo? En él encontrarás un Frankenstein irreconocible de ti mismo.

—Somos monstruos porque, pudiendo elegir, decidimos sufrir.

—Y somos maldad porque algo debíamos ser. Cargamos el peso de la muerte-ser, y en la soledad de la vida no queda nadie a quien comprender.

—Así que déjame ir, maldad vagabunda. Que en los sueños no me persiga tu esencia maligna.



Break se dejó tocar por Ice. A pesar de que su cuerpo emanaba calor y lastimaba a Ice, él no soltó su hombro en ningún momento.


—¿Qué eliges ser, Víctor?


Titubeando, respondió:


—No sé qué sería sin el dolor…


—Serías libre.


—¿Tú eres libre?


—Elijo no serlo, y por eso lo soy.


Break soltó una sonrisa, y justo cuando pensaba darle la mano a Ice, un dardo pinchó su cuello.


—¡Aahh!


La voz de un hombre salió desde un lugar desconocido. Era distorsionada, pero su tono era serio y severo. Mas no intimidante: sonaba casi como un nerd de película con brackets.


—Sujeto número 2, ya no eres necesario. Fuiste un fracaso.


—¡¿Quién habla?!


—Nos veremos pronto, Thunder Legs…


Justo cuando Ice iba a buscar el origen de la voz, fue golpeado por Break, quien lo sacó volando de un puñetazo.


Casi inconsciente, Ice vio borroso mientras la silueta de Break se acercaba a él.


—¡¿Por qué?!


—Él ya no es tu “amigo”. Ahora es un arma de corta duración —dijo una voz saliendo de la boca de Break.


—¡No puedes volverlo un arma!


—Ese es el propósito del Crepúsculo. El objetivo de vida de tu amigo es volverse un arma.


—¡No si lo detengo!


—Si quieres detenerlo, entonces… ¡Pelea!


—¡Give me a break!


Ice y el cuerpo de Break se lanzaron uno contra el otro, con Break creando una mano de energía calórica e Ice cubriendo sus puños con hielo.


—¡Ice Paws!


Break lanzó un puñetazo, pero Ice lo esquivó, respondiendo con un gancho al estómago.


—Espero que esto te traiga de vuelta, Break… —pensó.


Pero la realidad era que ese gancho desbloqueó un nuevo ataque de Break.


Ataque: Breathing Heat


De la boca de Break salió un aire a 200 °C que derritió la piel de Ice en segundos. Aun aferrándose a la vida, su cuerpo se congeló y de esa forma se mantuvo anclado al piso.


—No… no dejaré que me derroten —pensó Ice, sintiendo que algo nuevo surgía en su interior.


Aquel aire frío que lo llevaba de aquí a allá rugía desenfrenado en su interior, rogando salir. No era el agua, sino los vientos helados quienes lo llamaban.


—¡Winter Comes! —gritó, liberando una fuerte ventisca a -100 °C, capaz de cubrir cualquier objeto de hielo.


Ambas fuerzas chocaron: el aire frío contra el aire caliente. La voluntad se imponía entre ambos, pero ninguna cedía.


Las dos se fusionaron en un tifón para luego desaparecer.


Ambos se miraron: uno era un héroe milagroso dispuesto a sacrificar su libertad por los demás; el otro, solo un cuerpo manipulado sin rastros de espíritu.


—¡Flame Hit! —gritó Break, colocando las manos en el suelo.


De un momento a otro, cuatro flechas salieron del piso en forma de siluetas, dispuestas a acabar con Ice.


Él esquivó la primera agachándose, pero la segunda perforó su brazo izquierdo y la tercera atravesó su vientre. Inmovilizado, la cuarta flecha atravesó su cabeza, dándole la muerte.


Cuarta muerte de Ice.


Su cuerpo se desintegró para reformarse en segundos. Aun sin formar su piel, Ice gritó:


—¡Rising of the Tide!


De las manos de Ice salieron dos potentes chorros de agua a -90 °C, causando la desintegración de las flechas en el suelo e impactando a Break, quien empezó a gritar de dolor mientras se cubría de vapor.


En ese inter, Ice corrió hacia Break, listo con su…


—¡Diablo Lancer!


Ice convirtió su brazo derecho en una lanza de hielo.


Break no podía permitir que lo detuvieran, así que convirtió su mano en una lanza de calor. La punta de ambas lanzas chocó, y aunque las dos resultaron heridas, ninguna cedió.


Entre saltos, Ice y Break se movían intentando meter una estocada. Break apuntaba a los pies, derritiendo el suelo, mientras Ice apuntaba al pecho.


Era eludido por un ágil Break, cuya silueta parecía desaparecer en cada esquive.


Alzando la mano, Ice gritó:


—¡Winter End!


Y atrajo a Break hacia él con una corriente de viento helada que succionaba todo.

—¡Break! —dijo, dando la misma patada que daba el falso vampiro.


Recargándose en su pierna izquierda, Ice se inclinó y dio una potente patada frontal al cuerpo controlado de Break.


—Te entiendo tanto… ¡que puedo pelear como tú!


Durante un segundo, el cuerpo de Break pareció reaccionar, pero tan rápido como un parpadeo, ese destello desapareció.


—¡Heat Beam! —gritó, disparando rayos calóricos desde las palmas de sus manos.


Ice no fue orgulloso y reconoció que no podía esquivarlos, pero sí bloquearlos.


—¡Wall of Ice!


De inmediato, un muro de hielo de cuatro metros de grosor separó a Ice de los mortales rayos.


El vapor salía por todas partes, pero aun en la penumbra Ice podía percibir la mirada carmesí de su oponente.


—Break… realmente no te reconozco ahora…


Del muro de vapor salieron las flechas de calor, destruyendo el muro de hielo con suma facilidad.


—¡Water Cut!


Manipulando el agua, Ice creó tres cuchillas que impactaron contra las flechas, soltando una enorme cantidad de vapor.


Los ojos de Break buscaban por todas partes a Ice, pero un objeto llenó toda su visión.


Era una enorme bola de nieve, la cual cubrió la cabeza de Break hasta derretirse en agua. Al liberarse de la bola, Break vio a Ice agachándose debajo de él.


—¡Colder Punch!


Sin poder esquivarlo, Break recibió un impacto directo del Colder Punch en su mentón, volando cuatro metros en el aire.


Recobrando el conocimiento, Break concentró toda la energía calórica en su espalda y, gritando, liberó su ataque.


—¡Rain of Heat!


—¡Maldición!


De su espalda salieron docenas de flechas de calor, cayendo al suelo como una lluvia de proyectiles letales. Ice sabía que era ineludible, y por eso disparó una baliza hacia Break.


Antes de que lo tocaran, Ice se teletransportó a la baliza justo enfrente de Break y, estando en el aire, lo tomó por la camisa.


—¡Break, despierta!


Aunque el simple toque lo lastimaba, Ice no soltó ni por un segundo a Break.


—¡Aahh!


Fuera de sí, el cuerpo de Break intentó ahorcar a Ice con las manos, pero antes de poder lograrlo, cayeron al suelo.


Ya en tierra, ambos estaban adoloridos, pero Ice se levantó primero. Break le siguió, incorporándose con dificultad.


Con poco calor en su cuerpo, Break ejecutó un último gran ataque.


—¡Dance Heat!


Pisando con fuerza el suelo, Break liberó un pilar ascendente de calor. Cada pisada creaba una nueva erupción, y esta se dirigía a Ice.


Viendo cómo el suelo se cuarteaba y el calor infernal salía cual géiser, Ice esquivó dando saltos. En cada pisada, Break generaba una nueva erupción que Ice debía predecir y esquivar. Afortunadamente, Ice logró esquivar la mayoría.


Hasta que Break dio una doble pisada, creando dos pilares en el mismo lugar y destruyendo parcialmente el cuerpo de Ice.


—¡Aahh, Break!


Quinta muerte de Ice.


Ice se regeneró en segundos y, creando una baliza, se arrojó hacia Break listo con su…


—¡Diablo Lancer!


—¡Heat Lancer!


Las lanzas chocaron, provocando una cortina de vapor.


—¡Break, break, break, break away!


—¡Cold, cold, cold as ice!


Gritaban en un intercambio de estocadas a 200 kilómetros por hora. Cada golpe era interceptado y posteriormente negado por el otro. Lentamente, ambos comenzaron a hacerse daño, aunque leve: daños en la oreja, los brazos, pequeños pinchazos...


Hasta que finalmente ocurrió el impacto real: las lanzas atravesaron a sus adversarios y, en ese momento, tanto Ice como Break se conectaron.


El brillo en los ojos de Break regresó, pero el de Ice se desvaneció al tener el corazón perforado.


Sexta muerte de Ice.


—¡Ice! —gritó Break, dándose cuenta de lo que había hecho.


Tiempo para la ignición: 0 minutos.


Ice regresó a la vida aún con la lanza atravesando su cuerpo. Le costaba horrores mantenerse consciente, pero aun así se esforzó por congelar el pecho de Break.


—¡Yo… te salvaré… Break!


El cuerpo de Break se llenó de líneas rojas y, con el brillo del sol, su lanza empezó a desvanecerse y su piel a agrietarse.


Como un vampiro a la luz del sol, su cuerpo estaba desapareciendo.


—¡Break, no!


Dándose cuenta de que su momento estaba cerca, Break sonrió y derramó lágrimas. Él no quería partir aún.


—¿Sabes, Ice? Finalmente sé quién soy… soy un vampiro bueno. Y me habría gustado ser tu amigo. Quizás un héroe… o quizás, yo mismo.


—Break…


Mientras su cuerpo desaparecía, cual cenizas llevadas por el viento, dijo sus últimas palabras:


—Give me a break… perdón, Susi…


Así, el cuerpo del vampiro se desintegró en cenizas, consumido por el Crepúsculo.


Ice cayó de rodillas sobre el suelo, perplejo ante la brutalidad de su partida.


Con los ojos llenos de lágrimas, dio un último grito al cielo:


—¡Break!

_______


Parte 2: Sujeto



—El sujeto de pruebas 2 es irrelevante ahora que existe el sujeto de pruebas 1, quien sí sacó todo el potencial del crepúsculo.


—Para ti es fácil decirlo… ¡mataste a muchos de mis clientes!


—Son detalles menores. Lo importante es que tenemos a un agente durmiente que ha manifestado todas las propiedades del crepúsculo.


—A todo esto… ¿qué demonios es el crepúsculo?


—El crepúsculo es nada más y nada menos que…



Parte 3



—Una combinación entre lirio de hielo y flor del infierno, del archipiélago Flarian —dijo Thunder Legs, mostrando un holograma de la flor—. Es por eso que el usuario tiene propiedades pirocinéticas, pero Break es de segunda categoría. Puede absorber y manipular el calor, pero no generarlo.


—¡¿Qué pasaría si existiera una tercera categoría?!


—Mmm… podría controlar la temperatura casi de forma absoluta. Ni siquiera yo sé qué tan inestable sería un ser así.


Ice se sentó en la banqueta. Su mirada estaba perdida entre la melancolía y el arrepentimiento.


Aun así, una niña se acercó a él.


—¿Vieron al señor vampiro? Dijeron que estaba por aquí.


—¿Susi?


—¡¿Te dijo mi nombre?! Entonces sí lo conoces. ¿Dónde está el señor vampiro?


—Él…


—Tuvo que irse, pero prometió volver cuando seas grande.


—¡SÍÍÍ, lo sabía! De grande me casaré con el señor vampiro —dijo Susi, alejándose sin saber la verdad.


Ice miró extrañado a Thunder Legs.


—¿Por qué le mentiste?


—Haaa… niño, de toda esta experiencia, creo que ella fue lo único bueno. ¿No crees?


—Sí… es verdad.


El día cierra con Ice y Thunder Legs sentados en la banqueta, observando el cielo.


Quizás las cenizas de Break siguen ahí, vagando por el viento. Jamás lo sabremos, porque los vampiros desaparecen al amanecer…