Chapter 5:

Capítulo 4: Todos me odiaban

The beginning of the Ice Hero vol 1| Break Away #workverso


Jueves 30 de enero de 2014. Ciudad Granizo, Distrito Polar. Colonia Tesla, calle Bobinas. Cafetería Tesla número 35. 4:30 p.m.


Con pesadez, Thunder Legs suspira, golpeando la mesa con el puño y haciendo que el helado de Ice diera un ligero salto.


—Llevamos horas sin rastro de Víctor y él anda como si nada, absorbiendo energía. Niño, ¿qué opinas?


Ice tenía la cuchara en la boca y, haciendo ojitos de perro ilusionado, se apuntó a sí mismo diciendo:


—¿¿Yo?? —Tragó—. Opino que Víctor está confundido y molesto, se siente como un monstruo, pero salvó a esa niña en el incendio. No sabe quién es realmente.


—¡Es un criminal, por supuesto!


—Sí, eso lo sabe. Pero, más allá de lo criminal… ¿quién es Víctor? ¿Es sus poderes? ¿Es un bioquímico? ¿Un vampiro? ¿O un antihéroe?


—Me da vueltas la cabeza… Si tuviera que pensar en una, diría que Víctor es… una canción rota, ¿sabes?


—Sí, pero parece que el poder no selló esa ruptura. Víctor quiere saber qué es más allá del dolor, pero no sabe cómo.


—¿Qué sucede con estos villanos que buscan destruir el mundo en lugar de ir a terapia?


—¿Y lo decimos nosotros? ¡Jajaja!


—¡Jajaja!



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Parte 2: Sal de aquí


Jueves 30 de enero de 2014. Ciudad Granizo, Distrito Polar. Colonia Tesla, calle Oscilador. Edificio de departamentos Galván, número 40. 4:30 p.m.


Ante el imponente edificio de cinco pisos, rodeado por patrullas de policía, Break caminaba agitado, sintiendo el fuego dentro de su cuerpo apagarse.


—¡Break away! —gritó, liberando una poderosa onda de calor que empujó las patrullas y desmayó a los oficiales.


Mientras avanzaba entre las patrullas ardientes, Break sacó con sus propias manos a cada oficial y absorbió el exceso de calor en sus cuerpos.


—Give me a break, esto no me vuelve un puto héroe.


Siguiendo su avance, Break presionó la palanca de incendios, la cual activó los aspersores de agua. Esto le provocó dolor, pues el agua bajaba un poco su temperatura a medida que se volvía vapor.


Por eso mismo, decidió destruirlos con sus rayos de calor.


La gente empezó a salir descontrolada, pero al ver a Break quedaron paralizados.


—¡Víctor! ¿Vas a hacernos daño? —preguntó un hombre con sobrepeso, vistiendo una camisa hawaiana y bermudas azules.


—Give me a break… Ustedes no me hicieron nada. Agarren lo más importante y largo de aquí. Vengo por el señor Galván.


—Oh, de acuerdo. Gracias, Víctor. Siempre fuiste un buen chico.


—Sí, sí. Gracias por el estofado del otro día, Roberto. No tenía nada para comer esa semana; me ayudó bastante.


Los civiles regresaron a sus departamentos a sacar sus pertenencias más esenciales, mientras Break continuaba su avance hasta el quinto piso.


Su objetivo: la oficina del casero, el señor Galván.


Mientras subía, solo escuchaba comentarios del tipo: “Hola, Víctor”, “Gracias, Víctor”, y así por el estilo.


—Pensé que todos me odiaban… ¡Ja! Parece que no era tan importante como para ser odiado…


Destruyendo los aspersores a su paso, Víctor encontró al señor Galván alrededor del cuarto piso.


El señor Galván era un hombre ya viejo, de unos 60 años, piel morena y cabello corto, rizado y cubierto de canas. Vestía una playera verde, pantalón de mezclilla azul y botas de cuero cafés.


Temblando, soltó su bastón del miedo.


—¡V-Víctor! ¿Qué estás haciendo, muchacho? Oí que te busca la policía…


—Sí, qué curioso. A mí me busca la policía y usted sigue impune. Qué complicado el mundo en que vivimos, ¿no?


—Vamos, muchacho, relájate… ¡Esto no es lo que tus padres habrían querido!


—Y dígame… ¡¿Ellos habrían querido que usted me violara?!


Ataque: Heat Wave

Potencia: leve


La onda de calor tumbó al anciano contra la pared. Acorralado, solo pudo mirar con horror cómo el vampiro energético se acercaba a él.


—Tenía apenas 15 años y alguien entró a mi departamento en la noche. ¿Lo recuerda? Pensé que venía a consolarme por la muerte de mis padres, ¡pero no!


Break pateó al anciano contra la pared y pisó su pierna izquierda, rompiéndola.


—¡Aahh! ¡Víctor, por favor! ¡Tengo familia!


—Era mi vecino, y usted… vino a violarme.


Con el reverso de la mano, Break golpeó la dentadura del anciano, haciendo que esta saliera de su boca.


Los recuerdos de Break se inundaban con aquellas escenas en las que ese despojo de hombre había abusado de él mientras sus ojos permanecían sin vida: en la ducha, la cama, la cocina.


—¡Mi propio hogar era una prisión! —Break pisó la otra pierna, igualmente rompiéndola.


—¡Por favor, que no se enteren mis nietos!


—¡Me llamaba su lindo vampiro! ¡¡VIEJO DE MIERDA!!


—¡Icicle Missile!


Un proyectil en forma de pincho golpeó la espalda de Break, haciéndolo distraerse y dejar al anciano.


Eran Ice y Thunder Legs quienes habían llegado al edificio, ambos en pose de batalla.


—Me alegra que llegaran, ya no podía retenerlo más tiempo.


Ataque:


—¡Break Away!


Un enorme pilar de calor se elevó por los aires, destruyendo el quinto piso como si nunca hubiera estado ahí. La altura del pilar fue tal que perforó una nube.


—Uff, afortunadamente puse una baliza —dijo Ice, quien tenía agarrada a Thunder Legs.


Ambos estaban fuera del edificio, viendo la destrucción y sintiendo el calor abrasador.


—Pero no salvamos al viejo cochino. Uy, qué gacho, ni modo —dijo en tono sarcástico.


Thunder Legs recibió un mensaje en el dispositivo implantado en su cerebro, y su rostro demostraba temor. Con furia, apretó los dientes.


—Mierda, es como me temía. El Crepúsculo es inestable. Le dio poderes para absorber energía térmica, pero el núcleo es inestable y va a explotar.


—¡¿Break va a morir?! ¿Cuánto tiempo tenemos?


—Treinta minutos. Solo treinta minutos para salvarle la vida.


—¡Déjame ir! Puedo congelarlo antes de que explote.


—Esa es la única alternativa: tienes que congelar su núcleo antes de que colapse.


—¿Cuál es su núcleo?


—El pulmón. Debes atravesarle el cuerpo sin matarlo.


—Yo...


—No hay otro héroe que pueda detenerlo en treinta minutos o menos, chico. Lamento pedirte esto, pero... ¿podrías ser ese héroe?


Ice dudó, pero finalmente dio un paso adelante.


—Presta atención y no cierres los ojos, porque ¡voy a manifestar un milagro! Y si ese milagro no aparece... ¡me convertiré en milagro!


Ice comenzó a brillar como una aurora boreal, lleno de destellos y colores vibrantes.


Thunder Legs sonrió con orgullo. Su rostro reflejaba aflicción, pero también resignación. Al fin y al cabo, era su pupilo contra Break.


—¿En verdad merece ser salvado? —se preguntaba.


Ice, de alguna manera, lo supo y respondió dándole la espalda:


—Sí. Sí lo merece.


De un salto, Ice desapareció en el aire.