Chapter 4:

CAPITULO 4: ALIADOS INESPERADOS

El Sistema Negro del Viajero Multidimensional


# EL SISTEMA NEGRO DEL VIAJERO MULTIDIMENSIONAL

## VOLUMEN 1: EL COMERCIANTE DE LAS MIL MENTIRAS

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# CAPÍTULO 4: ALIADOS INESPERADOS

Master aterrizó en el callejón de Arlton con significativamente más gracia que en viajes anteriores. Su cuerpo se había adaptado a la transferencia dimensional: el mareo duró solo segundos, y logró permanecer de pie sin tambalearse.

**[Bienvenido de regreso a Kingadraff.]**

**[Ubicación: Arlton, Reino de Caldris.]**

**[Hora local: 2:34 PM. Temperatura: 22°C. Clima: Despejado.]**

**[Temporizador de estadía: 24:00:00]**

Master respiró profundamente el aire de Kingadraff. Siempre olía diferente aquí: más limpio, con trazas de humo de leña, pan horneado y algo floral que nunca podía identificar completamente. Era reconfortante de una manera extraña, como si este mundo lo recibiera.

Se ajustó la túnica de viajero (ya equipada desde su inventario) y verificó mentalmente su carga:

- 20 tubos de crema antibiótica

- 50 paquetes de vendajes

- 10 botellas de desinfectante

- 5 paquetes de aspirinas

- Documentos de identidad

- Amuleto de protección (activo)

- Cuchillo de calidad decente

**[Inventario verificado. Valor estimado total en mercado de Kingadraff: 320-400 Monedas de Oro si se vende a precios óptimos.]**

"Trescientas veinte de oro", murmuró Master, todavía asombrado por los márgenes de ganancia absurdos. "De una inversión de ciento noventa y cinco yuanes."

**[Arbitraje interdimensional efectivo. Pero esta ventaja es temporal.]**

Master salió del callejón hacia las calles de Arlton. Era media tarde, y la ciudad bullía con actividad. El mercado estaba en su punto más caótico: comerciantes gritando ofertas, niños corriendo entre los puestos, el constante tintineo de monedas intercambiándose.

Su primer objetivo era claro: llegar a la mansión Valdren y formalizar el contrato. Pero mientras caminaba por la plaza principal, algo llamó su atención.

Un grupo de personas se había congregado cerca de la fuente central. No era una multitud festiva. Había tensión en el aire, voces alzadas con ira.

Master se acercó cautelosamente, manteniéndose en la periferia de la multitud.

"...¡es la tercera vez este mes!" gritaba un hombre con delantal de carnicero. "¡Tres de mis mejores cerdos desaparecidos! ¡No son lobos, son bandidos!"

"No son bandidos", respondió otro hombre con armadura de cuero desgastada, claramente un aventurero. "Son goblins. Hemos encontrado rastros. Una tribu se ha establecido en el bosque al norte, a solo dos horas de marcha."

"¡Entonces hagan algo!" gritó una mujer con delantal manchado. "¿Para qué pagamos impuestos al señor si los guardias no nos protegen?"

Un guardia de la ciudad, parado incómodamente cerca de la fuente, respondió con voz cansada: "El señor Aldric ha enviado patrullas. Pero los goblins se esconden durante el día y atacan de noche. No podemos estar en todas partes."

"¡Entonces contrata más aventureros!" exigió el carnicero.

El aventurero que había hablado antes sacudió la cabeza. "La recompensa actual es cincuenta de plata por cabeza de goblin. Cien por el jefe. No es suficiente para justificar un asalto completo a un nido. Necesitaríamos al menos seis aventureros experimentados. Eso cuesta."

"¿Cuánto?" preguntó alguien desde la multitud.

"Para un contrato de limpieza completa del nido... doscientas de oro, mínimo. Quizás más si el nido es grande."

La multitud murmuró con descontento. Era claro que doscientas de oro estaba fuera del alcance de los comerciantes y granjeros locales.

Master escuchaba con interés creciente. Aquí había una oportunidad, aunque no estaba completamente seguro de qué tipo todavía.

**[Problema local sin resolver. Vacío de mercado.]**

Antes de que Master pudiera procesar más, la multitud se agitó súbitamente. Voces de alarma se elevaron.

"¡Ahí! ¡En el callejón!"

Master giró y vio a un niño, no más de diez años, corriendo desde un callejón lateral con expresión de terror absoluto. Detrás de él, tambaleándose pero moviéndose rápido, venía algo que hizo que el estómago de Master se retorciera.

Era pequeño, quizás un metro de altura, con piel gris-verdosa cubierta de verrugas. Tenía orejas puntiagudas, ojos amarillentos, y dientes como agujas irregulares. Llevaba un taparrabos sucio y sostenía un cuchillo oxidado.

Un goblin.

En plena ciudad. A la luz del día.

"¡Mierda!" gritó el aventurero, desenvainando su espada. "¡Están volviéndose más audaces!"

El niño tropezó, cayó, se arrastró frenéticamente. El goblin chilló algo en un idioma que sonaba como cristales rompiéndose y se abalanzó.

Master no pensó.

La adrenalina explotó en su sistema como fuego líquido. Su cuerpo se movió antes que su mente: las estadísticas medían potencial base, pero bajo estrés extremo, el cuerpo humano podía superar sus límites temporalmente. Su mano voló a su inventario, sacando lo primero útil que encontró: la botella de desinfectante.

No tenía plan. No tenía estrategia. Solo instinto de supervivencia puro y una botella de alcohol al 70%.

El goblin levantó su cuchillo. Master llegó al niño medio segundo antes, su cuerpo gritando protesta por el sprint repentino, colocándose entre ellos. Abrió la botella con manos que temblaban violentamente y roció el desinfectante directamente en la cara del goblin.

El efecto fue instantáneo y dramático.

El goblin chilló con agonía, cayendo hacia atrás, arañando su cara con garras sucias. El alcohol había entrado en sus ojos, quemándolos.

El aventurero aprovechó el momento. Su espada atravesó el pecho del goblin con precisión brutal. La criatura convulsionó una vez y quedó inmóvil.

Silencio absoluto cayó sobre la plaza.

Master colapsó de rodillas, sus piernas transformadas en gelatina por la descarga de adrenalina. Sus manos temblaban tan violentamente que casi dejó caer la botella. Su corazón latía tan fuerte que podía sentirlo en su garganta.

"Yo... él iba a...", Master no pudo terminar la frase. Su cerebro estaba gritando '¡ACABAS DE ENFRENTAR A UN MONSTRUO REAL!'

El aventurero limpió su espada en la túnica del goblin muerto, luego se giró hacia Master con expresión de asombro genuino.

"¿Qué demonios fue eso?"

"¿Qué?" Master miró la botella en su mano, todavía procesando lo que había pasado, tratando de controlar el temblor en su voz.

"Ese... ¿líquido? Cegó al goblin instantáneamente. Nunca he visto nada igual."

La multitud se había acercado, formando un círculo. El niño que Master había salvado estaba llorando, aferrado a las piernas de una mujer que presumiblemente era su madre.

"Es... alcohol concentrado", dijo Master, su voz más firme de lo que esperaba a pesar del temblor persistente en sus manos. "Para desinfectar heridas. Pero en los ojos..."

"Arma efectiva", completó el aventurero. Extendió su mano. "Kael. Aventurero independiente, rango C."

Master estrechó la mano, notando el agarre firme y las callosidades que hablaban de años manejando armas. Sus propias manos todavía temblaban ligeramente.

"Master. Comerciante."

"Un comerciante que corre hacia goblins en lugar de alejarse", dijo Kael con una sonrisa que mostraba un diente faltante. "Eso es inusual."

"Fue estúpido", admitió Master, la realidad de lo que había hecho finalmente golpeándolo. Su respiración todavía estaba acelerada. "Pude haber muerto."

"Pero no lo hiciste. Y ese niño está vivo por tu acción." Kael señaló el goblin muerto. "Aunque tengo que preguntar: ¿por qué un comerciante está vagando por Arlton con armas químicas?"

**[Atención significativa atraída.]**

Antes de que Master pudiera responder, la madre del niño se acercó, todavía sosteniendo a su hijo.

"Salvaste a mi hijo", dijo con voz temblorosa. "Yo... no sé cómo agradecerte."

"No es necesario", dijo Master automáticamente, finalmente logrando que sus manos dejaran de temblar. "Cualquiera habría..."

"Nadie más lo hizo", interrumpió Kael firmemente. "Todos se quedaron congelados. Tú actuaste." Miró alrededor de la plaza, donde los guardias finalmente llegaban corriendo, tarde como siempre. "Y ahora todos te vieron hacerlo."

Master siguió la mirada de Kael y se dio cuenta de la verdad en sus palabras. Docenas de personas lo miraban. Algunos con gratitud. Otros con curiosidad. Algunos con algo que parecía cálculo.

Su amuleto de protección pulsó levemente. No con advertencia de peligro inmediato, sino con algo más sutil. Reconocimiento de que la situación había cambiado.

"Tú", dijo uno de los guardias, señalando a Master. "Tendrás que dar testimonio sobre lo que pasó."

"Nada complicado", intervino Kael. "Goblin atacó al niño. Este comerciante intervino. Yo maté al goblin. Fin de la historia."

El guardia miró a Kael con expresión que sugería que este no era su primer encuentro. "Muy bien, Kael. Pero necesito su nombre para el reporte."

"Master. De la Casa Errante."

El guardia tomó nota y se alejó para lidiar con el cuerpo del goblin.

Kael se giró nuevamente hacia Master. "Ven. Te invito una cerveza. Tengo preguntas, y sospecho que tú tienes algunas también."

Master consideró brevemente. Tenía que llegar a la mansión Valdren para firmar el contrato. Pero este encuentro... había algo aquí. Una oportunidad que no podía definir completamente todavía.

"Una cerveza rápida", aceptó.

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Kael lo guió a una taberna diferente de donde Master había conocido a Torens. Esta era más pequeña, más oscura, con ambiente decididamente más peligroso. Los clientes eran principalmente aventureros: hombres y mujeres con armaduras desgastadas, armas bien mantenidas, y cicatrices que contaban historias.

Se sentaron en una mesa en la esquina. Una camarera con expresión aburrida trajo dos jarras de cerveza sin que Kael tuviera que pedir.

"Entonces", dijo Kael después de un trago largo, "comerciante con armas químicas que corre hacia el peligro. Eso es una combinación interesante."

Master bebió su cerveza (que sabía sorprendentemente decente) y consideró cuánto revelar.

"No es un arma. Es medicina. Desinfectante para heridas. El hecho de que también ciegue temporalmente a goblins es... efecto secundario."

"Efecto secundario útil", observó Kael. "¿Tienes más de esas 'medicinas'?"

"Algunos suministros."

"¿Y estarías dispuesto a vender?"

Ahí estaba. La pregunta inevitable.

Master miró a Kael cuidadosamente. El aventurero tenía quizás treinta años, rostro curtido por clima y combate, pero ojos que mostraban inteligencia aguda. No era solo músculo sin cerebro.

"Depende", dijo Master lentamente. "¿Por qué el interés?"

Kael se recostó en su silla, estudiando a Master con expresión evaluadora.

"Porque tengo un problema. Y sospecho que tú podrías tener una solución." Hizo una pausa. "Escuchaste sobre el nido de goblins, ¿verdad? El que está causando problemas."

Master asintió.

"He estado reuniendo un grupo para limpiar ese nido durante dos semanas. Necesito seis aventureros como mínimo. Tengo tres comprometidos, yo incluido. Pero los otros dos que necesito quieren garantías que no puedo ofrecer."

"¿Qué tipo de garantías?"

"Supervivencia aumentada. Los goblins no son individualmente peligrosos, pero atacan en manadas. Una docena de ellos puede matar incluso a aventureros experimentados si no estás preparado. Las heridas infectadas de sus armas sucias matan más gente que sus ataques directos."

Master comenzó a ver hacia dónde iba esto.

"Y tu... desinfectante", continuó Kael, "si puede cegar goblins y prevenir infecciones, eso cambia significativamente las probabilidades."

"No soy combatiente", dijo Master firmemente. "Si estás sugiriendo que me una..."

"No", interrumpió Kael. "Te estoy proponiendo un intercambio comercial. Tú proporcionas suministros médicos. Nosotros limpiamos el nido. Dividimos las recompensas."

Master procesó eso. "¿Qué recompensas exactamente?"

Kael sacó un pergamino arrugado de su bolsa. Era un contrato oficial del Gremio de Aventureros:

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**CONTRATO DE EXTERMINIO - NIDO DE GOBLINS**

**Ubicación:** Bosque Norte, aproximadamente 12 km de Arlton

**Amenaza Estimada:** Tribu de goblins, 30-50 individuos

**Recompensa Base:** 50 Monedas de Plata por cabeza de goblin, 100 por jefe de tribu

**Bonificación por Limpieza Completa:** 50 Monedas de Oro adicionales

**Materiales Recuperables:** Colmillos, pieles, cualquier tesoro del nido (propiedad del grupo exterminador)

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Master hizo cálculos mentales rápidos. Si había cuarenta goblins, eso era dos mil de plata (veinte de oro) más cien de plata (un de oro) por el jefe, más cincuenta de oro de bonificación.

Total: setenta y un de oro, más cualquier tesoro encontrado.

Dividido entre seis aventureros... aproximadamente doce de oro por persona.

"No parece particularmente lucrativo para el riesgo", observó Master.

"No lo es", admitió Kael. "Es por eso que nadie está tomando el contrato. Los aventureros experimentados quieren más. Los novatos morirían." Bebió más cerveza. "Pero aquí está la parte que el contrato no menciona: los nidos de goblins casi siempre tienen tesoro oculto. Cosas que robaron de caravanas, viajeros, otros asentamientos. He visto nidos con cien, doscientas de oro en objetos robados."

"¿Casi siempre?"

"Setenta por ciento del tiempo, diría. Es apuesta, pero si ganas, ganas grande."

Master consideró. Podría simplemente vender sus medicinas directamente a Kael y alejarse. Pero...

**[Múltiples beneficios potenciales: capital, reputación, conexiones, experiencia.]**

"¿Cuál sería mi corte exacto?" preguntó Master.

Kael alzó las cejas, claramente no esperando que Master considerara seriamente la propuesta.

"Bueno, normalmente un patrocinador que proporciona suministros obtiene diez por ciento de las ganancias totales. Pero tus suministros son únicos, así que podría argumentar por quince por ciento."

"Veinte por ciento", dijo Master. "Y primera opción de compra en cualquier artefacto mágico que encuentren."

Kael silbó entre dientes. "Ambicioso. Pero mis otros miembros del grupo tendrían que estar de acuerdo."

"Entonces que los conozca. Dejemos que evalúen si mis suministros valen veinte por ciento."

Una sonrisa lenta se extendió por el rostro de Kael.

"¿Sabes qué? Me caes bien, comerciante. Tienes agallas." Se puso de pie. "Ven. Mis compañeros están en el Gremio de Aventureros. Podemos discutir términos allí."

Master siguió a Kael, su mente corriendo. ¿Estaba tomando la decisión correcta? ¿Debería simplemente vender los suministros y enfocarse en su contrato con Valdren?

Pero algo en su instinto —esa suerte anómala de 99— le decía que esto era importante.

**[Tu habilidad continúa manifestándose.]**

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El Gremio de Aventureros era un edificio de tres pisos cerca del distrito del mercado. El exterior era funcional: piedra gris, ventanas con rejas de hierro, y un letrero grande mostrando una espada cruzada con un escudo.

El interior era ruidoso y caótico. Aventureros de todos los tipos llenaban el vestíbulo: guerreros con armaduras completas, arqueros con arcos elegantes, incluso lo que parecía ser alguien con túnica decorada con símbolos extraños que brillaban tenuemente con luz propia.

Master notó que algunos de esos símbolos parecían pulsar con energía contenida. En Kingadraff, la magia existía, pero no era omnipresente como en algunos cuentos fantásticos. Los magos verdaderos eran raros, y su poder venía con costo: cada hechizo requería energía vital o canalizaba fuerzas naturales que podían consumir al usuario si no tenían cuidado. La magia no era un truco de salón; era una fuerza peligrosa que respetaba las leyes de intercambio equivalente.

Un enorme tablón de anuncios cubría una pared completa, lleno de contratos clavados: "Escolta de caravana", "Exterminio de lobos", "Recuperación de objeto perdido", docenas más.

Kael guió a Master hacia una mesa en la esquina donde dos personas esperaban.

La primera era una mujer de aproximadamente veinticinco años con cabello rubio corto, armadura de cuero ligera que mostraba movilidad sobre protección, y arco compuesto apoyado contra la mesa. Tenía ojos verdes agudos que evaluaron a Master instantáneamente.

El segundo era un hombre enorme, fácilmente dos metros de altura, con músculos que parecían tallados de roca. Llevaba armadura de placas pesada y un martillo de guerra masivo descansaba a su lado.

"Gente", dijo Kael, "este es Master. Comerciante con productos interesantes. Master, esta es Lyra, nuestra arquera y rastreadora. Y Grom, nuestro rompecabezas favorito."

Grom gruñó algo que podría haber sido un saludo. Lyra asintió una vez, sus ojos nunca dejando de estudiar a Master.

"¿Comerciante?" preguntó Lyra con voz que era pura pragmatismo. "¿Por qué traes a un comerciante, Kael?"

"Porque tiene algo que podría cambiar las probabilidades en el nido de goblins." Kael se sentó. "Muéstrales, Master."

Master sacó una botella de desinfectante de su inventario, materializándola discretamente bajo la mesa para que pareciera que la había sacado de una bolsa.

"Desinfectante médico. Alcohol concentrado. Previene infecciones de heridas, pero también..." Vertió una pequeña cantidad en un plato vacío sobre la mesa. Sacó una cerilla de su bolsillo (había comprado algunas en la Tierra específicamente para demostraciones) y la encendió.

El desinfectante se inflamó con una llama azul brillante.

Los tres aventureros se tensaron inmediatamente.

"Altamente inflamable", explicó Master calmamente, apagando la llama con un trapo. "También ciega temporalmente si entra en contacto con ojos. Como descubrió un goblin esta tarde."

Lyra se inclinó hacia adelante, su interés claramente capturado. "¿Puedes hacer armas incendiarias con esto?"

"Potencialmente. Nunca lo he intentado."

"¿Y previene infecciones?" preguntó Grom con voz sorprendentemente suave para alguien de su tamaño.

"Efectivamente. También tengo ungüentos antibióticos, vendajes avanzados, y analgésicos."

Grom intercambió una mirada con Lyra. Algún tipo de comunicación silenciosa pasó entre ellos.

"¿Cuánto?" preguntó Lyra directamente.

"No estoy vendiendo directamente", dijo Master. "Estoy proponiendo asociación. Proporciono suministros médicos y apoyo logístico. Ustedes limpian el nido. Obtengo veinte por ciento de todas las ganancias, más primera opción de compra en artefactos mágicos encontrados."

"Veinte por ciento es alto", dijo Lyra inmediatamente.

"Mis suministros son únicos y potencialmente salvavidas. Además, la tasa de supervivencia aumentada significa que todos ganan más al final."

Grom habló nuevamente, su voz reflexiva. "Tiene punto. Heridas infectadas mataron a Torvald el mes pasado. Y a Mira antes de eso. Si este desinfectante funciona..."

"Lo hace", confirmó Kael. "Lo vi cegar a un goblin en segundos."

Lyra tamborileó sus dedos sobre la mesa, claramente calculando.

"Quince por ciento", ofreció. "Y tú proporcionas cantidad ilimitada de suministros durante la incursión."

"Dieciocho por ciento", contraofertó Master. "Y proporciono lo que razonablemente puedo cargar. Si necesitan más, renegociamos."

Lyra miró a Kael, luego a Grom. Ambos asintieron ligeramente.

"Dieciocho por ciento", aceptó Lyra finalmente. "Pero con una condición adicional."

"¿Cuál?"

"Vienes con nosotros al nido."

Master sintió que su estómago se hundía. "No soy combatiente."

"No te estamos pidiendo que luches", aclaró Lyra. "Pero necesitamos que estés presente para distribuir suministros durante el combate. Si alguien resulta herido, necesitamos acceso inmediato a tus medicinas. Además..." sus ojos se estrecharon ligeramente, "necesitamos verificar que realmente tienes lo que dices tener."

Era razonable, pero también aterrador. Master tendría que ir con ellos. Al bosque. A un nido de goblins real.

Su estadística de fuerza 6 representaba su capacidad base, pero bajo adrenalina extrema, el cuerpo podía superar temporalmente esos límites. Aun así, contra monstruos reales...

**[Riesgo alto. Ganancias potenciales altas. Tu decisión.]**

Master pensó en su vida en la Tierra. Escanear productos en una tienda de conveniencia. Comer fideos instantáneos. Existir sin vivir realmente.

Luego pensó en Kingadraff. En oportunidades. En la posibilidad de construir algo significativo.

"Acepto", dijo. "Pero permanezco en retaguardia. No participo en combate directo."

"Acordado", dijo Lyra. Extendió su mano. "Veinte por ciento era tu oferta original, ¿verdad?"

Master parpadeó. "Dieciocho fue el compromiso."

"Lo sé. Pero acabas de aceptar ponerte en peligro real. Eso vale los dos por ciento extra." Sonrió ligeramente. "Veinte por ciento. Tienes un trato."

Master estrechó su mano, sorprendido por el giro.

**[Respeto ganado mediante coraje demostrado.]**

Kael se puso de pie. "Entonces está decidido. Necesitamos dos aventureros más para tener un grupo completo. Conozco a algunos que podrían estar interesados ahora que tenemos respaldo médico."

"¿Cuándo planean ir?" preguntó Master.

"Pasado mañana al amanecer", dijo Lyra. "Eso nos da tiempo para preparación y reconocimiento preliminar."

Pasado mañana. Master haría cálculos: si regresaba a la Tierra esta noche, esperaba el período de enfriamiento, y regresaba inmediatamente después...

Llegaría justo a tiempo.

"Perfecto", dijo. "Pero tengo un compromiso esta tarde que no puedo cancelar. ¿Dónde nos encontramos?"

"Aquí, en el Gremio. Una hora antes del amanecer. No llegues tarde." Lyra se puso de pie, recogiendo su arco. "Y Master... bienvenido al mundo de la aventura. Trata de no morir."

No estaba completamente seguro de si eso era un deseo genuino o advertencia sarcástica.

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Master salió del Gremio de Aventureros sintiendo una mezcla de excitación y terror absoluto.

Acababa de aceptar ir a un nido de goblins real. Con monstruos reales. Donde podría morir realmente.

"¿Qué estoy haciendo?" murmuró.

**[Riesgo calculado.]**

"Eso no es reconfortante."

Master se apresuró hacia el distrito noble. Tenía cuarenta minutos antes de su reunión programada con Cassian Valdren. Y llegar tarde sería desastroso.

Mientras caminaba por las calles de Arlton, esquivando carretas y comerciantes, Master sintió algo que no había sentido en años.

Pura, indiscutible emoción de estar vivo.

Y por ahora, eso era suficiente.

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Master llegó a la mansión Valdren con tres minutos de sobra. Los guardias lo reconocieron de su visita anterior y lo dejaron pasar sin interrogatorio.

Gereth lo esperaba en el vestíbulo principal.

"Puntual nuevamente", observó con aprobación. "El señor Valdren aprecia la consistencia. Sígueme."

Lo guiaron a la misma oficina de antes. Cassian estaba detrás de su escritorio, revisando documentos. Seris estaba junto a la ventana, exactamente donde había estado la última vez, como si ese fuera su puesto permanente de observación.

"Master de la Casa Errante", saludó Cassian sin levantar la vista de sus papeles. "Regresaste según lo prometido."

"Dije que lo haría."

"Muchos prometen. Pocos cumplen." Cassian finalmente alzó la vista. "He preparado el contrato según nuestros términos discutidos. Gereth te proporcionó una copia preliminar, ¿correcto?"

Gereth lo había hecho efectivamente. Master había revisado el documento en su posada la noche anterior (con la ayuda del Sistema traduciendo terminología legal arcaica).

"Lo revisé. Todo parece estar en orden."

"¿Alguna preocupación o pregunta?" preguntó Seris desde la ventana.

Master la miró. Ella lo estudiaba con esa misma intensidad analítica que había notado antes.

"Solo una. La cláusula sobre 'primera opción en artefactos excepcionales'. ¿Cómo se define 'excepcional'?"

Cassian sonrió ligeramente. "Una pregunta inteligente. Excepcional se define como: artefactos mágicos de poder significativo, materiales raros con valor superior a cincuenta de oro, o información que podría impactar operaciones comerciales a gran escala." Hizo una pausa. "¿Es eso suficientemente específico?"

"Suficiente."

Cassian empujó dos copias del contrato a través del escritorio. "Firma ambas. Una es tu copia, una es la nuestra."

Master leyó el documento completo una vez más, lentamente, verificando cada cláusula.

**[Términos favorables. Sin cláusulas ocultas peligrosas.]**

Master firmó ambas copias con la pluma que Cassian le proporcionó.

Cassian firmó también, luego presionó su anillo de sello en cera caliente en ambos documentos. El sello de la Casa Valdren: un ancla dorada.

"Contrato formalizado", declaró Cassian. "A partir de ahora, eres un proveedor oficial de la Casa Valdren. Bienvenido a nuestra red comercial."

**[Contrato establecido. Ingreso garantizado: 160 Monedas de Oro mensuales.]**

**[+300 EXP]**

"Primera entrega de suministros", dijo Master, sacando diez tubos de crema antibiótica de su inventario (aparentando sacarlos de una bolsa grande). "Diez unidades como acordado para este mes."

Gereth tomó los tubos, examinándolos cuidadosamente, luego asintió a Cassian.

"Calidad consistente con las muestras anteriores."

Cassian contó ciento sesenta monedas de oro de una caja fuerte detrás de su escritorio. Las monedas tintineaban con un sonido satisfactorio mientras las apilaba sobre el escritorio.

"Pago completo por el primer mes. Como establece el contrato, los pagos subsecuentes se harán el primer día de cada mes siguiente."

Master transfería las monedas a su inventario discretamente, aparentando guardarlas en una bolsa en su cinturón.

**[+160 Monedas de Oro]**

**[Saldo actual: 260 Monedas de Oro, 3 Monedas de Plata, 28 Monedas de Cobre]**

"Hay otro asunto", dijo Seris, alejándose finalmente de su posición junto a la ventana. Caminó hacia el escritorio, sus movimientos medidos y precisos. "Has estado en Arlton menos de una semana, y ya hay rumores circulando sobre ti."

Master sintió un escalofrío de inquietud. "¿Qué tipo de rumores?"

"Que cegaste a un goblin con algún tipo de arma alquímica en plena plaza del mercado. Que salvaste a un niño sin dudar. Que ahora estás asociándote con aventureros para una incursión contra un nido." Seris se cruzó de brazos. "Eso es mucha actividad para alguien que supuestamente solo es un 'comerciante tranquilo'."

Master mantuvo su expresión cuidadosamente neutral. "Las oportunidades se presentan. Yo las aprovecho."

"Pragmático", comentó Cassian. "Pero Seris tiene un punto. Atención excesiva puede ser... problemática. Especialmente para alguien con productos únicos."

"¿Me están diciendo que reduzca mi perfil?" preguntó Master.

"No", respondió Seris sorpresivamente. "Te estoy diciendo que seas consciente del perfil que estás construyendo. Comerciante con productos médicos únicos, aparentemente valiente bajo presión, dispuesto a tomar riesgos." Sus ojos lo estudiaron. "Esa combinación atrae tanto aliados como enemigos."

"¿Qué tipo de enemigos?"

Cassian se recostó en su silla. "Otros comerciantes que verán tus productos como competencia. Aventureros inescrupulosos que podrían considerar robo en lugar de compra honesta. Y..." hizo una pausa significativa, "elementos de la Iglesia de la Llama Blanca que desconfían de cualquier cosa que consideren 'brujería no autorizada'."

Master sintió que su sangre se enfriaba ligeramente. "¿La Iglesia consideraría mis medicinas brujería?"

"Potencialmente", admitió Seris. "Medicina avanzada que nadie puede explicar, de fuentes no verificables... algunos clérigos conservadores podrían verlo con sospecha." Hizo una pausa. "Por eso la asociación con nuestra casa es beneficiosa para ti. Tenemos... influencia que puede proporcionar cierta protección."

Ahí estaba. No era solo altruismo. La Casa Valdren también se beneficiaba de tenerlo bajo su ala: acceso exclusivo a sus productos Y control sobre potencial amenaza competitiva.

"Aprecio la advertencia", dijo Master cuidadosamente. "¿Alguna recomendación específica?"

"Mantén tu historia de proveedores 'más allá de las Montañas Quebradas' consistente", dijo Cassian. "Si alguien pregunta, referirlos a la Casa Valdren como tus socios comerciales. Eso les hará pensarlo dos veces antes de tomar acciones contra ti."

"Y respecto a la incursión de goblins", añadió Seris, "es una movida inteligente. Resolverá un problema comunitario, te ganará buena voluntad con los aventureros locales, y demostrará utilidad práctica de tus productos. Pero..." su tono se endureció, "si mueres en ese nido, nuestro contrato se vuelve inútil. Así que no hagas heroísmos estúpidos."

"No planeo morir", dijo Master con más confianza de la que sentía.

"Nadie planea morir", respondió Seris secamente. "Y sin embargo, sucede con notable frecuencia." Se giró hacia su padre. "¿Algo más para este contrato?"

Cassian sacudió la cabeza. "Solo una cosa final, Master. En dos semanas, la Casa Valdren organizará una cena para comerciantes asociados y algunos nobles menores. Tu presencia sería... beneficiosa. Consideralo networking formal."

Una cena con nobles. Master casi se rio ante el absurdo de todo. Hace dos semanas estaba escaneando productos en una tienda de conveniencia. Ahora estaba siendo invitado a cenas con nobleza en otro mundo.

"Estaré encantado de asistir", dijo, manteniendo su tono profesional.

"Excelente. Gereth te enviará los detalles." Cassian se puso de pie, extendiendo su mano. "Entonces, nuestra primera transacción está completa. Espero que sea la primera de muchas."

Master estrechó la mano. "Yo también."

Seris lo acompañó hacia la salida nuevamente. Cuando estuvieron fuera del alcance del oído de su padre, habló en voz baja.

"Una advertencia personal, no oficial."

Master la miró. "¿Sí?"

"La incursión de goblins. Kael es competente, Lyra también. Grom es prácticamente indestructible. Pero los otros dos aventureros que recluten..." Seris hizo una pausa. "No todos los aventureros son honorables. Algunos ven a patrocinadores no combatientes como cargas o, peor, blancos fáciles para robo si las cosas se ponen difíciles."

"¿Cómo sabes con quién estoy yendo?"

Seris sonrió levemente. "Mi familia controla rutas comerciales. Eso requiere información. Y la información fluye a través de muchos canales en Arlton." Se detuvo junto a la puerta principal. "Ten cuidado, Master. Eres más valioso vivo que muerto. Para mi padre, para ti mismo, y..." vaciló apenas perceptiblemente, "posiblemente para mí también."

Antes de que Master pudiera responder, ella se había dado vuelta y caminaba de vuelta hacia el interior de la mansión.

**[Seris Valdren muestra interés personal. Naturaleza exacta: indeterminada.]**

Master salió de la mansión mientras el sol comenzaba a ponerse, tiñendo Arlton de tonos naranjas y púrpuras. Tenía mucho que procesar.

Contrato formalizado. Ciento sesenta de oro en mano. Una incursión de goblins en dos días. Advertencias sobre la Iglesia. Una cena con nobles en dos semanas.

Su vida se había vuelto imposiblemente complicada.

**[Temporizador: 16:42:18 restante.]**

Master decidió usar el tiempo restante para preparación adicional. Visitó varios comerciantes, comprando:

- Una daga de calidad superior (5 de oro) - por si acaso

- Raciones de viaje de mejor calidad (2 de plata)

- Una cantimplora de cuero bien sellada (8 de plata)

- Botas de viaje reforzadas (1 de oro, 5 de plata)

- Un pequeño escudo de madera ligero (3 de oro)

**[Equipo defensivo adquirido.]**

"¿Es estúpido ir?" preguntó Master en voz baja mientras compraba las botas.

**[Alto riesgo. Altas recompensas. Tu decisión.]**

Master regresó a su posada mientras caía la noche. El posadero —un hombre robusto de unos sesenta años con bigote gris y expresión perpetuamente preocupada llamado Aldus— lo saludó desde detrás del mostrador.

"¡Ah, el joven Master! Escuché que tuviste un día emocionante en la plaza." Aldus limpiaba una jarra con un trapo que había visto mejores días. "Mi sobrina vio todo. Dice que enfrentaste a un goblin con nada más que una botella. ¡Coraje o locura, no estoy seguro cuál!"

Master sonrió cansadamente. "Un poco de ambos, probablemente."

"Bueno, sea lo que sea, el niño está vivo gracias a ti. Su madre, Marta, es amiga de mi esposa. Ya ha estado aquí dos veces preguntando cómo puede agradecerte apropiadamente." Aldus se inclinó hacia adelante conspiradorialmente. "Entre tú y yo, creo que está horneando suficiente pan como para alimentar a un ejército. Prepárate para ser mimado, muchacho."

"Solo hice lo que cualquiera habría hecho", dijo Master.

"Eso es donde te equivocas." La expresión de Aldus se volvió seria. "Todos los demás se congelaron. Tú actuaste. Esa es la diferencia entre decir que harías algo y realmente hacerlo cuando importa." Dejó la jarra. "Tu habitación está como la dejaste. Cambié las sábanas esta mañana. Si necesitas algo más, solo grita."

"Gracias, Aldus."

El posadero asintió con calidez genuina. "Descansa bien, joven. Y trata de no atraer más problemas, ¿eh? Mi corazón viejo no puede manejar toda esta emoción."

Master subió a su habitación, sintiendo una extraña conexión con este hombre que había mostrado más amabilidad genuina que muchas personas en su vida anterior.

En su habitación, Master accedió al Mercado de Usuarios nuevamente. Ahora que tenía capital real, podía considerar compras estratégicas.

Encontró varios listados interesantes:

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**[Usuario #0923 vende: Amuleto de Detección de Peligro (detecta intenciones hostiles dentro de 15 metros). Precio: 80 Monedas de Oro. Reputación: 4.2/5⭐]**

**[Usuario #0456 vende: Manual: "Principios Básicos de Magia Defensiva para No-Magos" (198 páginas). Precio: 120 Monedas de Oro.]**

**[Usuario #1205 vende: Kit de Supervivencia Dimensional (incluye brújula interdimensional, cuerda que no se rompe, pedernal mágico). Precio: 150 Monedas de Oro.]**

**[Usuario #0089 BUSCA: Muestras de flora medicinal terrestre. Pago: 20-40 Monedas de Oro dependiendo de rareza.]**

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El amuleto de detección era tentador, pero ya tenía uno de protección. El manual de magia defensiva era intrigante pero caro.

Lo que realmente llamó su atención fue el último listado. Alguien comprando flora medicinal terrestre.

Master abrió el listado completo:

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**[Usuario #0089 - Alquimista Interdimensional]**

**BUSCO: Muestras de plantas medicinales terrestres para investigación dimensional. Específicamente interesado en:**

**- Aloe vera (20 de oro por planta viva)**

**- Jengibre (15 de oro por kilogramo)**

**- Cúrcuma (18 de oro por kilogramo)**

**- Cualquier antibiótico natural (precio negociable)**

**Reputación: 4.6/5⭐ (247 transacciones)**

**Nota: Pago inmediato. Transacciones discretas garantizadas.**

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Master hizo cálculos mentales. Una planta de aloe vera en la Tierra costaba quizás 5-10 yuanes. Aquí valía 20 de oro.

Esta era otra línea de negocio potencial completamente separada.

Master envió un mensaje al Usuario #0089:

**"Interesado en suministrar plantas medicinales terrestres. Puedo conseguir aloe vera, jengibre, cúrcuma en cantidades moderadas. ¿Interesado en establecer suministro regular? - Master, Usuario #1247"**

La respuesta llegó en menos de cinco minutos:

**"MUY interesado. Suministro regular es exactamente lo que necesito. ¿Qué cantidades mensuales? ¿Qué precios? - Alchemix #0089"**

Master respondió:

**"5 plantas de aloe vera mensuales, 10 kg de jengibre, 10 kg de cúrcuma. Precios según listado: 20 de oro por aloe, 15 por kg de jengibre, 18 por kg de cúrcuma. Total: 430 de oro mensuales. ¿Aceptable?"**

**"Más que aceptable. ¿Cuándo puedes comenzar entregas? - Alchemix"**

**"Primera entrega en 5 días. ¿Sistema facilita transferencia interdimensional? - Master"**

**"Sí. Bóveda del Sistema. Tú depositas, yo retiro. Sistema cobra 5% pero garantiza seguridad. Enviaré contrato formal. - Alchemix"**

**[Nueva oportunidad comercial establecida. Ingreso adicional: 408.5 Monedas de Oro mensuales.]**

**[+100 EXP]**

Master se recostó en su cama, sonriendo.

Acababa de establecer dos fuentes de ingreso: suministro médico a la Casa Valdren en Kingadraff, y suministro botánico a un alquimista en otra dimensión.

Arbitraje interdimensional a escala múltiple.

"Sistema", dijo en voz alta, "creo que finalmente estoy empezando a entender cómo funciona esto."

**[Estás aprendiendo las mecánicas fundamentales.]**

"¿Cuántos usuarios han descubierto esto?"

**[40% operan en nivel básico. 35% en dos dimensiones. 20% en tres o más. Solo 5% han establecido redes verdaderamente sostenibles.]**

"¿Y esos 5%?"

**[Los más ricos, poderosos e influyentes. Algunos controlan flujos que afectan economías enteras. Otros han acumulado conocimiento que rivaliza con bibliotecas antiguas.]**

"¿Cuánto tiempo les tomó?"

**[Varía. Algunos en meses mediante movimientos audaces. Otros años con crecimiento gradual. Muchos más murieron intentándolo.]**

Esa última parte era el recordatorio sobrio.

**[Temporizador: 11:23:47 restante.]**

Master pasó las siguientes horas estudiando la guía que había comprado, tomando notas sobre tácticas de supervivencia, y preparándose mentalmente.

La incursión de goblins. Su primera experiencia real con peligro de combate.

¿Estaba listo?

No.

¿Lo haría de todos modos?

Sí.

Porque Master había tomado una decisión fundamental: no iba a vivir una vida de mediocridad otra vez.

Si eso significaba tomar riesgos que otros consideraban locos, que así fuera.

Eventualmente se durmió, su mano descansando inconscientemente sobre la daga que había comprado.

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Master despertó varias horas después al sonido de movimiento en el pasillo fuera de su habitación. Voces bajas. Pasos cuidadosos.

Su amuleto de protección pulsó suavemente. No con alarma aguda, sino con advertencia de precaución.

Alguien estaba fuera de su puerta.

**[Múltiples presencias.]**

Master se movió silenciosamente fuera de la cama, tomando su daga. Su corazón latía fuertemente.

Golpearon en la puerta. Tres golpes suaves.

"¿Quién es?" preguntó Master, manteniendo su voz firme.

"Kael. Abre. Necesitamos hablar."

Master consideró brevemente. Su amuleto no pulsaba con advertencia de peligro inmediato. Kael no había mostrado hostilidad antes.

Abrió la puerta parcialmente, manteniendo la daga oculta detrás de su espalda.

Kael estaba ahí, pero no solo. Lyra y Grom estaban detrás de él. Y dos personas más que Master no reconocía: un hombre delgado con capucha que ocultaba la mayor parte de su rostro, y una mujer con túnica simple decorada con símbolos que brillaban tenuemente.

"¿Qué pasa?" preguntó Master cautelosamente.

"Cambio de planes", dijo Kael, su expresión seria. "La situación del nido de goblins acaba de complicarse significativamente. Necesitamos hablar. Ahora."

Master miró a cada uno de ellos. Todos tenían expresiones tensas.

Algo había pasado.

Algo grande.

"Entren", dijo finalmente, abriendo la puerta completamente.

Los cinco aventureros entraron en su pequeña habitación, llenándola completamente. Grom tuvo que agacharse para evitar golpear su cabeza contra el techo bajo.

"¿Qué pasó?" preguntó Master directamente.

Lyra habló, su voz tensa. "Hace dos horas, los goblins atacaron una granja al oeste de Arlton. Mataron al granjero y su esposa. Se llevaron a su hija."

El estómago de Master se hundió. "¿Se la llevaron viva?"

"Sí", dijo la mujer con túnica. Su voz era suave pero contenía rabia fría. "Los goblins ocasionalmente toman cautivos. Para..." hizo una pausa, su mandíbula apretándose, "propósitos desagradables. Si no la rescatamos en las próximas veinticuatro horas..."

No necesitaba terminar la frase.

"Esto cambia todo", dijo Kael. "Ya no es solo una misión de exterminio por recompensa. Es una operación de rescate contra reloj."

El hombre de capucha habló por primera vez, su voz rasposa. "El Gremio ha aumentado la recompensa. Cien de oro por el rescate exitoso de la niña. Más las recompensas estándar por limpieza del nido."

"¿Pero?" preguntó Master, sintiendo que había un pero enorme viniendo.

"Pero tenemos que ir ahora", dijo Lyra. "Esta noche. No podemos esperar hasta pasado mañana. Cada hora que pasa reduce sus probabilidades de supervivencia."

Master sintió que el piso se movía bajo sus pies.

Esta noche. Iban esta noche.

"¿Cuándo exactamente?"

Kael revisó el cielo a través de la ventana. "Tres horas. Nos reunimos en la puerta norte al final de la Calle del Herrero. Traes tus suministros. Nosotros traemos armas y determinación."

"Tres horas", repitió Master, su mente corriendo. "¿Y ustedes dos son?" preguntó, señalando al hombre de capucha y la mujer.

"Ryn", dijo el hombre de capucha simplemente. "Explorador y especialista en venenos."

"Thera", dijo la mujer. "Practicante de artes elementales. Me especializo en manipulación de fuego y luz mediante canalización." Sus símbolos brillaron ligeramente más fuerte. "La magia tiene precio. Cada uso consume energía vital. Pero para una niña inocente, pagaré ese precio."

Master entendió. La magia en Kingadraff no era gratuita. Requería sacrificio, equilibrio. Thera estaba dispuesta a arriesgar su propia fuerza vital para salvar a alguien.

Seis aventureros en total. Un grupo completo.

Y Master, el comerciante no combatiente con estadística de fuerza 6, yendo directamente hacia el peligro.

**[Probabilidad de supervivencia: 68%. Probabilidad de éxito: 71%.]**

"Estaré ahí. Tres horas. Puerta norte."

Los aventureros asintieron y salieron, sus pasos pesados resonando en el pasillo.

Master cerró la puerta y se apoyó contra ella, su corazón latiendo furiosamente.

"Sistema", dijo en voz baja, "esto se acaba de volver muy real muy rápido."

**[Una niña está en peligro. Tú respondiste.]**

"¿Puedo realmente hacer esto?"

Silencio. Más largo de lo usual.

**[Tu suerte es anómala. Tus suministros son valiosos. Tu instinto de supervivencia es fuerte. Pero también eres débil físicamente, sin entrenamiento en combate, entrando en territorio hostil.]**

**[La pregunta no es si puedes. Es: ¿lo harás?]**

Master pensó en la niña. En algún lugar en la oscuridad del bosque, aterrorizada, sola, rodeada de monstruos.

Pensó en su propia infancia. Perdiendo a sus padres. La sensación de desamparo absoluto.

"Sí", dijo finalmente. "Lo haré."

**[Entonces prepárate.]**

Master sonrió levemente a pesar de todo.

"Haré mi mejor esfuerzo."

Tenía tres horas para prepararse para la misión más peligrosa de su vida.

Mejor comenzar ahora.

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**FIN DEL CAPÍTULO 4**

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**[PRÓXIMAMENTE: CAPÍTULO 5 - SANGRE EN LA OSCURIDAD]**

JB
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