Chapter 11:
El Reino de las Garras: Tercera crónica, Red de Bruma - Volumen 3
Parte 1
Varios jinetes que se encontraban atrapados en la flora del lugar solo podían observar la pelea entre ambos wyverns.
Ririna sobre su wyvern Ángelus contra la mujer albina sobre su wyvern de color verde flora.
Pequeños hilos de sangre caían de cielo, esto se debía a los pequeños cortes que se hacían ambos wyverns al chocar sus garras uno contra el otro, esto también afectaba a sus jinetes, pero ningún golpe era contundente.
La mujer delgada de cabello blanco hablo mientras estaba de pie sobre el lomo de su wyvern floral.
- Eres fuerte, debo admitirlo, entonces.
- …
- ¿Quieres ser mi discípula?
- ¿Ah? ¿Estás loca?
Ante la respuesta de Ririna, la mujer de cabello blanco respondió con una expresión de confusión.
- ¿Eh? ¿Por qué lo dices? Claramente eres fuerte, y yo te acogeré bajo mi mando sin importar tu lugar de origen, porque después de todo…
- ¿?
- …Eres una mujer extremadamente fuerte.
- Si, supongo que lo soy, y es por eso…
- …¿?
- ¡Que no voy a dejarme mandar por absolutamente nadie, y menos una desconocida como tú!
- Jum, increíble respuesta, ¡eso hace que te desee aún más!
Ririna solo pudo poner un rostro que expresaba asco por aquella mujer, a lo que le dio una orden a su wyvern Ángelus para que siguiera atacando a la mujer de blanco.
Las garras de ambos wyverns hacían cortes más grandes y más profundos el uno contra el otro mientras que ambas mujeres se aferraban lo más que podían a los lomos de sus compañeros dracónicos.
- (Mierda… esto no debe prolongarse demasiado, después de todo es una carrera, no un combate directo…)
Ante estos pensamientos, Ririna decidió cambiar la estrategia. Le dio una señal a Ángelus para que este escapara apenas tuviera la oportunidad, debían terminar la carrera, pero no sin antes liberar a Gabriel.
Ángelus rápidamente dio media vuelta poniéndose sobre el wyvern floral y con sus patas, lanzarlo contra el suelo.
El impacto del wyvern floral contra la tierra levanto una gran nube de polvo, Ririna aprovecho esta oportunidad para ir en dirección de Gabriel y con un corte de Ángelus, Gabriel fue liberado de las gruesas lianas junto a su grifo.
Ambos escaparon lo más rápido posible dejando al resto de competidores atrapados en las lianas.
- Gracias Ririna, te debo una.
- No te preocupes, pero como te quedaste enredado ahí, no era tan difícil de esquivar.
- Sobre eso…
- ¡!
- En realidad, las lianas si estaban ahí por la pequeña quebrada, pero no eran de ese grueso, y si las pude esquivar inicialmente, pero luego las lianas cobraron vida y me atacaron.
- ¡Espera, quieres decir que…!
Antes de que Ririna pudiera terminar de hablar con Gabriel, unas lianas salieron disparadas como látigos directo hacia ellos, aunque las esquivaron por poco, la vieron.
- Imposible.
La mujer albina venia sobre su wyvern floral tras ellos a toda velocidad, pero había algo más.
Las lianas perforaban a través del suelo baldío a toda velocidad, eso fue lo que había pasado.
El wyvern de la mujer albina no era un wyvern común, él podía controlar la naturaleza, y uso su habilidad para hacer crecer de forma anormal las lianas lo suficientemente grandes y fuertes para reducir a un dragón entre ellas.
Ambos, el grifo y el wyvern empezaron a esquivar las enormes lianas que los atacaban mientras avanzaban por el circuito, y a su vez, podían observar como ambos camaleones montados por los chicos pelirrojos se acercaban rápidamente.
- Eso será un problema.
- No me lo tienes que decir.
Ririna claramente estaba nerviosa.
La chica albina en su wyvern floral especial y los gemelos pelirrojos sobre los camaleones lentamente se acercaban a la pareja, pero entonces lo vieron, todos lo vieron.
Una luz roja ilumino el cielo.
Era una bengala.
Parte 2
Unos momentos antes.
Alistair se encontraba sobre su compañero Rakasha avanzando por el circuito a toda velocidad, mientras que a su alrededor habían varios dragones montados por distintos jinetes de distintos países.
Varios dragones lanzaban bolas de fuego hacia Rakasha mientras este los evadía a gran velocidad mientras dejaba una nube de polvo a su paso, aunque este ya estaba cansado por sus encuentros pasados.
- Creo que no fue buena idea usar el modo dios del rayo para cruzar esas lianas rápidamente, eso solo empeoro su estado.
Rakasha aún continuaba evadiendo los ataques como podía pero su fatiga se hacía evidente.
- Vamos, compañero, sé que tú puedes.
Tanto Alistair como Rakasha tenían varias heridas, pero aun así, seguían en la carrera, de hecho estaban cerca del final.
Alistair pudo ver a lo lejos que estaban volviendo a la arena de la cual salieron inicialmente, este era un circuito que llevaba al mismo punto de partida donde esperaba el público y los gobernantes de varios países.
- Ya casi Rakasha, solo un poco más…
La meta estaba a la vista, pero en ese momento, una enorme llamarada aterrizo sobre el circuito baldío, muchos dragones cayeron del cielo con este enorme ataque.
El ataque vino de un dragón igualmente grande.
Era un dragón enorme de proporciones nunca antes vistas por Alistair, incluso mucho más grande que los dragones de los caballeros patriarcales de elite, era un auténtico monstruo. Pero lo que más llamo la atención de Alistair no era el colosal dragón, si no el jinete, un chico mucho más joven que el con una armadura plateada con grabados de rosas, claramente pertenecía al reino de espinas.
- ¡RAKASHA!
Ante el grito de Alistair, Rakasha inmediatamente entro en modo dios del rayo para moverse a súper velocidad hasta la meta, pero el dragón colosal simplemente lanzo una llamarada igualmente colosal desde su mandíbula para bloquear el camino de Rakasha dios del rayo.
Rakasha no fue impactado directamente pero le dio en un costado haciendo que se estrellara contra un tumulto de rocas lanzando a Alistair por los aires y cayera fuertemente sobre la roca.
Con un par de ataques del enorme animal, la mayoría de competidores que estaban por cruzar la meta quedaron inhabilitados.
El enorme dragón montado por aquel joven cruzo la meta sin ningún problema seguido por los dragones que todavía podían volar o arrastrarse.
En vista de que ningún otro competidor estaba en condiciones de cruzar la meta, el juez dio por finalizada la competencia disparando una bengala roja al cielo con una ballesta.
Alistair lastimado en el cielo se arrastró como pudo hacia su dragón negro.
- Parece que…perdimos…compañero.
Con esto dicho, Alistair y Rakasha solo pudieron mirar al cielo mientras otros dragones los rebasaban.
Parte 3
Una mujer esbelta de cabello negro y con un parche en el ojo derecho se lamia sus labios.
- Ciertamente poner a ese huérfano de las calles a las filas de mi ejército fue una gran decisión. Kay.
Parte 4
Con la bengala iluminando el cielo, daba por terminada la carrera de graduación de los jinetes.
Todos los competidores se detuvieron, la carrera había terminado. Todos se quedaron mirando al cielo rojizo mientras la bengala se extinguía.
La sangre goteaba de su cuerpo, Ririna había bajado del lomo de su Ángelus, se encontraba en tierra tomando un poco de agua de una pequeña quebrada cercana y limpiando un poco sus heridas.
La mujer albina se acercó a Ririna.
- Supongo que no me eh presentado, mi nombre es Ebba, un placer.
Ebba estiro su mano para darle un apretón a la herida Ririna a lo que esta le correspondió.
- Un placer, mi nombre es Ririna, de la casa… bueno, no importa, un gusto, eres muy fuerte.
- Igualmente, hace mucho no me ponían al límite, aunque no iba con intenciones asesinas.
- Yo tampoco, fortachona.
- Ya veo, espero que nos volvamos a ver.
- Yo realmente no.
- Y mi propuesta para aceptarte bajo mi ala sigue en pie, considéralo.
- Eghhh…
- Hasta que el destino decida que nos volvamos a encontrar.
Con estas palabras, Ebba le dio la espalda a Ririna y levanto la mano en señal de despedida mientras que los gemelos pelirrojos la acompañaban con sus respectivos compañeros.
- Ese wyvern era un problema…jum.
- ¡Ririna!
- ¡¿Eh?!
Los gritos venían de Gabriel que venía corriendo acompañado por su grifo.
- Tuviste un desempeño increíble, lástima que no ganaras.
- No importa, di lo mejor de mí y es lo que importa…
Mientras decía esto, Ririna apretaba su puño y continúo hablando.
- Pero sabes Gabriel, me di cuenta de algo, aunque yo soy fuerte, puedo hacerme aún más fuerte, el mundo, es muy grande.
Aun con el cuerpo lleno de heridas, Ririna puso una gran sonrisa a lo que Gabriel le respondió con una ligera sonrisa y unos ojos algo tristes.
Ririna le dio una palmada en la espalda a Gabriel.
- Anímate, realmente no se en que piensas la mayoría del tiempo, siempre pareces tan misterioso y que tuvieras el mundo sobre tus hombros, en cierta forma me recuerdas a Ana.
Al escuchar esto, Gabriel puso una expresión desconcertada.
Ririna continúo hablando.
- Pero…
Lo que diría Ririna tomo aún más desprevenido a Gabriel de lo que ya estaba.
Parecía que el mundo alrededor se volvía totalmente blanco, los demás jinetes con sus dragones desaparecieron, o al menos eso parecía.
- Si le haces daño a alguno de mis amigos, no dudare en matarte al instante.
El sudor recorrió del cuerpo de Gabriel, a lo que tratando de conservar la calma respondió a las declaraciones de Ririna.
- ¿De qué hablas? ¿No estas siendo un poco ruda conmigo sin alguna razón?
Por su baja estatura, Ririna pasó al lado de Gabriel mirándolo desde abajo, pero su mirada parecían cuchillos perforando su corazón.
El mundo había vuelto a la normalidad y Gabriel solo podía ver hacia abajo mientras múltiples gotas de sudor salían de su cuerpo cayendo sobre la arena.
Parte 5
Actualmente todos los participantes estaban regresando a la arena de combate inicial.
En algún punto, Alistair se encontró con Ana y volvieron juntos.
Llegaron a uno de los túneles de la arena y finalmente llegaron al interior. Ahí se encontraban unos soldados organizando a los competidores y en el lugar habitual, se encontraban los gobernantes de los reinos de la Lluvia, Desierto, Tormenta y Espinas.
Los dragones acompañantes fueron llevados a otro lugar por los soldados y con esto, los jinetes de los reinos fueron divididos por reinos en bloques, pero en el centro de la arena se encontraba un podio conformado por 3 bases, una más alta que la anterior, siendo la de la mitad la más alta.
El patriarca se paró de su silla, se acercó al borde de la cúpula y empezó a hablar en lo que parecía ser un aparato para amplificar el sonido, sin duda era tecnología un poco más avanzada de lo normal, pero a nadie pareció importarle ese detalle.
- Estamos aquí reunidos en el evento de graduación para premiar a los mejores competidores, y luego de una emocionante carrera, ya tenemos los mejores competidores, luego cada reino se encargara de recompensar personalmente a cada participante, pero ahora mismo, recompensaremos a los mejores de todos.
Mientras que el patriarca decía esto, los otros gobernantes se pusieron de pie al lado de él.
Godwin, patriarca del reino de la lluvia.
Berenice, la reina de espinas.
Seti, gobernante del reino del desierto.
Hatmeyth, gobernante de las tormentas.
Al estar estas 4 figuras de pie, toda la arena empezó a gritar eufórica.
Para el público era más emocionante ver estos 4 gobernantes en un mismo lugar que los propios competidores.
La mujer esbelta de cabello negro, sin su ojo derecho y sin su brazo derecho, la reina Berenice, dio un paso al frente.
- Es mi deber y también un honor anunciar a los ganadores de este gran evento.
En este momento toda la arena estaba en silencio.
- Del reino del desierto, mostrando un gran desempeño la mayoría del circuito, el competidor Asad. Por favor, pararse en el podio más bajo.
Del bloque del desierto, salió un hombre de piel oscura bastante alto, y corpulento, camino hacia el podio mientras el público aplaudía.
Inmediatamente un soldado de elite del patriarca se acercó al competidor Asad y le puso una medalla de bronce en su cuello.
La arena nuevamente se puso en silencio.
Berenice siguió hablando.
- Para el segundo lugar, una competidora que demostró gran agilidad en las batallas y se merece el lugar donde llego, del reino de la tormenta, la señorita Amalie.
Del bloque tormenta, salió una mujer un poco más alta al promedio de las demás mujeres, con un cuerpo musculoso, avanzo lentamente al podio y se puso sobre su lugar correspondiente, luego le fue entregada una medalla de plata.
Luego de su merecida ronda de aplausos, Berenice iba a anunciar al merecedor del primer puesto.
- Es un placer aún más grande anunciar que el ganador definitivo pertenece a mi reino, espero grandes cosas de el a pesar de su corta edad. Demostró un desempeño impecable e incluso logro domar a uno de los dragones más grandes de mi reino y usarlo en la carrera, puedes pasar al podio del primer lugar, Sir Kay.
Con esto dicho, un joven salió de la multitud conformada por el reino de espinas, era prácticamente un niño, menor que Alistair y el resto de competidores, tenía la piel blanca, cabello negro y una contextura no muy musculosa. Pero a pesar de esto, Alistair pudo notarlo, y no solo el, cualquier jinete fuerte y experimentado se dio cuenta, el aura de este niño era normal, casi parecía que la dimensión se distorsionara a su alrededor, los ojos de aquel niño se cruzaron con los de Alistair y este solo pudo sonreír mientras se tocaba el pecho.
- Este niño, es fuerte.
Luego de subir al podio, un caballero le puso la medalla de oro coronándolo como el ganador absoluto que está por encima de todos.
Alistair solo dio un pequeño suspiro.
Gabriel mientras se rascaba la mejilla hablo.
- Así que realmente existen ese tipo de personas, auténticos genios.
Ana solo estaba callada mientras miraba entre la multitud.
Ririna se encontraba con los brazos cruzados mientras se recostaba en una columna.
Con gritos y aplausos el día termino y con ello el evento de graduación.
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