Chapter 2:
Fantasía.exe HA DEJADO DE FUNCIONAR (Español - Spanish)
El anciano mayordomo soltó un bufido impaciente.
—No te quedes ahí parado como un poste, escoria. ¿Acaso quieres que te dé una patada para que te muevas?
—¿Eh? ¿Qué? —Aric parpadeó, aún tratando de procesar la información.
—¡Los baños, inútil! ¡Ve y límpialos antes de que el director decida que eres un desperdicio aún mayor de oxígeno!
El viejo escupió estas palabras con un desprecio que solo podía haber sido cultivado durante décadas de servicio amargado.
Aric sintió como si le hubieran arrojado un balde de agua fría.
—¿Limpiar los baños? —repitió, sin creer lo que escuchaba—. ¿Yo? ¿Un estudiante ilustre de esta academia? ¡Seguramente es un error! ¡No puede ser que este vejestorio no tema a mi noble familia!
Pero entonces, antes de que pudiera abrir la boca para protestar más, un torrente de recuerdos lo golpeó como un tren de carga.
Fue una sensación extraña, como si hubiera vivido las últimas 48 horas de la vida de este cuerpo en cuestión de segundos.
Y esas 48 horas no eran nada glamurosas.
—Oh, mierda… —murmuró con la cara pálida.
Este cuerpo pertenecía a un chico de 16 años cuyo nombre nadie se molestaba en aprender. Vivía en la parte más pobre de la ciudad, completamente solo, sin rastro de una familia en su memoria. Y su existencia en esta prestigiosa academia no era la de un noble con un destino legendario.
No.
Era un simple trabajador.
Un chico contratado para hacer las tareas que nadie más quería hacer.
Como limpiar los baños.
Cuando recuperó la conciencia, Aric se encontró ya dentro del baño, sosteniendo un trapo y un cubo de agua sucia.
—¿Cómo diablos llegué aquí? —murmuró, mirando a su alrededor con el alma a punto de escapársele del cuerpo.
Entonces lo entendió.
El cuerpo estaba tan acostumbrado a esta rutina que incluso sin su mente presente, sus piernas lo habían traído aquí por instinto.
Levantó la vista y, por primera vez, observó con atención el escenario ante él.
Los pisos estaban manchados con charcos amarillos sospechosos.
Las paredes de los cubículos estaban decoradas con arte moderno en relieve… usando materiales biológicos que no deberían estar fuera del inodoro.
Había hedor.
No. No hedor.
Este era un ataque químico de guerra.
Aric sintió que su alma se desprendía de su cuerpo, como si su dignidad intentara escapar de la situación.
—¡Putos mocosos asquerosos! —gritó entre arcadas—. ¡¿Qué clase de bestias sin alma hacen ESTO?!
Se tambaleó hacia el lavamanos y se echó agua en la cara con desesperación, como si quisiera borrar la imagen grabada en su retina.
—¡Limpiar los baños! ¡¿Qué pasó con mi destino de grandeza?! —se quejó con el ceño fruncido—. ¡¿Dónde está mi noble cuna?! ¡¿Dónde está mi ilustre posición que nadie pensaría que me merezco pero que aun así tengo?! ¡¿Qué pasó con mi guion predestinado a la gloria?!
Respiró hondo y miró nuevamente los cubículos.
Otra arcada.
Su dignidad cayó muerta en combate.
—A la mierda este mundo. A la mierda este viejo encorvado. Que me mate si quiere, pero no pienso tocar todo eso —declaró con resolución, arrojando el trapo al suelo como si fuera un acto de rebelión heroica.
Y justo en ese instante…
Una pantalla traslúcida apareció frente a sus ojos.
━━━◉━━━ [Sistema Instalado] [Iniciando Sistema...] ━━━◉━━━
Aric se quedó inmóvil.
Sus ojos, aún lagrimosos por el hedor, se agrandaron con una emoción desenfrenada.
—¡S-Sistema! —jadeó, llevándose las manos a la boca.
Un sistema… ¡un sistema! Esto solo podía significar una cosa.
—¡Ja... Ja ja ja ja! ¡Sí, sí, sí! ¡Sabía que este mundo no me abandonaría! —soltó una risa maníaca de pura felicidad—. ¡Así que SÍ tengo un guion destinado a la grandeza!
Las posibilidades lo bombardearon como fuegos artificiales en su cabeza.
—¡¿Será un sistema para convertirme en un inmortal invencible?! —susurró con emoción.
—¡¿O un sistema de Chef Supremo que me hará cocinar platillos legendarios con efectos divinos?!
—O… —su cuerpo tembló y su rostro se sonrojó de manera pervertida—. ¿Será un sistema para convertirme en el Dios de la Lujuria y el Placer?
Su cuerpo tembló de emoción mientras se abrazaba a sí mismo.
—No me juzguen, un hombre tiene derecho a soñar.
En ese momento, la pantalla del sistema parpadeó, y nuevas líneas de texto aparecieron.
Aric se congeló al verlo . No era solo una pantalla cualquiera.
La fuente de las letras era tétrica, como si alguien la hubiera tallado con sangre y odio puro sobre un pergamino maldito. La sensación que emanaba no era de grandeza, sino de violencia, de destrucción, de un sendero sin retorno.
━━◉━━ [Sistema del Abismo Carmesí: El Sendero del Dios Masacrador] ━━◉━━
Aric sintió un escalofrío recorrerle la columna. Su alma intentó hacer las maletas y saltar por la ventana, pero estaba atrapada en este cuerpo condenado.
—Ah… mierda —murmuró con la boca seca.
Antes de que pudiera siquiera pestañear, la pantalla se expandió con un brillo carmesí, como si quisiera envolverlo en su infernal resplandor. Un texto apareció, acompañado de una fanfarria innecesariamente épica, como si estuviera en la introducción de un videojuego de dudoso presupuesto.
[¡Bienvenido, Elegido del Abismo!] ¡Has sido seleccionado para recorrer el sendero de la supremacía absoluta! Con este sistema, trascenderás tu débil existencia y te convertirás en un ser temido y adorado, un monarca de la masacre, un carnicero divino, el alfa y el omega de la destrucción.]
[¡Conquista! ¡Aniquila! ¡Véngate de aquellos que te humillaron! ¡Haz que el mundo se arrodille ante ti!]
Aric entrecerró los ojos y cruzó los brazos.
—Ajá. Claro. ¿Crees que no he leído suficientes historias de esto? —bufó—. Oye, viejo, ya sé cómo termina esta porquería.
El sistema parpadeó.
—[¿Perdón?]
—¿Quieres que te lo diga con detalles o te lo resumo? A ver… primero, me das un poder increíble, pero para usarlo tengo que ‘pagar un precio’. Luego, cada decisión que tome con este sistema me llevará a una tragedia tras otra. Se me meterá en la cabeza la idea de que necesito más fuerza. Y, claro, para conseguir esa fuerza, tendré que hacer sacrificios. Poco a poco, me volveré un monstruo sin remedio. —Aric chasqueó la lengua y señaló la pantalla con cara de hastío—. Y cuando finalmente alcance la cima, ¡sorpresa! El mundo entero querrá mi cabeza. La humanidad me condenará, los héroes tratarán de matarme, y aunque me redima, terminaré solo y amargado en un rincón del universo, llorando mi patética existencia.
La pantalla titiló.
—[Eso es una descripción exagerada y completamente…]
—¡Mentira! —lo interrumpió Aric, apuntando con el dedo—. ¡Desvergonzado! ¡Eres como esos vendedores que solo buscan a los desesperados para meterlos en estafas piramidales! ‘¡Oh, sí, con este sistema tu vida cambiará para siempre!’. No, gracias. Si tomo tu camino, me voy a meter en una miseria más grande que la que ya tengo. Seguro que ahora me das misiones pequeñas y me dices que ‘todo está en mis manos’. Pero luego aparecerán esas misiones de historia que no puedo evitar. ¡Las misiones de la trama!
—[Eso es… ¡Eso es un prejuicio infundado!]
—¡No me jodas! Muéstrame la primera misión principal —ordenó Aric con los ojos entrecerrados.
El sistema hizo una pausa.
—[¿Qué?]
—No las misiones secundarias. No esas mierdas inofensivas de ‘mejora tus habilidades’ o ‘fortalece tu cuerpo’. La primera misión principal. Esa que no puedo evitar. La que determina el primer arco de esta maldita historia. ¡Enséñamela!
El sistema intentó cambiar de tema.
—[Pero antes, ¿por qué no vemos las recompensas que puedes ganar con el sistema? Mira, hay mejoras increíbles que…]
—La misión. Principal. Ahora. —Los ojos de Aric brillaban con la luz de alguien que ya había visto este truco mil veces.
El sistema se quedó en silencio por varios segundos, y luego, de mala gana, la pantalla cambió.
━━━◉━━━ [Misión Principal: Venganza del Humillado] ━━━◉━━━
Objetivo:
¡Aplasta a los estudiantes de la academia que te han menospreciado! ¡Demuestra que no eres basura!
Derrota a los mejores alumnos de cada facultad y humíllalos.
Recompensas Adicionales:
Bonificación por matar o dejar inválido a un estudiante.
Aric levantó una ceja.
—Ajá. Ya veo. Qué mierda de sistema —dijo sin siquiera disimular su desprecio.
—[¡Un momento, esto no es tan malo como parece! Piensa en la justicia, en cómo harás que aquellos que te pisotearon paguen por sus actos. No se trata solo de venganza, ¡es sobre equidad y balance!]
—¿Ah, sí? —Aric resopló—. Si de verdad fuera sobre justicia, no me estarías dando ‘bonificación por matar’.
El sistema tartamudeó, como si intentara encontrar una excusa válida.
Aric suspiró y se pasó una mano por la cara.
—No. Gracias. Prefiero limpiar baños el resto de mi vida a recorrer este sendero infernal que tienes planeado para mí.
—[¡¿QUÉ?! ¡Pero te estás negando a un destino glorioso! ¡A una vida de poder y dominio absoluto!]
—Nah, me niego a una vida de llanto, traumas y monólogos existenciales a la luz de la luna.
El sistema comenzó a protestar, pero Aric ya lo estaba ignorando.
Justo en ese instante, notó algo extraño en la esquina de la pantalla.
Era un recuadro pequeño, con una fuente de letra diferente, en un color que no encajaba con el diseño tétrico del sistema.
[Mod de Trampas: Activado]
Aric parpadeó.
—¿Qué…?
Antes de que pudiera pensar más, el sistema se muteó de repente. Como si alguien le hubiera bajado el volumen a la fuerza.
Y una nueva pantalla emergió, con un diseño completamente distinto. Uno que no tenía nada que ver con la estética maldita del ‘Sistema del Abismo Carmesí’.
Aric abrió los ojos como platos.
—Oh, esto se pone interesante…
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