Chapter 3:

Capítulo 3 - ¿Realmente Quiero Hacer Esto?

Fantasía.exe HA DEJADO DE FUNCIONAR (Español - Spanish)


La pantalla del Mod de Trucos era tan rudimentaria que parecía diseñada por un programador sin presupuesto ni motivación. No tenía efectos llamativos ni colores dramáticos; solo una simple lista con opciones que parecían sacadas de un menú de configuración clandestino.

Aric entrecerró los ojos y leyó los primeros trucos con creciente interés.

—Auto-Refinamiento: Refina automáticamente el Aliento del Mundo incluso mientras duermes. Funciona incluso si estás roncando como un cerdo. —Aric alzó una ceja—. Interesante, aunque eso de roncar me ofende.

Pasó al siguiente.

—Biblioteca Mental: Absorbe el contenido de un libro al tocarlo (solo una vez al día). Atención: No incluye comprensión si eres idiota. —Aric puso cara de indignación—. ¡Oye! Eso es una falta de respeto gratuita, pero… bueno, aceptable.

Deslizó la pantalla un poco más.

—Robo de Talento: Copia el talento innato de alguien (solo 1 vez por persona). Advertencia: No te hace guapo si el otro lo es naturalmente. Lo sentimos.

Mientras más leía, más se ensanchaba su sonrisa maliciosa. Estos trucos eran como las versiones ilegales de un sistema de juego pay-to-win. Justo lo que necesitaba.

Sin embargo, su emoción se detuvo en seco al notar un pequeño detalle: cada truco tenía un coste de activación en PS = Puntos del Sistema.

—Oh, genial… —murmuró, frunciendo el ceño—. Y adivina de dónde vienen esos puntos.

Obviamente, del Sistema del Abismo Carmesí. Justo la pesadilla de la que intentaba escapar.

Su alegría inicial se transformó en frustración. No quería involucrarse con ese condenado sistema, pero sin PS, estos maravillosos trucos eran solo un sueño inalcanzable.

Refunfuñando, siguió bajando la lista, hasta que sus ojos se detuvieron en algo que hizo que su corazón se acelerara.

—Misiones Falsas: Genera misiones falsas para recibir recompensas de Puntos del Sistema reales. Atención: No nos hacemos responsables si la mentira se te va de las manos. Úsalo con moderación… o no, qué nos importa.

Aric sintió que un escalofrío de pura euforia le recorría la espalda. Esto. Esto era lo que necesitaba.

Pero entonces vio el coste de activación.

—¿Cien puntos? —chasqueó la lengua—. Maldición… parece que no tengo más remedio que hacerle el juego a ese bastardo del sistema…

Con un pensamiento, cerró la pantalla del Mod de Trucos y volvió a escuchar la voz del sistema… regañándolo por ignorarlo durante tanto tiempo.

[¡Por fin! Pensé que habías entrado en coma o algo. ¡No me vuelvas a ignorar así! Como decía… ¡Esta es una oportunidad única! ¡No deberías desperdiciarla!]

—Sí, sí, claro… —Aric suspiró con fingida resignación—. Muéstrame las misiones secundarias.

El sistema se iluminó de emoción.

[¡Eso es el espíritu! ¡Ves! Sabía que entrarías en razón.]

Mientras el sistema seguía con su discurso motivacional de vendedor de humo, una nueva ventana se desplegó ante él. En ella, varias misiones aparecieron, aparentemente inofensivas.

Aric sonrió por dentro como un verdadero villano. Si el sistema supiera lo que estaba a punto de hacer, seguramente se desmayaría del horror. Pero por fuera, mantuvo una expresión serena mientras analizaba cuidadosamente sus opciones.

—A ver qué tenemos aquí…

Roba el bastón de la señora Amalia y véndelo como madera exótica. Recompensa: 10 PS.

Haz que un ladrón callejero se vuelva honesto y arruínale la carrera. Recompensa: 20 PS.

Coloca basura en la plaza central para que parezca que el alcalde no hace su trabajo. Recompensa: 15 PS.

Aric sintió el impulso casi incontrolable de golpear al sistema, pero como no tenía un cuerpo físico que pudiera recibir el puñetazo, solo pudo maldecirlo en su mente con un repertorio de insultos digno de un poeta enfurecido.

—¿En serio? —bufó con incredulidad mientras repasaba las misiones—. ¡Esto es el manual del villano de tercera en formación! ¡¿Robo, manipulación y vandalismo?! ¿Qué sigue? ¿Atar a una damisela a las vías del tren?

Mientras tanto, el sistema se autoelogiaba con entusiasmo.

[¡Ves qué maravilla! Misiones sencillas, divertidas y con recompensas estupendas. ¡Podrás acumular PS y usarlos en mi grandiosa tienda! ¡Es un WIN-WIN!]

Aric inspiró profundamente por la nariz y exhaló lentamente, tratando de no perder los estribos. Luego, con la paciencia de un santo (o al menos eso intentaba), preguntó con aparente calma:

—Dime, querido y nada sospechoso sistema… Como nuevo usuario del sistema, debe haber algún paquete de bienvenida. Algo que sirva de empujón para dar el primer paso. ¿O me vas a decir que no?

Hubo un silencio incómodo. Demasiado incómodo.

Aric entrecerró los ojos.

—…

El sistema, por su parte, carraspeó con torpeza.

[Ejem… Bueno… Verás, este sistema es muy exclusivo y normalmente no damos regalos porque… eh… eso podría romper el balance del universo. Sí, exacto, el balance. Piensa en la estabilidad cósmica, Aric, esto es muy serio.]

—Ajá… —Aric ladeó la cabeza—. O sea que me intentabas estafar el paquete de bienvenida.

[¡¿Eh?! ¡No, no, no! ¡Por supuesto que no! Yo soy un sistema honrado y justo. ¡Qué falta de confianza la tuya!]

—Dámelo. Ahora.

[Es que verás, hay protocolos, permisos, papeleos dimensionales…]

—¡DÁMELO!

[¡Okay, okay! ¡Qué impaciente!]—El sistema suspiró, o al menos eso pareció por la pausa dramática antes de que la pantalla se iluminara con un destello exageradamente grandilocuente.—[¡Presentando el exclusivo, único y legendario Paquete de Bienvenida del Sistema del Abismo Carmesí! Tarán, tarán, tarán…]

Los efectos visuales eran tan ridículamente sobrecargados que Aric sintió que su córnea sufría. La pantalla resplandecía con destellos carmesíes mientras trompetas invisibles sonaban de fondo.

—¿Era necesario todo esto…?

[¡Por supuesto! ¡El dramatismo es clave para la inmersión!]

Finalmente, el contenido apareció:

Técnica de Formación del Corazón Etéreo: "Suplicio del Alma Desgarrada".

Técnica de Refinamiento del Aliento del Mundo: "Tormento de la Existencia Agónica".

Ficha de Lotería del Abismo.

Aric se pasó la mano por la cara, sintiendo que su destino estaba condenado desde el momento en que vio esos nombres.

—...Maldita sea. Esto huele a tragedia.

Incluso sin conocer los detalles, estaba seguro de que cualquier técnica con nombres así solo podía significar sufrimiento extremo. El tipo de sufrimiento que haría que un Adepto del Arcáne normal se replanteara su existencia y se hiciera panadero en su lugar.

Suspirando con resignación, levantó la mano y extendió el dedo hacia el botón de "Aceptar".

Sabía que una vez que lo hiciera, no habría vuelta atrás. Un vínculo inquebrantable con el Sistema del Abismo Carmesí se formaría, sellando su destino en este camino sospechosamente oscuro.

Pero justo cuando su dedo estaba a punto de tocar el botón, una risa malévola comenzó a resonar en su cabeza.

—…

La risa aumentó en volumen, volviéndose más alta, más siniestra… y cada vez más molesta.

—[jajaja]

—[¡JaJaJaJa!]

—[¡¡JAJAJAJAJAJAJAJA!!]

Aric detuvo su dedo en seco y su ojo tembló de pura irritación.

—…Dime que no eres tú.

El sistema tosió de manera artificial.

[Ejem… lo siento. Me emocioné.]

—…

[¡Pero adelante, adelante! ¡No te detengas! ¡Será la mejor decisión de tu vida, te lo garantizo!]

Aric suspiró profundamente y, con una última maldición en su mente, presionó el botón.

Inmediatamente, tres notificaciones aparecieron en su pantalla.

[¡Felicidades! Has recibido "Suplicio del Alma Desgarrada" en tu inventario.]

[¡Felicidades! Has recibido "Tormento de la Existencia Agónica" en tu inventario.]

[¡Felicidades! Has recibido 1x Ficha de Lotería del Abismo.]

Aric miró la pantalla con la expresión vacía de alguien que acababa de vender su alma a un demonio con descuento.

—[jajajajaja]

El sistema rió de nuevo, pero esta vez más bajito, como si tratara de contener su emoción.

[¡Bienvenido al Abismo Carmesí, Aric!]

Aric se masajeó las sienes. Sabía que se arrepentiría. Lo sentía en lo más profundo de su ser.

—Estoy jodido, ¿verdad?

[Oh, sin duda.]

—Fantástico…

Patreon iconPatreon icon