Chapter 65:

CAPITULO 6 PARTE 7: "Cartas"

Cronicas de Rigel


Shiro finalmente se plantó frente a la puerta del departamento 9, suspirando y sus piernas temblando ligeramente, tenía frío.

“llevo una hora caminando... ¿tan difícil era ubicarme...?”

Observó a la cámara de entrada.

Dio unos pasos adelante, adentrándose en el pasillo oscuro de bienvenida.

Sus pasos tranquilos lo llevaron al elevador, presionando un botón, el elevador empezó a elevarse.

Shiro se recostó contra la pared, simplemente observando la puerta con sus ojos carmesí.

Alzó su mano derecha para moverse ligeramente el pelo de la cara.

“que molesto... ¿debería pedirle a Yuzuki o a Mizuki que me lleven a recortarme...? espera... no soy un niño”

Cuando finalmente la puerta se abrió, Shiro observó un líquido en el suelo.

—”eh...? Tal vez a alguien se le derramó alguna bebida...”

Al elevar la mirada, se dio cuenta que el rastro líquido llegaba hasta la sala.

Los recuerdos lo invadieron instantáneamente, ¿sangre? Tenía algo de pánico interno, apretó el puño y se decidió a tratar de avanzar.

Sin embargo, fue interrumpido rápidamente al darse cuenta de una presencia al finalizar el pasillo.

Pelo corto y plateado que se reflejaba fácilmente, piel lisa cubierta de líquido rojo.

Sus ojos dorados y amarillos hacían recordar a Shiro el día que la vio por primera vez, sin saberlo, la reconocía por instinto.

—”Yuzuki...?”

Ella elevó la mirada rápidamente en la oscuridad, su rostro estaba ensangrentado, sin embargo, la sangre parecía llevar un rato ahí. Su mirada fulminó la de Shiro. Yuzuki le dedicó ese tipo de mirada por un instinto asesino.

Ella se dio rápidamente cuenta de su error, se estaba quitando su chaqueta blanca también ensangrentada, no se la terminó de quitar y observó con calma a Shiro.

—”ah... eres tú, ve a tu cuarto, iré en un momento”

—”eh?”

—”¿estás sordo? Vamos, ve a tu cuarto, tengo que darme una ducha”

Shiro no tuvo tiempo de preguntar de quién era la sangre, mucho menos por qué iría a su cuarto.

Shiro simplemente asintió, abrió la puerta de su cuarto en el pasillo y se adentró.

Observó su cuarto oscuro, estaba tal como lo dejó antes de salir.

Se sentó con suavidad al borde de la cama. Normalmente ahora es cuando escucharía el grifo de la bañera, pero... las paredes eran tan insensibles al ruido exterior que daba miedo. Claramente se escucharía un grito, quejido alto o cosas exageradas.

[...]

Pasaron unos 20 minutos o menos. Shiro observaba su celular, al que nunca se adaptó completamente por funciones que nunca experimentó.

“top 10 de cazadores...?”

Era un artículo muy específico donde la portada era una X. Shiro se interesó en ello y estuvo por tocar el artículo.

Antes de ello, el sonido de su puerta abriéndose lo distrajo completamente.

Yuzuki estaba vestida con un pantalón demasiado suelto de color negro, sus pies descubiertos sin algún zapato simplemente avanzaban por la habitación.

Al observar más su atuendo nocturno, tenía una camisa gris manga larga simple, aunque a la vista de Shiro, era una camisa de lo más que cómoda que si tocara, sencillamente sería muy tranquilizador.

—”¿no me ves demasiado? Estás distraído”

—”ah, perdón...”

El pelo de Yuzuki estaba seco casi en su totalidad.

—”¿te lavaste el pelo?” murmuró Shiro.

Yuzuki observó ligeramente su cabello.

—”ah, ¿por qué te interesa? Solo soy capaz de secarlo rápido”

—”entiendo... ¿qué necesitab-”

Antes que Shiro terminara de hablar, Yuzuki empujó su pecho, recostándolo a la cama.

Yuzuki se limitó a observarlo, cruzada de brazos.

—”responde, ¿por qué saliste sin autorización?”

—”eh?” murmuró Shiro, no era la conversación que esperaba.

Yuzuki tenía una mirada seria natural hacia cualquiera, no era un tipo de situación especial donde fuerza un rostro.

—”yo... quería ver afuera... nada más” tartamudeó Shiro.

—”¿tú? ¿curioso? No me hagas reír. El tiempo que te he conocido... aparentas más conformarte con lo que ven tus ojos, y no tratar de revisar otro punto de perspectiva”

—”¿punto de perspectiva...?”

—”sí, eso mismo, Shiro”

Yuzuki soltó un suspiro tranquilo, alzando la mirada.

—”¿y bien? Dime qué hiciste, eso me dirá qué tipo de castigo debería darte”

—”y-yo salí y cené con Akir-”

—”¿el Hinokami menor? ¿Qué hablaron?”

Shiro trató de incorporarse, pero Yuzuki volvió a empujar su pecho hacia atrás. Se sentó a su lado cruzando las piernas.

—”¿y bien? Habla, Shiro”

Dijo mientras le observaba de reojo desde el borde de la cama.

—”bien... veamos, ¿recuerdas el incidente de Solarin?”

Yuzuki entrecerró los ojos.

—”de pies a cabeza, el día que descubrí que mi hermana seguía viva... ¿le contaste algo?”

—”s-sí, le dije que es tu herman-”

Shiro dejó de hablar por instinto.

Yuzuki cambió su mirada a una más pasiva y soltó un suspiro entre la decepción y el cansancio.

—”no te regañaré por ello, ¿bien? No te dije que no lo podías contar, así que no tengo derecho a quejarme, pero...”

Yuzuki dejó de verle de reojo para verle directamente a los ojos.

—”podrían inculparme como una infiltrada si quisieran, los altos mandos solo necesitan un movimiento del dedo para desatar el caos. Tal vez lo entiendas en el futuro”

—”pero... ¿por qué harían eso?”

Dijo Shiro tratando de acomodarse en la cama, pero sin incorporarse.

—”¿nunca te preguntaste qué tan fuerte soy? ¿Nunca te preguntas por qué muchas veces voy a encargos? ¿O también, por qué estaba llena de sangre cuando volví?”

Cada frase revelaba un tono más serio que ella no podía controlar.

Shiro trataba de mantenerse firme, pero ver así a Yuzuki daba algo de inseguridad.

Yuzuki lo notó de inmediato y suavizó la mirada.

—”lo que trato de decir es que en cierto sentido soy irremplazable al ser tan fuerte, pero... ¿y si se dieran cuenta que un día cualquiera podría rebelarme? Alguien tan fuerte... eso causa miedo en la gente, Shiro, más en la gente que piensa más en su seguridad que en la de los demás”

Shiro escuchó con atención, pero aprovechando que podría preguntar, le entró la duda.

—”¿tú usas maná?”

—”¿maná? ¿Qué loco usaría el maná?” murmuró con algo de burla en su seriedad.

Yuzuki observó por unos instantes la ventana de la habitación.

—”la fuerza del cuerpo, ¿eh? No puedo imaginarme a alguien con tan poco pensamiento malgastando su propio cuerpo con una fuerza que tal vez no puede recuperar”

—”¿y si... lo hablamos con Mizuki?” dijo Shiro, observando la nuca de una Yuzuki que observaba la ventana.

—”pues... es un tema interesante, pero no puedo imaginarme utilizando básicamente una de mis fuentes de vida interna para atacar... es como dice el sabio loquito del departamento 7”

—”¿el... sabio del departamento 7?”

Yuzuki vio de reojo a Shiro.

—”ah... es verdad, no conoces a ninguno que no sean el rubio Hinokami o a Mizuki... básicamente, ese viejo dice que:
‘no podemos materializar la magia que no podamos imaginar’”

—”o bueno, esos son los principios de las cartas maho según alguien como él”

—”cartas maho...” murmuró Shiro, tratando de entender.

Yuzuki soltó un suspiro de fastidio, tomó la camisa de Shiro y le obligó a incorporarse.

—”ven aquí”

—”e-eh?”

Yuzuki le hizo sentarse en la silla frente a la mesa donde ella le enseñó hace tiempo.

Shiro observó la mesa mientras Yuzuki puso una hoja en blanco junto a un lápiz.

—”¿qué es esto...? ¿estudiamos a más de medianoche?”

Yuzuki estaba parada atrás de la silla con las manos en la cintura.

—”¿qué pasa? ¿no quieres desvelarte con tu sensei?”

—”no hables así, no va contigo...” murmuró Shiro.

Shiro tomó el lápiz.

—”bueno... ¿qué hago?”

Yuzuki observó el papel, hablando con calma.

—”escribe lo siguiente con una línea de separación: maho, abismal, cacería, caminantes, comunes”

Shiro escribió rápidamente el dictado de Yuzuki.

—”bien... ¿qué hago ahora?”

—”escribe lo que sepas de cada carta”

—”e-eh?” balbuceó Shiro.

—”miento, escribirías puras tonterías... y no te culpo. Ahora, escribe por separado como una respuesta, ¿bien?”

—”sí...” Shiro preparó el lápiz.

“las cartas normales se caracterizan por permitir al usuario centrarse en el concepto que él desee, no estará ligado a solo poder potenciar un aspecto”

—”¿eso qué significa...?” murmuró Shiro mientras lo escribía.

—”pues, por ejemplo... Mizuki, ella no pelea normalmente, pero obsérvala... puede proyectar mini misiles con facilidad porque se centró en aprender algo básico de la defensa personal. Sin embargo... si tuviera una carta de cacería, ni siquiera podría usarla porque no podría proyectar unos misiles tan fácilmente con una carta centrada en la ofensiva”

Shiro escuchó con atención, por alguna razón se sentía familiarizado con el tema.

—”¿entonces, las cartas normales te dejan más libertad a la hora de elegir tu estilo de pelea?”

—”me sorprende que lo entiendas... sí, básicamente eso. Pero no esperes que una carta normal supere a una carta maho en términos mágicos, aunque... eso puede pasar a veces dependiendo de la persona”

—”por cierto, ¿me hablarás de todas las cartas así, Yuzuki...?”

—”sí”

—”e-eh? ¿para qué?”

—”pues... ¿no es mejor estar informado de lo que podría hacer tu enemigo? Sin ofender, eres débil, te conviene estudiar un poco para no estorbar”

—”está bien...”

Yuzuki sonrió ligeramente.

—”ahora... bien, te cederé el saltarnos las cartas abismales. De todos modos, los únicos usuarios son Kaede, Calius y Lyr— ah... nadie”

—”¿Lyr...? ¿quién es?”

—”nadie importante, estaba divagando en otra persona que nada que ver con el tema”

[...]

—”en fin, agradécele a tu sensei que se saltó toda una explicación, Shiro”

—”repito que no te combina decir esas cosas...”

[...]

Yuzuki observó por un momento los apuntes de Shiro, desvió su mirada al alrededor.

—”ahora... las cartas maho:
‘potencian los atributos mágicos considerablemente’”

Shiro escribió rápidamente, aunque se quedó esperando con el lápiz en el papel.

—”¿nada más?”

—”¿es que quieres más? No hay mucho que decir... por ejemplo, yo misma, mi carta maho potencia exageradamente mi poder sobre los rayos del cielo, ¿entiendes? Sencillo, puedo crear rayos mágicos basados en el éter también... a la vista externa, lo entiendes sencillamente”

Shiro se quedó ligeramente pensativo.

—”este... Yuzuki, ¿qué hacen las cartas cacería?”

—”Shiro... no mentiré, de la nada me siento cansada... terminaremos eso después de que descanse...”

Yuzuki bostezó, un bostezo largo y relajante.

—”de casualidad, ¿dónde está tu anillo?” murmuró Yuzuki con pereza creciente.

Shiro se levantó y se acercó al armario de su habitación.

Al abrirlo, se sorprendió enormemente, aunque más con miedo.

—”e-este... no está aquí...” murmuró con nervio.

—”esperaba esa reacción... lo llevaron a mantenimiento, relájate. Quiero escuchar ese corazón bajando las pulsaciones, eh...?”

Murmuró Yuzuki con una voz suave con algo de burla.

—”no hagas esas bromas... el anillo está hecho con una parte de tu carta, ¿no?”

—”exagerado... ya se está terminando de restaurar”

Yuzuki no aguantó y se desplomó contra la cama de Shiro del sueño.

Shiro se sorprendió, simplemente suspiró pensando que tendría que volver a dormir en ese sofá.

Chaos
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