Chapter 45:

CAPITULO 4 PARTE 15

Cronicas de Rigel


“que pasa...”
Adolorido, cuerpo sensible, mareado, Shiro elevaba ligeramente la mano; tan solo ello era llevar su cuerpo más de lo que podía.

“no puedo moverme...?”

Ella se acercó a él rápidamente, arrodillándose al instante y revisándolo. Sentía la tela de sus guantes tocando su cuerpo, buscando heridas. Podía ver su rostro liso y blanco, sus ojos azules y oscuros, un pelo azulado oscuro que caía por sus lados.

Kaede lo tomó de las mejillas, su mirada estaba fija en él.
—”s-shiro...?! ¿Estas bien...?”

Tenía una mirada atontada, poco a poco tomaba más las riendas de su cuerpo, pero todo era confuso.
—”kaede...?”
—”si, shiro! ¡sigue así, háblame...!”

Sus ojos cristalinos y su voz ligeramente quebrada eran notables al hablar.
—”¿que esta...” fue interrumpido por los susurros repentinos, continuos y molestos.

Parte del cuerpo de Shiro estaba ligeramente mojado, un leve cosquilleo pasando por su espalda; se incorporó con ayuda de Kaede. El cielo estaba gris, a su alrededor no había nada más que escombros y pilas de piedras.
—”shiro... esto es malo, tenemos que pelear y-”
—”pelear...?” murmuró

Shiro desvió sutilmente la mirada hacia su costado.

...

Kyou movía su mandoble con firmeza, movimientos de lado a lado constantes con un orden a seguir.
Kaya invocaba carta a carta para hacerla explotar sutilmente y bloquear su avance, mareada, atontada, débil.

“tengo que... proteger lo que queda de Ritharion...”

Un sutil brillo invocó dos cartas nuevamente, explotándolas y separándolos sutilmente.

Kaya retrocedió, sus piernas temblaban y se movían de lado a lado, sudaba, sangraba, jadeaba. Por otro lado, su pelo albino se ondeaba con el viento cerca del más, a sus pies chaporreaba sutilmente el agua; los susurros molestos de almas sin fin no paraban.

Kira elevó su brazo y lo mordió, liberando sangre que no se fue con el viento; fueron dagas directas hacia el emisario de las llamas azules. Con una ligera sonrisa, invocó un portal digno de un abismo, tragándose toda la sangre.

“si ganamos un poco más de tiempo... tal vez los habitantes de Ritharion tengan esperanza... todos están en el lado contrario de esto, afortunadamente...”

El emisario empezó a dar pasos sutiles hacia adelante, firmes y continuos.
—”es inútil, déjenme llevarme al recipiente y los dejaré ir”

Kira empezó a caminar, la sangre goteaba y se limpiaba el polvo del hombro.
—”el señor Mimosa es invitado de la familia que protejo, cederlo es lo mismo que fallar en mi trabajo”

Ella empezó a mover ligeramente los nudillos, preparándolos.

Kaya avanzó jadeante, a pocos pasos de Kira.
—”yo...” soltó un poco de sangre, atontando su postura —”l-lo mismo que dijo ella”

El emisario simplemente empezó a reír.
—”maravilloso... si fueran sus estrellas, serían dignas de respeto”
—”estrellas...” murmuró Kaya
—”sabes que son?” dijo Kira, viéndole de reojo
—”son básicamente los aliados principales del emisario...”

Kira desvió nuevamente su mirada, buscando a Shiro... no pudo encontrarlo, tampoco a Kaede. Empezó a mover su cuerpo y buscar a su alrededor, sin señal, esbozó una mirada con ligera preocupación.
—”kira, no te distraigas...!”

Abriendo los ojos de más y reaccionando, desvió su atención donde debía estar. Él estaba ahí, un impulso abrumador que puso al emisario frente a ella.

Kira alzó su mano, eran garras buscando desesperadamente sangre. Kyou retrocedió sutilmente, sonriendo constantemente.
—”esto es molesto... la ciudad se inundará si seguimos peleando, ¿eso les parece bien?”

Kira y Kaya sentían el presagio; lo que decía era totalmente verdad. Kaya estaba dispuesta a avanzar y pelear, pero Kira puso sus garras cubiertas por sus guantes negros frente a ella, pidiendo que se detenga; simplemente retrocedió.

Kira avanzó sutilmente, sus ojos rojos fijos en Kyou.
—”perdón, mama...”

Kira bajó la mirada, apretó los puños y se puso tensa.
—”Okite, watashi no tegami...”
—”e-espera Kira, esta es la tercera vez que lo usas...!”

Kaya alzó su mano hacia Kira, pero... sintió un sutil escalofrío, temblaba ligeramente, volvió a retroceder, tragando saliva.

Y así, el ambiente no cambió; en ella nada cambió, Kira acomodó la palma de su mano cerca de la nuca, acariciándola sutilmente. Kira elevó la mirada, sus ojos se mezclaban con la sangre que empezaba a caer por ellos.
—”tienes demasiado aguante...”

El emisario enterró su mandoble en el suelo, apretó los puños y se avanzó. El cuerpo alto y fuerte del emisario era imponente, pero a Kira no le interesaba; ella también avanzó.

Kaya tartamudeaba para sí misma, buscando un papel aparte de la pelea para ayudar. Kira y Kyou llegaron frente al otro, se miraban fijamente, el éter se alejaba de ellos, los escombros se movían junto al viento que se arrimaba lejos de su presencia.
—”te enterrare antes de que la ciudad se derrumbe completamente... no sé qué quieres con Shiro, pero... él se queda aquí”

Kyou esbozó una sonrisa confiada y sutil.
—”bien... terminemos esto, me cansé de pelear”

El emisario usó su puño rápidamente, llegando al estómago de Kira y logrando golpearlo; el cuerpo de Kira era como una piedra lanzada, hasta que golpeó contra escombros repartidos en el suelo.

Se levantaba lentamente, temblando, sangrando, chasqueó los dedos y la sangre que caía de su cuerpo se dirigía a Kyou. Kyou lograba desviarla, su brazo cubierto de metal desviando los proyectiles.

Kira no tuvo que caminar, su cuerpo se impulsó hacia Kyou, elevándose; pateó fuertemente su hombro, impactando. Kyou elevó su mano derecha, buscando tomar su cuerpo. Lográndolo, tomó el hombro de Kira, elevándola.

Kira se mordió fuertemente el labio con su colmillo, su sangre dirigiéndose a Kyou, impactando en su pecho continuamente, haciendo que la suelte. Kira frunció el ceño, no perdería el momento, elevó su puño y golpeó la pierna de él antes de caer al suelo.

“no puedo perder...”

Kira puso una mano en el suelo antes de caer completamente, alzando todo su peso al aire, giró sutilmente y elevó su pierna nuevamente hacia Kyou, impactando en su cuello. Cayó al suelo, su espalda arqueada y los dedos apuntando al suelo.

Entre suspiros, trató de buscar nuevamente a Kyou. Este mismo se incorporó del suelo, tratando de golpear a Kira; lo logró. Ambos tenían los reflejos bajos, cualquier ataque era viable contra el otro.

Kira trató de levantarse y seguir, pero... el cuerpo le falló por primera vez: energía al límite, pulmones a punto de explotar, vista nublosa, dolor de cabeza, todo se apoderó de ella y no le dejó levantarse.

Kyou suspiraba sutilmente, elevó su puño y se preparó para terminar nuevamente la batalla.
—”he de admitirlo, me sorprendiste...”

Kira no levantó la mirada; el sudor caía como agua por su cuerpo. Al costado de Kyou, un grito lleno de rencor emergió:
—”déjala, maldito musculoso con llamas...!”

Kaede trató de patear a Kyou; este paró su puño.
—”k-kaede...?” murmuró Kira, en un estado similar a estar a punto de desmayarse.

El emisario avanzaba, sus puños rápidos arrasando con la defensa de Kaede; trataba de desviarlos como podía, era agotador.

Sin más, trató de retroceder. Kyou no lo permitió.
—”tengo que pelear...” murmuró Kaede, elevando su mano derecha, intentando invocar su carta abismal. Sin éxito.
—”ah... es verdad, soy dependiente de su éter...” murmuró para sí misma, sonriendo ligeramente.

“porque estoy riendo...? Estoy peleando...”

El emisario alzó su puño hacia ella; agachándose pudo esquivar el impacto, la otra mano del emisario la golpeó, su cuerpo rodando como un juguete sensible en el suelo.

Trataba de incorporarse sin éxito, hasta que su cuerpo llegó a unas piedras reunidas.
—”que... complicado es pelear con alguien así, eh...?”

Empezó a toser levemente, sin elevar la mirada.
—”me molestan uno tras otro...”

El emisario avanzó, sus pies chocando con el agua del mar de almas.
—”creo que... …ya gané bastante tiempo...”

Cientos de explosiones de la carta maho de Kaya rodearon al emisario, dejándolo con la vista nublada momentáneamente.
—”¿qué es este truco barato...?!”

Con un movimiento denso de su brazo, desvió las explosiones... ahí estaba él. Su chaqueta ondeaba con el viento, su cabello se movía con la misma sintonía... sus ojos carmesíes estaban fijos en él.

Shiro estaba alzado, cansado, la vista nublada, sudando... en sus manos, el mandoble del emisario Kyou, bañado con la carta de Alma Rigel; con dificultad lo alzó en el aire, con un brillo verde, golpeó al emisario.

A pesar de que bloqueó el impacto directo con su brazo cubierto por metal, la carta aumentó el choque y... el suelo se destruyó ante tal fuerza. Las piedras salían como disparos, el suelo se abría forzadamente y el brillo se apagaba rápidamente.

—”¿quién te crees... ¡¿para empuñar mi espada?!”

El emisario alzó la mano, tratando de elevarse, sin lograrlo; sintió como el agua empezó a caer por el pozo formado por el choque, el mar de almas bañaba su cuerpo.
—”alto... no...”

El agua caía por su cuerpo, un castigo total; susurros, súplicas, maldiciones, promesas, el mar de almas hablaba sin dar señal de parar, maldiciendo al mundo.

Con rabia contenida, el emisario se tensó. Apretando los músculos, las llamas emergieron en una explosión, alejando la tierra que provocaba tan poco espacio.

Y ahora, se elevó, saliendo de la grieta; pudo verlos:
Shiro, suspirando, soltando la espada del emisario, alejándose sutilmente.
Kira, desmayada en el suelo, respirando sutilmente.
Kaya al lado de Kaede, cubriéndola y preparándose para defenderla.

—”me tienen cansado, dejen que me lleve al chico y-”
—”Kaede, ve con Shiro!” Kaya elevó las manos, invocando dos cartas multicolor; las envió hacia el emisario, girando entre sí, explotaron frente a él.

Kyou recibió el ataque de lleno, soltando un quejido de dolor, retrocedió unos pasos al estar confundido, entrecerrando los ojos.

Kaya empezó a moverse débilmente, buscando atacar nuevamente. Kyou no dudó, se impulsó y llegó frente a Kaya, elevando el puño izquierdo con decisión.

Kaya suspiró fuertemente ante el esfuerzo constante, invocó una carta al último momento, brillando fuertemente ante el ambiente, los separó con una explosión pequeña.

Kaya retrocedía con pasos torpes, frunciendo el ceño tratando de concentrarse.
“es como un tanque, ha aguantado muchos más golpes que todos aquí... ¿será por ese cuerpo...?”

Kaede avanzaba rápidamente a un paso cuidadoso, con los ojos bien abiertos, se acercaba a Shiro, el cual estaba agachado en el suelo, recuperando el aliento.

La barajeadora se agachó frente a Shiro, viéndolo con una sonrisa pasiva.
—”gracias por lo del mandoble, honestamente no pensé que lograras levantar-”
—”no juzgues mis esfuerzos, ¿quieres?”
—”ah, sí, perdón...!”

Kaede abrazó a Shiro fuertemente, y Shiro le devolvió el abrazo rápidamente. Y así, el éter empezó a viajar entre ellos ante el toque, recorriendo el cuerpo de ambos.
—”me lo prometiste, no te separes de mí...” murmuró Kaede contra el hombro de Shiro.

Este mismo tragó saliva y desvió la mirada, trató de sonreír ligeramente.
—”está bien...”

[Conversación sobre el éter entre Shiro y Kaede]

—”shiro, Kaya está peleando... pásamelo más rápido, ¿quieres?”
—”yo no puedo decidir eso...”

Kaede puso una mirada pensativa, elevando levemente la mirada.
—”Selina me dijo que depende del tipo de contacto...”
—”¿a qué te refieres?”
—”me dijo algo como... mientras más contacto y más íntimo sea, más éter se repartirá...”

—”¿cómo sabe eso?”
—”verdad? Me pregunté lo mismo, parecía experta en el tema”

Kaede se levantó, apoyándose en Shiro.
—”tengo suficiente para pelear sola, pero me gustaría depender un poco de ti antes de ello”
—”no lo digas así...”

La chica de traje se rió ligeramente, sin más; tomó la mano de Shiro y empezaron a avanzar.

Kaya invocaba e invocaba cartas maho, moviendo el cuerpo débilmente de lado a lado.
“sus sentidos se volvieron débiles, pero su fuerza...”

Kaya agachó la cabeza, esquivando el puño de Kyou; elevándola, invocó una carta rápidamente, la lanzó al pecho de Kyou, haciéndola explotar.

Kyou elevó ambas manos, planeando aplastarla.
“a este punto... si seguimos peleando me quedaré sin éter y él tendrá la ventaja...”

Kaya retrocedió nuevamente, saltando entre algunos escombros; se alejó lo suficiente para ganar unos segundos.
“esa magia avanzada gasta mucho, pero...”

Kaya se escondió entre los pilares destruidos. Kyou avanzó hacia ella, esbozó una mirada arrugada.
—”¿crees que esconderte te salvará?”

Elevando el dedo meñique de la mano derecha, invocó una sutil llama, la cual propagó el viento fuertemente y destruyó los escombros en los que se ocultaba Kaya.

Ella salió de ahí, su pelo pelirrojo completamente quieto a pesar del fuerte viento, invocó cartas mano a mano y se alzó hacia Kyou.

Este, sin más, la tomó del cuello en pleno impulso.
—”algo tan directo... ¿estás desesperada?”

El cuerpo de Kaya se deshizo, convirtiéndose en polvo.
—”y tú no estás cuerdo, ¿cómo no te diste cuenta que...”

Kaya atravesó el estómago de Kyou con su propio puño, invocó su carta y trató de explotarla. Kyou la apartó fuertemente; la sangre goteaba y cubría la fuerte herida.
—”eres una elfa, ¿eh? A ustedes les enseñan a atacar por espaldas”
—”yo no veo el problema...” dijo entre quejidos, levantándose para seguir hablando
—”porque... es la mejor forma de pelear, la magia de clones ayuda mucho”

El emisario apretó el puño libre, no podía esconder su ira contenida, arrugaba la frente.
—”creo que ya puedes terminar esto, Kaede”

El emisario elevó la mirada, atontado ante la frase de Kaya; con una mirada llena de incredulidad, los observó.

Kaede estaba alzada en el aire, su rostro iluminado por la luna; Shiro la tomaba con fuerza con una mano, con la otra, el hilo de su anillo buscaba dónde sostenerse. Kaede elevó la mano derecha con confianza, no pudo evitar empezar a reírse.
—”ganar... ¡todo está en mi carta!”

La dejó caer hacia el emisario; este, en un desespero, invocó por primera vez su carta. Era totalmente oscura, consumida por la oscuridad; el choque era inevitable... y ahí descendió una carta del cielo igual de corrupta, como una intervencion divina

Chaos
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