Chapter 48:
Cronicas de Rigel
Tenzou: ”no sabía que había un pueblo así por el desierto...” murmuró, avanzando entre la multitud de campesinos en su día a día, junto al habla continuo a su alrededor, animales caminando entre la gente, mercaders buscando quien esté interesado, lo que necesita un pueblo.
Velka mantenía la vista perdida en los puestos mientras avanzaban, muy interesada en cualquier tipo de venta, desde “Vendemos pociones mágicas de sanación” a precio alto, hasta “vendemos piedras mágicas” a precio barato.
Cuando Velka se acercaba sutilmente al puesto de piedras, Renka la tomó de la camisa y la jaló como a una niña, obligándola a seguir al grupo.
Velka: ”e-espera, quiero ver las piedritas...” era el tono comparado al de una niña decepcionada, pero sin resentimientos a quien se le opone.
Renka desvió sutilmente la mirada hacia ella antes de soltarle la camisa.
Renka: ”¿no crees que es obvio que son una estafa? Cualquier piedra mágica real ya no estaría a la venta, menos a tal precio.”
Velka: ”ahora que lo pienso... ¿qué monedas usan aquí?”
Tenzou se acercó a las dos, moviendo sutilmente el mango de su espada.
Tenzou: ”usan monedas de los tres reinos: Erithan, Solarin y Ritharion.”
Velka: ”ah... entiendo, al ser un pueblo mercader es algo funcional.”
Los tres siguieron avanzando. A pocos pasos delante de ellos, Rigel avanzaba junto a Touka, ambos caminando lado a lado. No obstante, Touka parecía algo preocupado, como si fuera consciente de algo que los otros no.
Rigel se dio rápidamente cuenta del estado de su compañero, inclinó ligeramente la cabeza.
Rigel: ”Touka... ¿estás bien?”
Touka le vio de reojo, entrecerró los ojos y sus manos temblaban sutilmente.
Touka: ”Rigel... escúchame.”
[...]
El trío seguía avanzando pasos atrás, permaneciendo juntos mientras pasaban entre el bullicio de gente.
Tenzou: ”esto es extraño...”
Como una reacción automática, posó sutilmente los dedos en la funda de su espada. Renka lo notó rápidamente, endureciendo la mirada.
Renka: ”¿no planeas desenfundarla en plena calle, no?”
Tenzou desvió ligeramente su mirada hacia ella.
Tenzou: ”pensamos lo mismo, ¿no?”
Renka: ”no lo dudes, pero sin estar seguros...”
[...]
El ruido de un sutil cuchillo saliendo de una funda fue escuchado hasta el fin de la ciudad, afilado, podía ver su reflejo. Al ser lanzado, podía cortar cualquier hoja que se atravesara.
Desde las sombras, una navaja con un destello morado fue lanzada hacia Velka, quien caminaba con calma. No tuvo una reacción instantánea, el cuchillo la mataría al instante.
Un destello verde como el pasto al amanecer apareció como un repelente instantáneo. Touka, con los ojos entrecerrados y una mirada seria con las manos temblando, utilizó su carta caminante para bloquear el cuchillo.
Velka: ”e-eh...?” no entendía lo que acababa de pasar, la gente a su alrededor menos, a nadie le importaba el cuchillo, todos observaban a Touka.
Touka: ”¡Velka, apúrate!”
Touka tomó su muñeca y la obligó a correr entre la gente que se apartaba entre gritos ante un ataque en público a la luz del día.
Touka la soltó al llegar al lado de Alma Rigel, empezaron a correr. Rigel desvió la mirada hacia los espadachines que dejaban atrás de su grupo.
Rigel: ”¡Tenzou! ¡Renka! ¡Se los encargamos!”
[...]
Tenzou sonrió ligeramente, dándole la espalda a la parte del grupo que escapaba.
Tenzou: ”cualquier tonto se daría cuenta de que estamos rodeados...”
Renka: ”¿y por qué nos damos cuenta hasta ahora?”
...
Tenzou: ”no voy a mentir a este punto, quien esté aquí, sabe mucho de sigilo...”
Renka: ”...!”
Renka desenfundó rápidamente su katana, un leve destello morado siendo la reacción ante su portadora.
Tenzou no esperaba que se decidiera tan rápido. Él también desenvainó su espada con la marca de un dragón y un fénix lado a lado del agarre.
Tenzou: ”¿qué le hizo decidir fácilmente que el enemigo merece que desenfundemos la espada, señorita Kaminari?”
Dijo dejando salir un tono sarcástico ante el próximo combate.
Renka, por su lado, tenía una mirada llena de furia interna; por fuera lograba mantener la calma.
Renka: ”no nos enfrentamos a gente normal... ellos son... la guardia real de los Kaminari, mi familia...”
Tenzou: ”interesante... ¿tengo derecho a matar gente de tal estatus?”
Renka: ”sin problema, tu familia también es prestigiosa, Hinokami. Además... ahora mismo somos personas comunes, no de familias prestigiosas.”
Entre los callejones y lugares solitarios, gente con capuchas oscuras moradas empezaba a salir poco a poco, parecían estar ocultos en cualquier lado de la ciudad.
Tenzou: ”interesante... ¿qué pasa, quieren a su princesa de vuelta?”
Renka: ”no te confundas, vienen por la espada... si encuentran la oportunidad, me matarán.”
Tenzou se rió ligeramente, alzando la cabeza y sonriendo con determinación.
Tenzou: ”pues qué mala suerte para ellos...”
El Hinokami y la Kaminari desaparecieron como si el viento los mantuviera a flote, y empezaron a correr por las calles vacías del pueblo. Desde los callejones, alturas y atrás de ellos, empezaron a ser seguidos.
[...]
Jadeos, sonidos tontos al tropezarse, no tomar el camino equivocado.
Velka, Rigel y Touka avanzaban por el otro extremo de la ciudad.
Por más que Rigel trataba de liderar, Velka no podía quedarse atrás. Su velocidad era igualada, pero la peli azul se tropezaba con todo lo que veía, y Rigel la apoyaba para no caer.
Touka, por su parte, parecía más angustiado, portaba más estrés que antes. Eso no lo detenía.
Touka: ”¡i-izquierda!”
Touka giró repentinamente a la izquierda en un callejón estrecho, pasando rápidamente. Fue seguido por Rigel y Velka.
Rigel: ”¿¡cómo conoces este camino?!”
Touka: ”¡intuición...!”
Velka: ”¿¡tu intuición dice que un callejón estrecho es el mejor camino?!”
Touka finalmente salió del callejón, seguido por Velka y Rigel. Las calles seguían vacías, todo el mundo se ocultaba en sus hogares o en callejones con miedo ante una pelea en medio del pueblo.
Velka soltó un suspiro lleno de alivio, observó sutilmente a su alrededor.
Antes de notarlo, Rigel la apartó, invocando su carta... tan verde, tan real, tan brillante. Bloqueando el avance de un cuchillo con un destello morado.
Rigel: ”¡sigan avanzando...!”
Dijo en una voz levemente temblorosa al empezar a correr tan repentinamente.
Ellos aparecían desde los techos, callejones y lugares que no detectaban.
Los asesinos enviados también los perseguían.
Rigel se detuvo y dio media vuelta, observando.
Desde los techos, avanzaban lado a lado hacia ellos, otros esperaban desde las sombras.
Rigel: ”¿tantos espadachines...?”
Invocó su carta, duplicándola al instante en múltiples copias, explotando cada una en bombas de humo, confundiendo el ambiente con un humo verde oscuro. Rigel volvió a avanzar.
Touka: ”este... ¡derecha, por aquí!”
Se deslizó rápidamente para movilizarse más rápido. Frente a él apareció un encapuchado de muchos. Este alzó su espada, una estocada directa al pecho de Touka.
Esquivando rápidamente, fue tiempo suficiente para que Velka apareciera y lo golpeara fuertemente, invocando su carta azulada entre el golpe y causando una leve explosión en el rostro escondido del espadachín.
Rigel apareció tras ellos, tratando de confundir a los enemigos, tomó un camino desviado.
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