Chapter 55:
Cronicas de Rigel
"¿porque tengo que ser yo...?
...
Alma Rigel se mantenía quieta, observándola con cautela, fijamente.
Pandora, frente a ella, se limitaba a ver a los lados de vez en cuando, manteniendo su interés en sus puntos ciegos.
Rigel: "Ríndete... tal vez te deje vivir."
Pandora: "Tú normalmente no dices eso, ¿no?”
[...]
Rigel: "¿Qué sabes de mí...?”
Pandora se rio ligeramente, elevando el mentón.
Pandora: "Más de lo que crees...”
Rigel: "Entiendo, aquí viene la segunda oleada... ¡Touka!”
Del costado de Pandora emergió como una sombra que amenazaba con volver a desaparecer y aparecer en cualquier lado tras un descuido.
Touka apareció a un costado, tras uno de los inmensos árboles que los rodeaban; sus piernas la impulsaron y sus manos temblaban, así como se veía tensa.
“Ahora... debería atacarme abajo, y yo...”
Touka saltó ligeramente, el aire moviéndose sutilmente bajo suyo.
Un cosquilleo recorrió su espalda, endureciendo el rostro; invocó su carta de caminante de un verde llameante.
Lanzándola hacia Pandora, provocó una colisión de polvo y viento alrededor, haciendo lo imposible para alejarse de Pandora.
El viento se alejaba rápidamente y se elevaba; Rigel elevaba ambas manos para ocultar sus ojos del fuerte viento y polvo.
Pandora: "Bajas la guardia fácilmente, caminante...”
Murmuró Pandora, como un susurro entre la tormenta.
Rigel se alejó rápidamente a ciegas, observando su alrededor; no pudo notar nada extraño, apretando los puños y moviendo la cadera para desplazar su cuerpo.
[...]
“¿Qué pretende...?”
Touka: "¡Quítate de ahí...!”
En un instante que pasó desapercibido, Rigel sintió como su brazo fue cortado brutalmente, saliendo disparado como una hoja ante el viento.
“A-ah...”
Un susurro de incredulidad mientras la sangre goteaba de su costado.
“No... aun no.”
[...]
El viento se alejaba rápidamente y se elevaba; Rigel elevaba ambas manos para ocultar sus ojos del fuerte viento y polvo.
Pandora: "Bajas la guardia fácilmente, caminante...”
Murmuró Pandora, como un susurro entre la tormenta.
Rigel se alejó rápidamente a ciegas, observando su alrededor; no pudo notar nada extraño, apretando los puños y moviendo la cadera para mover su cuerpo.
[...]
“¿Qué pretende...?”
Touka empujó a Rigel forzadamente sin razón.
Touka: "¡Quítate...”
Touka elevó su carta y la lanzó sutilmente hacia Pandora, haciéndola explotar a mitad de camino para bloquear su vista.
“Tengo que decírselo, no me importan las consecuencias.”
Touka: "Rigel... yo...”
El humo se disipó rápidamente, cortando el aire y haciendo que el éter jugara en su contra, alejándola ante el miedo de tal demonio viviente; Pandora era como un ente que estaba ahí, pero no parecía estar ahí.
El humo se alejó de forma sutil; el aire pasó entre el humo, cortando a Rigel en dos instantáneamente de forma limpia.
“A-AGH...!”
Fue lo último que pudo pronunciar, lo último que pudo sentir: el dolor de ser cortada instantáneamente sin piedad por algo invisible.
“No... aun no.”
[...]
El humo se disipó rápidamente, cortando el aire y haciendo que el éter jugara en su contra para alejarse ante el miedo de tal demonio viviente; Pandora era como un ente que estaba ahí, pero no parecía estar ahí.
El humo se alejó de forma sutil; el aire pasó entre el humo.
Touka agarró a Rigel de la cintura para apartarla dos pasos hacia atrás; Rigel se soltó de su agarre.
Rigel: "No soy una niña, deja de cuidarme hasta en una situación como esta...”
[...]
Touka le vio de reojo, con una mirada vacía.
Touka: "Como quieras...”
Empezó a caminar a un lado, sin desviar la vista de Pandora, quien había estado quieta, estirando los brazos.
Pandora: "Los humanos... son tan egoístas o individualistas... por eso mueren rápido o de forma estúpida.”
Rigel: "N-no es así!”
Pandora: "¿Qué te hace pensar eso? Desde que se fue Touka, tuve cinco oportunidades para matarte.”
Rigel: "Mientes...”
[...]
Rigel: "Lo buscamos... nos esforzamos hasta quedarnos sin huesos... el objetivo no se perderá.”
Rigel movía ambas manos ambiguamente en su propio eje, invocando su carta verde llameante para dividirla y provocar barreras brillantes, rompiéndose rápidamente y provocando fragmentos de cristales.
Instantáneamente, lanzó sin piedad una onda de filo provocada por ella.
Pandora movía ligeramente la cabeza; algunas pasaban por su cabello, otras por su ropa, ninguna acertando en su cuerpo.
Así, el último filo que sobrepasó su zona fue tomado por la palma de su mano.
[...]
Pandora: "Tú... ¿de dónde sacaste un dragón que porta maná?”
Rigel: "¿Hablas de Rhydros... es tu problema?”
Pandora se rio ligeramente, elevando su vista al cielo que ocultaban los altos árboles.
Pandora: "En realidad no... pero me sorprende que alguien de aquí que no seas tú use maná...”
Rigel abrió los ojos de par en par, algo sorprendida; se notaba en cómo abría sutilmente los labios y daba un paso atrás.
Rigel: "Tú... ¿cómo sabes que uso maná?”
Pandora: "... no es importante, por eso... acabemos rápido.”
“Ahora que lo pienso... el aire está denso en algunas partes...” pensó Rigel, observando su entorno.
Por acto de reflejo, elevó hasta el pecho la mano derecha, invocando su carta para bloquear algo invisible, algo que ni siquiera se sintió como una masa, pero se sintió aliviada al hacerlo.
Rigel: "Un momento...”
Ella misma apretó su carta, causando que se liberara una onda densa de humo que se volvió sólida en el aire, para después romperse y provocar un gas verde que se volvió denso en el aire.
Rigel: "Imposible...”
Al observar el entorno, el humo le permitió ver formas circulares densas en el aire apuntando hacia ella.
Rigel: "¿De... de esto se preocupaba Touka...? Ataques invisibles que no se sienten... este no es tu límite, ¿no?”
[...]
Partes del bosque se rompían conforme él avanzaba, ataques que no podían ser predichos, solo sentidos.
Era como si cada ataque o bloqueo fuera controlado por la gravedad.
Tenzou desviaba los ataques invisibles de Vael; al tratar de contraatacar, era imposible. Renka estaba obligada a protegerlo desde sus puntos ciegos.
Renka: "Maldición... no entiendo esto, es como si en cualquier momento me fueran a cortar el corazón.”
Tenzou encontró la mirada perdida de Vael; él casi no reaccionaba, sus ataques daban la cara.
Tenzou: "¡Tú... controlas la gravedad, ¿no?!”
Vael ladeó la cabeza ligeramente.
Vael: "La gravedad...? Suena típico poder impresionante que los niños anhelan... yo puedo controlar el éter, humano inferior.”
Tenzou abrió los ojos como platos, sorprendido, apretando su agarre a su katana.
Tenzou: "¿Controlar el... maná? Imposible, pero nuestros cuerpos están compuestos con éter-”
Renka: "¡No le metas ideas! ¡Tenemos que atacar, no nos sirve de nada defendernos si puede hacer algo como eso!”
Tenzou suavizó levemente su mirada, encontrándola con el rostro determinado de Renka.
Tenzou: "Sí... pelear... ¡para eso estamos aquí!”
Renka: "Es hora...”
Renka elevó su espada al cielo; el éter se elevaba junto a su espada.
Cuando Vael elevó la mano derecha para atacar, no funcionó; entrecerró los ojos.
Vael: "Reúne cantidades diminutas para concentrarlas en cantidades compactas lejanas... es como tratar de jugar piedra, papel o tijera con combinaciones infinitas, debes conocerlas para tomarlas... y yo no las conozco todas.”
Renka se rio orgullosamente al escucharlo.
Renka: "Parece que ahí dentro hay un cerebro...”
Murmuró mientras el cielo se oscurecía aún más.
Vael: "Igualmente... no te dejaré terminar un ataque de gran escala.”
Elevó las manos a sus costados; el aire fue prácticamente lanzado contra ellos, serían cortados al instante.
Tenzou elevó su katana, desviando con las justas las ondas densas de éter a su alrededor.
Vael: "Molesto... molesto... tienes el éter a tu favor... es como si te protegiera...”
Tenzou: "¡JAJA, ¿y si así fuera?!”
Renka chasqueó los dientes ante el esfuerzo que tomaba tras Tenzou; su katana empezó a brillar de éter morado, resplandeciendo su alrededor; un tornado fue provocado en el cielo, cayendo a velocidades indescifrables hacia Vael.
Al chocar, el humo y el impacto fueron suficientes para hacer retroceder al dúo unos pasos, cubriendo pasivamente al otro.
Renka: "¡Ahí vienen...”
Desde el cielo, un dragón que controlaba el maná ascendía orgullosamente entre los árboles, su mirada fija en el suelo donde yacían los restos del ataque reciente.
“Gracias por distraerlo,” murmuró de forma tan fuerte que parecía resonar en sus mentes. Sin más, su gran boca se abrió, dejando ver una carga reciente brillante, soltando un fuego azul abrazador que colisionó contra el suelo agresivamente.
“Velka... tu turno,” murmuró Rhydros de forma lenta.
Velka: "S-si!”
Ella estaba en las escamas de Rhydros, haciendo el esfuerzo de concentrar todo su éter en su carta presente.
Velka: "Por favor... déjame seguir peleando,” murmuró a su carta.
Esta, sin más, descendió en silencio; como si los esfuerzos de Velka la guiaran, la explosión instantánea fue como un ruido sordo que tardaba en llegar a los oídos de los demás, un azul ardiente que se alejaba constantemente, sin afectar a los demás.
Mientras el ataque seguía colisionando, el corte fue como si ya se hubiera aburrido, desviando todo el humo y éter como un tornado lo haría, o como alguien desviaría una molestia; el aire parecía cortarse ante tales cortes perfectos a su alrededor, cortando árboles a la mitad como algo normal.
Vael: "No saben que dejarme escondido en el humo es malo para ustedes, ¿no...?”
Murmuró desinteresadamente.
[...]
“Intentemos esto una vez más.”
Touka apareció de un costado, tratando de no caerse al deslizarse a tal velocidad entre los árboles.
Sin vacilar, lanzó su carta a la espalda de Vael, este atrapándola y dedicándole una mirada asesina.
Vael: "Tú eres el mismo que bloqueó mi primer ataque...”
Touka: "¡Ahora!”
Dijo ignorando las palabras de Vael; en el instante del habla de Touka, todo pasó.
Tenzou cargó su espada de fuego, desatándolo en una ráfaga abrazadora.
Renka concentró el éter en un nuevo rayo.
Rhydros preparó su maná para un nuevo ataque, el viento acercándose a su boca abierta.
[...]
“Estos molestos... ¿piensan acorralarme?” pensó Vael.
El fuego de Tenzou fue liberado, el rayo cargado de éter de Renka resonó hasta el suelo, y del interior de Rhydros una fuente poderosa de viento fue disparada.
El viento se combinó con el fuego, creando un remolino intenso que acogió al relámpago en pleno impacto, un ataque combinado improvisado que hizo que todos necesitaran alejarse ante tal impacto.
Sin embargo, todo el perímetro del ataque fue desviado al lado opuesto; el fuego, las chispas y el viento cortante fueron disparados hacia aliados.
Vael: "Ustedes... no me hagan enojar y mueran.”
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