Chapter 2:

(ESP) Prólogo: El pequeño demonio de mamá.

AI:LDRITCH - CHROMEDEMON


La lluvia corrosiva y feroz se evaporó al tocar el cemento abrasador, emanando vapores nocivos. Cualquier criatura que respirara el gas tóxico moriría, sin embargo una mujer se encontraba de pie en medio de la calle, sola: a pesar de su resistencia, todos los miembros de su escuadrón estaban muertos. Ella los había visto ser destrozados por la horda de criaturas invasoras, su tamaño y masa suficiente para aplastar toda esperanza, mientras sus aumentos y poder prestado se volvía inutil.

"5 minutos más. Eso es todo lo que puedo concederte".

"No creo que sea suficiente".

"No puedo darte más".

"Lo harías si pudieras y, no obstante, te lo agradezco".

"¿Qué pasó con los demás? ¿No puedes pedirles ayuda?"

"Se dieron cuenta de que fallaríamos. Todos se fueron hace horas cuando mi tripulación comenzó a caer. Los cobardes huyeron a nuevos anfitriones", ella pausó, mirando hacia el cielo brevemente antes de lanzarse al suelo y acostarse boca arriba. "Eso me da curiosidad, ¿por qué te quedaste?".

"¿Esperabas que me fuera?"

Ella resopló, "No hay forma de que salgamos de aquí". Danae hizo una pausa nuevamente, suspirando profundamente antes de resoplar por la nariz "Sé lo que estás pensando y no voy a dejar que lo hagas".

"Tenemos una relación respetuosa. Por esa razón, me aseguraré de que no-"

"Cállate Relojito, te lo acabo de decir, no voy a dej-"

"Tranquila." Intervino, su voz comandante venía desde dentro de ella. "Nos hemos convertido en mucho más, y sabes que simplemente puedes ralentizarme. No puedes detenerme. Es mi existencia y seré yo el arquitecto de su final".

"Entonces te limpiaré. De cualquier manera, cuando esté muerta tendrás que encontrar un anfitrión diferente".

"Se ha convertido en una costumbre tuya hacer las tareas mucho más difíciles de lo que deben ser".

"Espera... Escucha. Están cerca, tenemos que movernos".


Los pasos de más criaturas de las que uno sería capaz de contar retumbó la tierra. Habían estado rodeados desde el principio, pero era de esperarse cuando los muertos cubrían los campos, listos para tomar el control.

Danae se dio la vuelta, se levantó rápidamente y cruzó la calle corriendo. La lluvia ácida chisporroteaba sobre su carne metálica y si no fuera por su trascendente cuerpo aumentado, cada paso en el concreto derretido se habría sentido como un infierno. Le tomó pocos saltos alcanzar y escalar un edificio a través de vigas de acero expuestas, ascendiendo hacia el techo derrumbado y encontrando un espacio diminuto, un escondite para sentarse y ordenar sus pensamientos. La mujer tenía demasiados aumentos para enmascarar su señal; tendría que luchar.

"Cinco minutos deberían ser suficientes, pero necesito pedirte algo".

"Ten en cuenta que no importa lo que digas, el poder que puedo otorgarte sigue siendo el mismo".

La mujer evitó la mirada penetrante de la figura que apareció de su pecho, ahora de pie sobre ella.

"Nunca te lo dije pero... tengo un hijo". Danae tragó saliva, su garganta se secó y sintió como si tuviera un nudo en el estómago. Un silencio de reconocimiento llenó el aire.

“Los dejé con alguien en quien confío, una chica que vive en Neo 17, no sé si es un niño o una niña, o ninguno de los dos… Diablos, ni siquiera sé si todavía sigue con vida. ..." Danae describió a una mujer. Sabía que la memoria perfecta del demonio sería suficiente para encontrarla.

Cuando este respondió "De esto. Soy consciente", se sorprendió.

"Vi las fotos. Vi los recuerdos".

"No tengo ninguna..."

"El hecho de que no seas consciente no significa que no seas consciente... Yo soy del tiempo, tú lo sabes".

Danae miró a la criatura, frunciendo el ceño, medio enojada y medio confundida. "¿Qué diablos significa eso?"

“Soy el demonio del tiempo odiado y perdido, del tiempo apreciado y ganado. Soy el demonio del tiempo gastado y recuperado. Del tiempo finito y eterno. Soy el demonio de todos los tiempos. Tienes cosas en el tiempo que no puedes ver". La criatura recitó.

Dánae se rió entre dientes. "Amén ​​a lo que sea que eso signifique".

"El favor, me lo estabas pidiendo".

"Ah... Solo cuida al niño. Déjame aquí, y cuidale. Una madre de mierfda no estaba destinada a criar a un niño, pero tal vez si le proteges, sobrevivirá".

"Me pides que te deje morir".

"Eh... bueno, los dos íbamos a morir esta noche de todos modos".

"Bien podría hacer 'algo que valga la pena', era el dicho, ¿verdad?"

"Sí. Lo recordaste."

Un silencio cómplice llenó el espacio entre las dos criaturas mientras Danae se levantaba y saltaba del edificio, cayendo sobre la horda de enemigos y esparciendo carne y metal sobre toda la calle. En medio de la carnicería, con la criatura deslizándose dentro de Danae nuevamente, habló.

“Voy a buscar y cuidar a tu hijo, y lo protegeré como si mi propia existencia dependiera de ello”.

"Gracias, Curr... Ahora, dame 5 y vete".

De la espalda de Danae brotó un conjunto de alas mecánicas, afiladas y perfectamente sincronizadas como un reloj. Su rostro cubierto por el casco se contorsionó por el esfuerzo, y sus manos brillaron con grabados de relojes sobre su carne metálica. Un grito de pura agonía llenó el aire mientras la lluvia se enlentecía. Danae ahora bailaba a través de las gotas en una coreografía de destrucción, y aún así encontró un momento para transmitir un solo pensamiento: "Dile al niño que lo siento, mamá no va a volver a casa".